Demonio y Diosa

Volviendo con Elizabeth

** Este capitulo será narrador completamente por Meliodas **

Cuando la séptima espada se incrustó en mi todo se volvió oscuro. Cuando desperté estaba en él purgatorio. A diferencia de Elizabeth yo tengo completas mis memorias, esta era la quinta vez que moría.
Vagaba en aquel solitario Lugar cuando escuché la voz de mi padre.

-Meliodas una vez mas aquí, esta vez si que te hicieron daño-

-No me digas que observarme es uno de tus pasatiempos, Padre- contesté burlonamente

-No te hagas él valiente Meliodas, puedo sentir tu miedo-

-¿Miedo? No se de que hables Padre- contesté aun caminando mirando a mi alrededor quería salir rápido de ahí, seguramente Elizabeth estaba sufriendo por mi.

Mi padre continuo hablando sobre mi que siempre fui él mas poderoso y otras tonterías mas, no prestaba atención a sus palabras hasta que escuche que insulte a Elizabeth.

-¡Tu lo tenías todo, sino fuera porque conociste a esa maldita diosa Elizabeth seguirias siendo él líder de los mandamientos!-

-No insultes a Elizabeth y menos en mi presencia, ella es la razón por la cual puedo ser quien soy, iluminó mi oscuro camino y pude sentir lo que es tener a alguien especial, tal como Zeldris sintió en su tiempo, pero tu y tu maldito egoísmo hizo que matara a todo el clan de Gelda.-

-Zeldris heredo esos tontos sentimientos de su madre, pero tu no eres así, esa diosa te lavo él cerebro.-

-Te equivocas padre incluso tu llegaste a sentir algo por mi madre. Recuerda la época en la que tenias una sonrisa siempre en tu rostro, la muerte de mi mamá fue triste pero...-

Un fuerte ¡Basta! Retumbo en todo el lugar, toque una herida profunda de mi padre y decidí mejor quedarme callado.

La voz dulce y llorosa de Elizabeth llego a mi de repente como en un susurro a mi oído.

-Regresaras a mi Meliodas, sin importar que, me lo prometiste

Elizabeth me esperaba, tenia que salir ya de este horrible lugar.

-Linda charla padre pero regresame a la tierra ahora mismo- le hable serio y algo enojado.

-Oh claro que volverás, pero antes ..-

Una de sus enormes manos se posicionó frente a mi cara y sentí como empezó a jalar algo de mi interior, dolía mucho y comenze a gritar.

Veia como ese algo se materializaba en energía negra que comenzaba a tomar mi forma.
¿Que demonios ocurre?

Pensé para mi mismo.

Mientras me sentía desfallecer, veía como aquella energía negra tomaba mas mi forma con las últimas fuerzas que me quedaban me aferre a lo que era mi pierna.

-Debo cumplir la promesa a Elizabeth y regresar con ella, me esta esperando- 

Es lo único que quería hacer, mi padre había ganado esta vez, pero yo definitivamente salvare a Elizabeth.
Antes de que perdiera la conciencia vi como aquella materia oscura que ya tenia la forma completamente de mi cuerpo comenzaba a salir. Sonreí derrotado y mis ojos se Cerraron.

Cuando volví a abrirlos vi él techo del boar hat, regresé a la tierra una vez mas, me senté en la cama donde estaba. Mire mis manos y mi cuerpo, todo parecía estar bien. Mi torso desnudo me hizo ver las cicatrices de mis heridas sanadas, sabia que era obra de Elizabeth.
Comence a buscarla en los alrededores pero ella no estaba ahí, sentí la presencia de dos mandamientos derrieri y monspiet.
Salí tan rápido como pude por la ventana, y noté enseguida como derrieri intentaba golpear a mi Elizabeth golpee Su abdomen antes de que ella tocara a mi amada diosa y la cargue en mis brazos. Sentir su piel y su aroma me hacia sentir mas vivo.

