Demonio y Diosa

Perpetua Reencarnación y Vida Eterna

** Todo será Narrado por Meliodas **

Todos los pecados ahí presentes se quedaron en silencio esperando que comenzará a hablar.

-Todo comenzó 3 mil años atrás, cuando los clanes estaban en un pacto de armonía, y si Elizabeth es una diosa, y yo un demonio, desde el principio nuestros clanes eran enemigos por naturaleza, dioses y demonios no debían ser amigos ni aliados, tan solo respetabamos sus territorios, el clan de la diosa tenía a arcángeles muy poderosos así como los demonios teniamos a los mandamientos que eran los demonios de más alto élite y poder.
Esa paz se rompió cuando Elizabeth y yo nos conocimos y comenzamos una relación. Al principio solo fue amistad pero luego algo más crecía entre nosotros, para serles sinceros yo odiaba recibir órdenes de mi padre el rey demonio, todo el tiempo el quería que matará que impusiera el miedo, a veces escapa de la rutina y me acostaba solo en unas ruinas abandonadas a admirar el cielo, fue por ese tiempo cuando conocí a Elizabeth, Sabia que ella seria la luz de mi oscuro camino. Y cuando mi padre el rey demonio y la madre de Elizabeth se enteraron de que teníamos una relación la guerra estalló, demonios y arcángeles luchaban e involucraron a los demás clanes, pero Elizabeth y yo estábamos en contra de aquella guerra, así que creamos el grupo de Stigma, el rey Hada Gloxinia era nuestro aliado al igual que el líder del clan de los gigantes Drole. Éramos un equipo poderoso, pero nosotros 4 no podíamos hacer nada.

Al final ambos dioses impusieron su maldición sobre nosotros. Para Elizabeth perpetua reencarnación, ella renacerá cuando muera y tendrá vidas cortas, pero perderá cada recuerdo de su vida anterior y si ella recordara sus vidas a los 3 días moriría. Y yo con la vida eterna, y si llegase a morir revivire para seguir con la maldición, ya que en cada vida de Elizabeth nosotros nos encontraremos e inevitablemente la veré morir. Ya eh conocido 107 Elizabeths y 106 veces la eh visto morir y no es algo a lo que pueda acostumbrarme, simplemente no puedo soportar verla morir.
Es por eso que necesito romper esa maldición, Elizabeth no puede morir, no ésta vez.-

Cuando termine de contar la verdad, todos lloraban y se sentían muy mal, en especial Diane. Yo seguí aferrándome a la mano de mi hermosa ojiazul.

Cuando todos se calmaron, me dejaron a solas con Elizabeth, segui sosteniendo su mano y solo pensaba y pensaba la posible solución para darle fin a esta maldición. Y la única solución era convertirme en el rey demonio, después de todo soy el primogénito y soy el mejor candidato a gobernar. Así tenga que despedirme de mi amada Elizabeth ella no morirá de nuevo, ésta vez ella seguirá viviendo.

Lo lograré a costa de lo que sea.

La noche llegó, pronto llegaríamos a Camelot. Miraba por la ventana las estrellas quizá sea la última vez que las mire con tranquilidad. Mire hacia Elizabeth y ella seguía durmiendo. Quizá el usar mucha de su magia contra la de Zeldris y el que sus recuerdos volvieron la tenían muy agotada.
Me acosté silenciosamente junto a ella, mientras miraba su rostro recordaba cada momento vivido en esta 107 vida, sin duda es la más parecida a la primera Elizabeth que conocí, juraría que nada había pasado que todo es como hace 3 mil años, pero no era así.

*Elizabeth definitivamente te salvaré no puedo verte morir de nuevo, Te amo*

Susurré para ella cerca de su oído, deposité un suave beso en sus labios y la abraze hacia mi.

Pronto llegamos a Camelot, tome mi espada y antes de salir mire a Elizabeth aún durmiendo. Sonreí algo triste y salí de la habitación, llegue hasta abajo y todos me miraron con compasión.

-No pongas esas caras, ya estamos en la entrada de Camelot prepárense para luchar.- anuncié fuerte y claro.

Todos asintieron y salí del boar hat y vaya sorpresa me lleve al ver a Zeldris en la entrada esperándome.

-Llegas a tiempo Meliodas, ¿que dice la diosa maldita? ¿Por fin recordó todo? Yo le ayude un poco-

Habló muy orgulloso de lo que había hecho, muy furioso me lanze hacia el comenzando a luchar, pero pronto me di cuenta de que era una trampa. Tan solo era un espejismo y entonces melascula apareció detrás de mí y me envolvió en una esfera de energía negra.

Fuera de aquella esfera los pecados luchaban contra los esqueletos que melascula había dado vida. Pronto empezó a tener dificultades y se apoderó de la mente de Diane.

Entonces ellos comenzaron con más dificultades.

-Dejame salir Melascula-

Le sugeri muy tranquilo pero ella no accedio.
Fue hasta que dijo que Elizabeth había despertado y que estaba en el campo de batalla.

Ya no podía estar más tiempo en esa esfera de energía negra. Y nuevamente le dije ya con molestia en mi voz.

-Dejame salir.-

Pero ella nuevamente se negó. Concentre toda mi magia y cuando ésta comenzó a unirse con la de melascula escuché la voz de mi padre.

-Caiste justo en la trampa Meliodas, ahora yo controlare tu cuerpo y mente.-

Quise calmarme para que mi padre no me controlara pero simplemente no pude y mi parte más salvaje se hacía presente...