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1 semana después.

Estos días habían transcurrido por decirlo así normales para la chica aunque en realidad no tanto como quisiera. Las miradas asesinas de aquellas que fueron amantes de Yoongi no dejan de perturbarla al punto de odiar ir al instituto, claro y como no entenderlas, ellas también deseaban ser algo mas de él era una meta y aspiración convertirse en la novia del chico mas deseado, pero ese sueño se arruinó con su llegada. Tuve que ser ella, la nueva. La que se quedará con su corazón y cuidará de el.

Pisar los típicos suelos del instituto se le hacía un tanto abrumador, ¿Miedo a ellas? No, nada de eso. Sino por un presentimiento que rondaba a su alrededor advirtiéndole de que algo sucedería, ¿Qué sería aquello? No lo sabía con exactitud, pero algo le decía que en un tiempo lejano pasaría algo tremendamente lamentable.

Volvió a la realidad alejando esos pensamientos al escuchar la voz de Mina, su amiga.

-¿Me decías algo? -preguntó algo desorientada.

-¿Por qué tan distraída? ¿Te sientes bien? -contraataco con mas preguntas la chica.

-La verdad de salud, si. -dijo con una mueca relajando la expresión en el rostro de su amiga- Pero distraída, no soy. Solo pensaba en algo eso es todo.

-¿Qué era? Porque te tenía en las nubes.

-Me siento intimidada con las miradas ajenas. -mintió, ni ella comprendía que pasaba y al no tener repuesta no preocuparía a su amiga.

-No deberías, a la final la elegida aquí fuiste tu. -hablaba ella segura de sus palabras- Ellas bueno, fueron unas más de su lista. Sinceramente no pensé que él cambiaría pero lo hizo, y yo que soy tu amiga y pienso en ti estoy orgullosa de ello.

Tn mostró una sonrisa fingida, el hecho de tener ese pensamiento taladrándole la cabeza le molestaba y mucho. ¿Qué sucederá mas adelante? ¿Acaso era malo?

Las clases pasaban con normalidad, a la hora del recreo Tn se dirigía a la cafetería junto con Mina para almorzar y charlar de cosas sin sentido, hasta planificaron una salida al centro comercial.

Idea de ella.

Al sonar el timbre guardo sus cosas en su mochila para irse a casa, justo en ese momento unas manos la sujetaron y al darse la vuelta choca su mirada con la de él, el chico que la cautivo con su seriedad. Quién diría qué, el príncipe azul del que tanto escuchaba de pequeña resultará ser un chico serio y no el típico romántico que la rescatara.

-Sin mi no te vas.

-No lo tenía planeado. -se quedo un tanto pensativa- Pero como que lo haré, adiós. -se zafó de su agarré con la intención de irse, hasta que este la cargo en sus hombros y la subió a su auto.

-¿Se pued...? -sus palabras quedaron en el aire cuando aquellos labios impactaron con los suyos. Un beso dulce que trasmitía mucho, sus labios se movían con un suave vaivén, sus lenguas jugaban entre si y sus manos viajaron hasta su cintura. Sin que lo creyesen ese auto se volvió su escondite secreto, aunque el besarle él lo hacía donde fuera. ¿Celoso? Para nada.

Se separaron sin querer hacerlo pero debían irse a sus casa. ¡Si como oyeron, su casa! Tn se había mudado hace como cinco días atrás, fue idea  de su ahora novio ella no tuvo nada que ver. Y su madre se alegro mucho, aunque por otro lado a su mamá y a su abuela les pareció genial la idea de igual manera estaban pronto a culminar el instituto, irían a la universidad y con ayuda de todos y empeño de cada uno saldrían adelante. Aunque se habló que después de culminar esta etapa, ambos debían irse a un departamento propio para vivir una vida íntima como pareja formal.

Minutos después de llegar el estacionó en el garaje bajaron y entraron a la casa. La cual como siempre estaba sola porque la madre de Yoongi comenzó un trabajo a las afueras de la ciudad, y ellos realmente vivían mas solos que acompañados.

-Haré la cena, tu ve a ducharte.

-No quiero hacerlo solo, ¿Vamos? -la miró  de soslayo. Ella sonriendo le lanzó su bolso hacía su pecho- Dolió ¿Ok?

-Ve a ducharte. -repitió sin borrar su sonrisa.

La abrazo por detrás juntando sus cuerpos entre si, la tomó del cuello suavemente y susurro en mi oído con voz ronca.

-Esta noche no te salvas. -con esas palabras las piernas le flaquearon, no era por frío eso lo aseguraba.

-No lo volveré a repetir. -dijo con la voz entrecortada. ¿Qué tenía para ponerla así?

Él desapareció de su vista con una sonrisa triunfante, mientras ella se trataba de concentrar en preparar los alimentos. 

Al terminar se dispuso a servirlos en platos y ponerlos en la mesa. Cuando culmino lo fue a buscar para que lo comiera mientras estaba caliente.

-¡Yoongi! La cena esta lista, vamos a comer.

-Voy preciosa.

Juntos degustaron la comida hecha por la chica tenía buen gusto en la cocina por presumir. Desde pequeña le dijeron que un hombre se enamoraba a través del estómago, ahora se daba cuenta que mentira no era.

-Estaré en la habitación, te estaré esperando nena.

El cuerpo de ella se tenso ante tales palabras, sus piernas se durmieron y su corazón latía mas fuerte de lo normal. No sabía que había ocurrió en ella, pero se incorporó sin lavar los plato y solamente se acercó a él, lo miró a los ojos y él hizo lo mismo pero sin sentirse intimidado ante la cercanía. Lo abrazo del cuello con eso que la impulso y de un salto enredó sus piernas al rededor de su torso, lo besó como si su mi vida dependiera de eso. Él le correspondió en el momento, la sujeto de mi trasero y camino con ella hasta la habitación de los dos.