-Sate, sate, sate, tomo una pequeña siesta y al despertar todo esta hecho mierda. Y él maldito cerdo ¿Que comió ahora? Dejando todo eso a un lado perdón por hacerte esperar-.

Ella enseguida lloro y mostró su dulce sonrisa.

-Sabia que volverías a mi ¡Meliodas!-

Sentí como se aferro mas a mi y una alegría inmensa me invadió, con mi frente toque la de ella y junte nuestras narices, podía sentir su respiración y sus lágrimas mojaron mis mejillas, no aguante las ganas y le deposité un suave beso en la comisura de sus labios. Quedando sonrojada y yo reí. La baje suavemente y la tome de las manos.

-Te extrañé Elizabeth-

Susurré para ella, quien seguía muy sonrojada pero me sonrió aun así y me abrazo de nuevo.

-Ya se la razón por la cual mi corazón se llena de alegría y nostalgia, siempre has estado a mi lado, tu me entregaste a los brazos de mi padre cuando era una bebe, has cuidado de mi toda mi vida Meliodas y aun así sigues protegiendome, se que está demás decirlo pero gracias y Bienvenido de nuevo. ¿Como Llegaste rápido aquí? ¿Tus heridas ya están bien?-

Su preocupación era realmente tierna pero para su tranquilidad le tome la mano y la hice tocar mi abdomen, cosa rara ella no se sonrojo como siempre, me percate de que tenía un nuevo uniforme y debía asegurarme que sea de mi aprobación, revise cuidadosamente cada curva de su cuerpo y entonces ya se sonrojó pero en Lugar de apartarme me aferro a sus grandes pechos y ahora yo era él sonrojado.

Elizabeth reacciono ante sus actos disculpandose al instante. Y él garraspeo de zaratras la hizo gritar de susto.

Salude a Zaratras y cruzamos algunas palabras nada mas y de nuevo la presencia de derrieri se acercaba, golpeo fuertemente a la mamá de Hawk y cargue a Elizabeth en mis brazos y corrí lejos de ahí, no queria que se lastimara.
Deje a Elizabeth lejos de mi y comencé a pelear con Derrieri, esquivaba cada ataque que me lanzaba, hasta que monspiet hizo un gran halcón de fuego.
Lo devolvi rápidamente con mi full counter. Y algo en mi deseaba mas pelea, ver mas sangre. Me costo trabajo tranquilizarme me sentí asustado, no quería sentirme de nuevo así cuando era él líder de los mandamientos. Me inque y comencé a tocar mi frente y a respirar pesadamente.

Sentí las manos de Elizabeth en mis hombros y la mire a los ojos, se veía preocupada y era lo que menos quería. Hundí mi cara en sus grandes pechos y me quede así unos segundos, ella no me aparto, mas bien me acariciaba mis alborotados cabellos consolandome.

Por eso y mil razones mas amaba a esta mujer.

Una presencia poderosa de magia se hacia mas fuerte. Sabia de quien era.

-Fraudrin-

Elizabeth me escucho y me pregunto quien era. Pero no conteste me aleje de sus pechos y me puse de pie. Nuevamente esas intensas ganas de pelear y matar llegaban a mi.

Sin decirle nada a mi princesa comencé a correr hacia donde estaba Fraudrin en Liones.

Esta vez lo haría pagar por la muerte de Liz.
Mande un clon a que jugara un rato con Fraudrin, no demoré en llegar ahí y mi diversión comenzó. Cada segundo aumentaba mis ganas de seguir luchando y golpeando a Fraudrin era sensación agradable quería mas y mas.

Cuando le di él último golpe sonreí gustoso. No me percate de que Elizabeth ya me había alcanzado en liones y me miro con una cara de preocupación.

Genial ella y mi mejor amigo me veían mal, sabia que algo cambio en mi. Mi mente solo se preguntaba

¿Que me hiciste rey demonio?