El líder de los gigantes hablo a su clan al dia siguiente sobre la posible guerra que estaría por iniciar.
-A nadie le gustan las guerras pero si en un futuro comenzara alguna, yo definitivamente proteger a mi clan.
Todos gritaban esperanzados, pues confiaban ciegamente en el.
-Señor drole, esta guerra es un hecho ¿cierto?- pregunto una gigante de cabellos castaños largos.
-Me temo que si, aunque ahora solo son rumores, yo solo espero que no resulten muchos muertos.
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Mientras tanto muy lejos del clan de los gigantes en un bosque jugaba una peliplata con un cachorro feliz.Mientras sentado cerca de ella un rubio los observaba.
El la miraba de cierta manera especial.
Sentía algo dentro de el que cambiaba pero no debía dejarlo salir. Debía seguir con su reputación de ser cruel y despiadado. Pero quizá con aquella chica pueda ser quien es realmente.Un ruido fuerte se oyó en el bosque de repente, como una explosión, el perrito asustado brinco hasta la diosa, ella lo abrazo fuerte mientras miraba en la dirección de donde provino el ruido.
Meliodas extendió sus alas de materia oscura y mostró su modo asalto.
-Quedate aqui Elizabeth iré a investigar que sucedió.
La diosa no pudo ni desistir porque el salio rápido hacia aquella dirección.
Pero ella era rebelde de nacimiento. Dejo al perro en un lugar seguro y extendió sus alas para seguir a meliodas.
Pronto lo alcanzó, el estaba dialogando con un gigante y un humano.
Al parecer los convencía de dejar de pelear. Tanto el humano como el gigante se veían cansados.Para ser humano era muy tonto o muy valiente para pelear contra un gigante.
-Rou ¿Porque inició el pleito?- pregunto Meliodas al humano.
Al parecer ya lo conocía.
-Se quiso comer a gerheade.- no iba a permitirlo.
-Las hadas son muy deliciosas- bufó el gigante pasando su lengua por su boca.
¿Hada? Se pregunto a si misma Elizabeth, pues escuchaba perfecto la platica entre los 3.
-Ese gigante es muy cruel, el señor Drole lo castigara cuando se entere.- hablo una pequeña hada de cabello castaño suelto que le llegaba a los hombros.
Elizabeth se giro a ver hacia atrás de donde provenía la voz, mirando a aquel hada que intentaba esconderse detrás de ella.
-Hola, ¿Tu eres el hada a la que quisieron comer por el gigante?- pregunto la diosa con amabilidad.
-Si, pero justo ahora ire a decirle al señor Drole y ese gigante recibirá su castigo.- hablo enojada con sus cachetes inflados, como una niña que hacia puchero.
Elizabeth río por el gesto del hada.
Meliodas se percató de su presencia en seguida y miro al cielo observándola platicar con el hada.
-Bueno me temo que te llevare con tu líder te guste o no- hablo el humano quien apuntaba su espada frente al gigante
-Tendrás tu castigo, por intentar romper esa armonía y paz entre los clanes. Y no cualquier hada quisiste comer, sino a la hermana menor del rey Gloxinia. Esto te pesará- hablo meliodas con mucha frialdad.
El gigante parecía no estar ni un poco asustado ni arrepentido. Meliodas lo tomo del brazo con una facilidad y comenzo a elevarlo disponiéndose a llevarlo frente a su líder.
Elizabeth voló hacia ellos acompañándolos, mientras gerheade se acercaba a aquel humano y platicaron de lo mas alegres, se podía observar la buena comunicación y amistad entre ellos o quizá sera algo mas que amistad.
Pronto llegaron al clan de los gigantes, meliodas descendió junto al gigante que aun tenia de la mano quien forcejeo en todo el camino para librarse del agarre del rubio pero no logro conseguirlo.
Drole visualizó a Meliodas de inmediato junto a el Elizabeth y detrás de ellos gerheade con Rou
-¿Que sucede Meliodas? ¿Porque traes a un camarada mío de esa manera?
-Me temo que tu camarada intento hacer algo en traición.- hablo muy fuerte y soltó de inmediato al gigante quien quiso huir pero Meliodas se puso frente a el y no logro huir.
-¿Que intento hacer?- pregunto Drole mientras se acercaba al gigante para tomarlo del brazo.
-Solo intento comerme que mas- grito gerheade mientras llegaba por fin junto a ellos.
-¿Que hizo que?- hablo enojado Drole.
Acto seguido propicio un buen golpe. Hablo a dos de su clan y lo agarraron fuerte para encerrarlo.
-Lamento tanto ese mal momento Gerheade.- hablo disculpándose Drole.
-Esta bien tranquilo- contestó alegre el hada que revoloteaba cerca del gigante.
Elizabeth miro al humano que salvo al hada, quizá los humanos son los seres mas amables del mundo.
-¿Que tanto piensas Elizabeth?-preguntó meliodas mientras se acercaba a ella.
-No nada en especial- contestó con una gran sonrisa.
Meliodas se sonrojo ligeramente. La sonrisa de Elizabeth era muy tierna y transmitía mucha paz.
Cuando el mal entendido se arreglo Gerheade junto a Rou, Meliodas y Elizabeth se retiraron del clan de los Gigantes.
Nuevamente se despedían para que cada uno se fuera a su clan.
Pero en un lugar oculto alguien los vigilaba con mucho recelo
Y ese alguien seria el causante del inicio a la tan temida guerra santa.
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Demonio y Diosa
FanfictionEl amor debe ser el sentimiento mas puro y sincero en el mundo. Pero para nuestros protagonistas no sera así, ese sentimiento es inadecuado e incluso prohibido para ambos. Pertenecen a diferentes clanes y cada clan siempre estara en contra uno del o...