Demonio y Diosa

Recuperando los tesoros sagrados

Cuatro de los siete pecados estaban juntos ya.
Decidieron recuperar sus tesoros sagrados y el primero y más cercano era el de Ban.
Regresaron a la mazmorra de Baste en ruinas y encontraron rápido aquel arma.
La segunda era el gideon  de Diane,  se enteraron que harían un torneo en Baizel y que el premio era un gran arma que nadie podía quitar de aquella montaña.
Ban meliodas y king se registraron en aquel torneo con otros nombres para poder ganar el arma sagrada.

Diane al ser gigante no podia participar y Elizabeth se ofreció a hacerle compañía en lo que los chicos participaban en el torneo.

Mientras iban por el bosque encontraron un hongo que les roció un gas que las hizo encoger de tamaño.

Diane ahora tenía una altura promedio y se registro con el nombre de matrona.

En el primer combate los chicos se dieron cuenta que aquella chica portaba el uniforme de Elizabeth pero había algo que no cuadraba ahi.

-Ella no es Elizabeth sus pechos son mas chicos y tiene el trasero mas grande-  hablo Meliodas que ya habia examinado completamente a aquella chica.

Ganó fácilmente el combate contra griamore.

Al acercarse a los chicos king la reconoció de inmediato.

-¡Diane! ¿Como conseguiste ese tamaño? ¿Y la princesa Elizabeth?

Una voz se escucho provenir dentro de Diane. Ella desabotono su blusa y una Mini Elizabeth asomo de entre sus pechos.

Diane contó a todos lo que ocurrio con el hongo.

El efecto del hongo según king tardaría solo unas horas.

Las batallas pronto fueron avanzando hasta llegar a la ultima que era entre Meliodas y Diane. Cualquiera que gane se llevaría el gideon. El tesoro sagrado estaba en sus manos.

Estaban en medio de la batalla cuando ambos pararon de pelear. La gente los abucheaba pero Ban y King subieron al escenario.

-¡Escuchen todos somos los siete pecados capitales y mataremos a Todo aquel que se quede cerca de nosotros así que corran o no respondo!- grito  Meliodas muy alto y enojado y todos los presentes corrieron.

Hawk se acerco a ellos preguntando porque habían hecho eso repentinamente.

-Algo se acerca y muy peligroso- contesto sin mas Meliodas.

Hawk se asusto y comenzo a correr hacia el sombrero del jabalí con Elizabeth aun pequeñita.

Guila se acercaba con Jericho una caballero sagrada que habia tomado sangre de demonio sugerido por los Caballeros Hendrickson y Dreyfus y a consecuencia de eso obtuvo un poder demoniaco.

Por otro lado una de las hermanas mayores de Elizabeth la buscaba por los alrededores pues según por boca de Hendrickson y Dreyfus, Elizabeth estaba siendo controlada por los pecados y estaban atacando las aldeas vecinas a Liones.

Meliodas fue herido por guila y Hawk lo llevo lejos de ahí dejando a King y Ban la pelea contra aquellas dos caballeros.

Elizabeth estaba muy preocupada por Meliodas y se sentó junto a el. Oraba porque el abriera pronto sus ojos.

De pronto hawk la vio crecer. El efecto del Hongo comenzaba a desvanecerse.

Cuando recupero su tamaño normal su hermana verónica la encontró desnuda.

La regaño de inmediato y le dio una chamarra que ella llevaba encima.

La tomo por la fuerza del brazo para llevarla de vuelta a su hogar pero elizabeth gritaba que no y que la soltara.

Sus gritos llegaron a Meliodas y despertó al instante, golpeo suave la mano de verónica y esta soltó a Elizabeth.

-Yo soy el único que protegeré a Elizabeth de ahora en adelante, no permitiré que nadie se la lleve de mi lado-

Elizabeth se escondió detrás del rubio con algo de alivio.

Verónica enfurecida saco un diamante en forma de triangulo y dijo algunas palabras extrañas.

-Te demostrare que es un demonio y no debes confiar en el- dijo enojada.
Al terminar aquellas palabras extrañas Meliodas fue arrastrado a aquella gema que sacó.

Griamore el acompañante de Verónica la encerró en una burbuja de gravedad. Pretendiendo llevársela.
Pero Ban llego pronto a ellos y amenazo a griamore con lastimar a Verónica si no soltaba a Elizabeth.

El obedeció y Elizabeth cayo sentada al suelo tomo la espada y la gema y corrió lejos de ellos.

Verónica pronto la alcanzo pero una bomba estallo justo en el piso.
Saliendo lastimada únicamente Verónica pues ésta empujó a su hermanita.

Guila habia colocado varias bombas alrededor del lugar y una de estas explotó lastimando gravemente a Verónica.

Elizabeth asustada lloraba desconsolada abrazando el cuerpo herido de su hermana.

Guila se acercaba a ella con intenciones de llevársela a la fuerza.
Elizabeth en su desesperación llamaba a gritos a Meliodas y como si el oyera aquellos gritos salio de la gema.

Pero algo diferente tenia en el rostro y cuerpo.

Unas manchas oscuras.

El comenzó a atacar a quien se metiera en su camino parecía que la oscuridad se apoderaba de el.
Hawk y Elizabeth no entendían que pasaba. Incluso ataco a Ban.

Elizabeth sintió una ráfaga de viento acercarse a ella y al abrir sus ojos miro a Meliodas frente a ella.
El se acerco a olerla y se alejo de ahi.
Meliodas ataco a otro caballero que estaba peleando contra king de nombre Hellbram.

Pero el de alguna manera lo logró herir. Diane llego pronto a ellos y molesta por lo que le habían hecho a Meliodas ataco con toda la fuerza de su arma sagrada.

Ante el gran alboroto de la fuerza de ella los caballeros sagrados huyeron de ahi.

Diane camino hasta Elizabeth, Ban y King, llevando a Meliodas algo herido en su mano.

El rubio despertó y saludo a todos. Recibió pronto un buen golpe de Ban.

-Estamos a mano ahora capitán- hablo Ban justificando aquel golpe.

Elizabeth aliviada de verlo bien lo abrazo muy feliz, Meliodas como siempre aprovecho el abrazo para tocarle el trasero.

Ahora una preocupación mas tenia el rubio. Su espada rota fue robada y con ello una gran tragedia se aproximaba.

Al caer la noche Elizabeth de dirigió a su cuarto. Al poco rato Meliodas llego y entro también ella lo miraba confundida. Recordó como salió de aquella gema.
Unas imágenes llegaron a su mente algo le decía que no era la primera vez que lo veía de esa manera.

Meliodas se acerco a ella y le acaricio su rostro, podía notar la preocupación en su rostro.

-Lamento si te Asusté Elizabeth- le dijo mientras seguía su mano en su rostro.

Ella solo asintió con la cabeza mientras algunas lágrimas rodaron en sus mejillas.

-Solo me alegro de que este bien señor Meliodas.-  comento mientras se limpiaba sus lágrimas y le dedicaba una tierna sonrisa al rubio.

Meliodas sonrio y beso la frente de la ojiazul.
Ambos se acostaron en aquella cama y quedaron profundamente dormidos.