Luego de aquel incómodo momento Elizabeth y Mael volvieron al palacio de los cielos. Ella fue directo a su cuarto y se tumbo en su cama.
El saber quien era Meliodas en realidad la habia dejado algo confundida.Al día siguiente la deidad suprema la mando llamar, pensó que quizá la regañaría por haber hablado con el líder de los mandamientos.
-¿Me mandaste a buscar madre?- pregunto algo temerosa.
-Necesito que vayas al bosque del rey Hada. Hoy anunciaran al nuevo rey y debe ir cada uno del clan.
-¿Y porque yo debo ir?
-Ryudoshiel esta ocupado con Mael y los demás arcángeles. Tu eres mi única hija natural por favor no le confiare esto a nadie mas.
-Bien madre iré.
Se dio vuelta y emprendió el vuelo hacia el bosque del rey Hada, lo cual estaba bastante lejos y oculto ya que no cualquiera podría tener acceso a entrar ahí.
Cuando llego se maravilló de lo hermoso que lucia todo, unos pequeños hadas la guiaron hasta donde se haría la ceremonia.
Ahí estaba Drole el líder del clan de los gigantes, y un rubio que reconoció al instante.
-Meliodas- susurró.
Descendió poco a poco y ambos la miraron, aquel gigante y el rubio.
El rubio sonrió ligeramente, se alegraba de verla.
-Vengo en representación del clan de las diosas.
-Bienvenida señorita Elizabeth, soy Drole el líder del clan de los gigantes.
-Hola Elizabeth, a mi ya me conoces.- respondió el rubio aun con una leve sonrisa.
Ella solo asintió con la cabeza y se puso de pie en medio de ellos dos.
El árbol que estaba cerrado comenzaba a abrirse poco a poco dejando salir a un gran hada de imponentes alas.-Gracias a todos por venir, el gran árbol sagrado del bosque me ah elegido como su nuevo rey y al igual que el antiguo rey hada Dalia, quiero mantener esa paz y armonía entre los clanes. Meliodas gracias por ocultar tu verdadero poder. Drole cuento con tu apoyo y amistad como siempre.
-Claro gloxinia, sera un placer continuar apoyándote.- contesto el gigante.
-Supongo que Tu eres Elizabeth ¿no? La de deidad suprema me aviso que vendrias en su lugar.
-Si, mucho gusto Rey Hada.- contesto amable la ojiazul
-Bueno ya que todos estamos reunidos me gustaría hacer una petición- comento el nuevo rey hada y continuo hablando.
-Eh oído rumores de que pronto iniciara una guerra. Y quiero saber si ustedes apoyarían con detenerla.-¿Una guerra? Pero no hay necesidad de eso. Estamos en paz y armonía los 4 clanes- hablo la ojiazul.
-A pesar de mi naturaleza demoniaca yo no quiero empezar ninguna guerra. Soy conocido por mi crueldad pero sinceramente odio pelear.
Drole y gloxinia conocían bien a Meliodas a diferencia de Elizabeth que tan solo lo habia visto en un par de ocasiones.
Se sorprendió de escucharlo decir esas palabras, siempre oyó de el que era muy cruel y despiadado, que habia matado a muchos de sus camaradas. Pero al parecer los rumores no son tan ciertos.-Cuenten conmigo para detener la guerra- hablo firme la diosa.
-Bien eh dicho todo lo que quería es todo de mi parte.
-Bien, me retiro ya Gloxinia.- hablo el gigante mientras se marchaba a grandes pasos de ahí.
Elizabeth extendió sus alas blancas y emprendió vuelo. Miro a Meliodas quien caminaba para salir de aquel bosque.Bajo para acercarse a el, le intrigaba que no volara para salir.
-¿Porque no vuelas?- pregunto volando un poco arriba de el.
-Mi poder es muy fuerte, podría destruir muchos árboles o hadas.
-Oh, entiendo. Entonces ¿No te gustan las guerras? Eh oído rumores de que tu eres muy cruel y despiadado.- comento algo confundida.
-Tienes una idea equivocada sobre mi Diosa Elizabeth.- contesto mirándola a los ojos con una leve sonrisa.
Elizabeth se sonrojo y solo desvío su mirada hacia el frente mientras volaba a la par de su caninata de aquel rubio.
-Es una hermosa vista ¿Cierto?- hablo para romper aquel silencio incómodo.
-Si, por eso me gusta salir siempre del inframundo, ahí todo es hostil y frío.
-¿En serio? Supongo que es lo normal ¿no?- pregunto mientras lo miro a la cara.
El igual la miro para responderle y sus miradas se encontraron, se sonrojaron y desviaron de nuevo sus miradas.
Cuando por fin llegaron al limite del bosque el pudo extender sus alas oscuras y mostró su modo asalto.
Elizabeth aun no creía del todo que aquel chico sea el líder de los mandamientos.
Volaron juntos sin pronunciar alguna palabra mas. Llegaron al lugar en ruinas donde estaba aquel cachorro.
Elizabeth pronto buscó comida para el y se la dio, paso la tarde jugando con el, mientras Meliodas los observaba sentado no muy lejos de ellos.
Elizabeth se sentó junto a el ya algo cansada.
-¿Te cansaste jugando con el cachorro?- pregunto mientras la veía sudar y suspirar pesadamente.
-Si, tiene muchas energías. Aun no le eh puesto nombre- hablo mientras observaba al can algo pensativa.
-Estarosa seria un buen nombre.- comento Meliodas mientras miraba al cachorro que comenzaba a quedarse dormido.
-Es un bonito nombre.- contesto la diosa con una linda sonrisa.
La tarde comenzaba a caer, y ambos debían irse a su respectivo clan.
Ambos extendieron sus alas y comenzaron a volar.
-Bueno aqui nos despedimos Meliodas.- comentó Elizabeth algo triste.
-Te veré Mañana ¿No?- pregunto mientras le mostraba una leve sonrisa.
Elizabeth se alivio de oír esas palabras. Asintió feliz y comenzó a volar, alejándose poco a poco de el.
Meliodas la observó alejarse.
Algo crecía en él esa necesidad de protegerla siempre y no separase de ella.¿A eso se refería su hermano menor con querer a alguien?
Voló rápido y pronto llego a su castillo del inframundo.
Al llegar Miro a Zeldris caminar junto a una rubia de ojos rojos. El se notaba feliz y su mirada tenia un brillo especial.Algún día entendería lo que era amar a alguien de la misma forma en la Zeldris habia encontrado en aquella vampiro.
Y ese día llegaría mas pronto de lo que esperaba.
Pues bien el destino ya tomaba su rumbo y la guerra santa pronto estallaría.
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Demonio y Diosa
FanfictionEl amor debe ser el sentimiento mas puro y sincero en el mundo. Pero para nuestros protagonistas no sera así, ese sentimiento es inadecuado e incluso prohibido para ambos. Pertenecen a diferentes clanes y cada clan siempre estara en contra uno del o...