Sentir la comodidad que la cama les brindaba les resultaba placentera en toda su extensión, como no, si con él hasta el mas mínimo detalle le era especial y mágico. Aunque él no fuera un chico detallista o romántico, su carácter y pocas palabras lo hacían único a sus ojos y eso bastaba. Y eso en comparación a algunos chicos más lo hacía resaltar entre la multitud.

En el momento que separó sus labios de lo suyos pudo ver en sus ojos que no solo había lujuria sino algo más allá conocido como, amor. La ropa en cuestión de segundos yacía tirada en el suelo, las pieles desnudas rozaban y eso la volvía loca. Era la primera vez que lo veía totalmente desnudo y sentía vergüenza de ello, hasta de ella misma porque estaba en la misma situación.

-¿Estás segura, no quiero obligarte a nada? -la suave voz de chico penetro su sentido auditivo, conllevan-dola hasta su poca capacidad de pensar con claridad.

-Nunca estuve mas segura de algo más que ahora. -murmuró totalmente ruborizada.

-Me haces enloquecer. -besó su nariz.

-¿Qué harás? -susurró con la voz casi inaudible, porque sus sentidos ya no la escuchaban.

-Besaré cada uno de tus lunares y, aún así, no me quedaría saciado. -habló susurrante- No necesito que nos alumbre la luz de la luna porque me las sé de memoria. Una a una, lentamente. Desde aquellas que adornan tu rostro hasta aquellas otras que envuelven tu cuerpo. -besó su cuello mientras continuaba- Besaría los lunares de tu frente, las de tus mejillas, las de tu nariz... Todas, salvo las que bordean el filo de tus labios, porque esas me piden que las muerda. Y lo haría, vaya que sí lo haría... -justo en ese momento mordí su labio inferior, sobrellevada por sus jugosas palabras-  Mi boca recorrería desde el lóbulo de tu oreja hasta el hueco de tu cuello y, posteriormente, le llegaría el turno a tu espalda, -pasando sus suaves dedos por la piel femenina con lentitud, torturándole- Borracho de ti me detendría en la que se sitúa en el lado derecho, para coronarla por ser la más grande de todas. Dibujaría un camino de besos de arriba a bajo hasta llegar a aquel punto en el que pierdo del todo la cordura. -miró directamente sus ojos, observando por un momento el brillo que estos contenían- Después, repetiría de nuevo esta secuencia, hasta que mis labios se desgasten o hasta que tus lunares se borren de tu piel. Pero esto, -se detuvo unos segundos y susurro en mi oído con voz ronca y profunda- Sólo es una fantasía de un loco enamorado de tus lunares. Que de nada sirve decírtelo, si no lo ansías tú también. Excepto para desahogarme y descargar un poco de estas ganas que te tengo, porque al final, no sé si podré aguantarme y quizás, un día cualquiera, me decida a robarte, sin importarme demasiado las consecuencias que ello conlleve, y mi literatura se haría realidad, mi literatura serías tú.

Me quedó totalmente ilusionada con las palabras dichas por el chico que yacía encima suyo. Lo detalló con intención de hundirse mas en su mirar, y vaya que fue posible. Porque solo centrarse en sus diferentes rasgos faciales la hacía alucinar con locura total. Lo quería, lo quería a él y solo a él.

Quise quedarse a observarlo, pero no podía quedarse callada después de esas hermosas palabras, así que también dejaría en claro lo que ella anhelaba y deseaba.

-Por mas ilógico que suene, -acunó el rostro ajeno entre sus suaves manos, obligándolo a verla a los ojos- Anhelaría cada beso de esos mágicos labios que me envuelven en un éxtasis de locura total conllevan-dome al extremo de mi pensamiento coherente, seguiría esa secuela tuya, besaría cada zona que nunca nadie exploró por miedo a conocer lo inexplicable. -sonriendo ante sus palabras, siendo bien recibidas por el chico- Y es que la sensualidad que emana de tu cuerpo es adictiva, como no querer llegar mas a fondo. -se ruborizó, le divertía las expresiones que daba- Con ansias de mas tomaría tu cabello entre mis dedos para que continúes recorriendo cada zona aun no conocida, -besó la comisura de sus labios- Aunque dejando de lado mis ganas extremas, adoraría probar de ti eso que nunca nadie logró. -relajando su cuerpo ante la mirada penetrante del otro- Y que ahora me dejaras hacer por dejar en claro que este es mi territorio, esa anatomía tuya es la que me llevaría aun mundo paralelo uno que no conocía. -finalizó dejándose tomar por el chico que ahora haría posesión de su cuerpo.

-Me dejas sin palabras. -argumentó- ¿Lista? -ella afirmó con su cabeza con toda seguridad.

Su miembro entró en ella de una manera suave, doliéndole como el infierno y mil demonios. Pero lo soportó  porque al pasar los minutos un intenso placer la consumió totalmente. De ahí en más, pudo disfrutar de su cuerpo, sus embestidas y el inmenso calor que los envolvía, el sudor de su frente lograba pegar a él sus rebeldes cabellos y una fina capa de la misma los cubría. El placer que sentía ahora mismo poseía nombre y apellido, y ese era. Min Yoongi.

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Bueno otro capítulo para su consumo xdxdx

Errores decirme

¿Desorden? Acomodado para ustedes amores <3

Perdón si tarde es que no había internet, por donde vivo se robaron los cables. uwur

Besos mis Porcornitos y Porcornitas *korazonez*

Siete días.|| Min Yoongi y Tn.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora