Demonio y Diosa

El ataque final de Meliodas: Revenge counter

-¡Muy bien pecados capitales hay una ultima opción para acabar con este rufián de una vez por todas! ¡Gowther, manda mi idea a todos!- ordeno el rubio con gran determinación.

-Capitán Gowther esta muerto.. - susurro king.

Pero como película de terror aquel pecado se puso de pie y buscó su cabeza despegada de su cuerpo y se la coloco de nuevo, acomodo sus lentes y adopto una pose extraña.

-¡A la orden capitán!-
Leyó la mente del rubio y con su magia llevo esa idea a cada uno de los presentes ahi.

-¿Que clase de idea es esa capitán?- se cuestionaba Diane.

-¿Seguro capi? Es algo temerario- hablo ahora Ban.

-Tranquilos chicos esta todo calculado asi que vamos ¡Manos a la obra!

Meliodas terminando de decir esas palabras desactivó su energía mágica.

-¿Acabas de desactivar tu energía? Estas firmando tu muerte Meliodas- hablo victorioso Hendrickson.

Meliodas sin embargo no se inmuto.

Todos los presentes comenzaron a atacar a Hendrickson pero los ataques también dañaban al rubio.

-Lo único que hacen es herir a su amado héroe- decía Hendrickson aun sin entender que querían hacer con esos ataques pues a el no le  hacían ningun daño.

Sin embargo todos seguían atacando con todo lo que podían.

-¡No lastimen al señor Meliodas! Hendrickson no tiene ninguna herida ¡Solo lastiman al  señor Meliodas! ¡Detenganse!- gritaba angustiada Elizabeth.

Gowther le mando la idea a ella también y dejo de gritar pero aun estaba angustiada.

-¿Sera buena idea?- susurro para ella misma.

Meliodas aguantó cada ataque.

Recibió el último de Ban.

-¿Con esto basta capitán?- pregunto el zorro de la avaricia.

-Si- respondio Meliodas con una sonrisa.

Seguidamente una gran energía lo comenzo a rodear formando un remolino.

-¿Que esta pasando?- preguntó Hendrickson asustado.

-Al desactivar tu energía mágica puedes absorber el de otros y con esto crear una gran masa de magia es la técnica final del Capitán y según mis cálculos hay una probabilidad de 0% que sobrevivas. ¡Mucha suerte!- explicó Gowther dejando a Todos sorprendidos.

Meliodas lanzo toda esa energía hacia Hendrickson y el poco a poco fue desapareciendo.

La batalla llegó a su fin. Todos gritaron aliviados. Después de lanzar su técnica Meliodas cayo agotado.
Elizabeth se acerco a el y lo tomo de la mano ayudándole a ponerse de pie.
Verónica llegaba por fin al lugar donde ocurrió aquella batalla con unas muletas y las piernas vendadas.

-¡Ellie!-

-¡Hermana Verónica! ¡¿Estas viva?! ¡Que felicidad!

Las tres hermanas se abrazaron contentas.

De repente su padre apareció junto a Merlin.
Ahora las tres corrían a abrazar a su padre.

Apenas vieron al rey todos los caballeros se inclinaron ante el pidiendo disculpas por sus malas acciones que hicieron por órdenes de Hendrickson y Dreyfus.

-Su castigo sera trabajas dia y noche por la reconstrucción del reino- ordenó el rey Baltra absolviéndolos asi de toda culpa.

-Elizabeth estoy orgulloso de ti, sola buscaste a los pecados capitales y gracias a eso el reino esta a salvo.

-Pero padre a pesar de mi esfuerzo Hawk... El... - Elizabeth no termino de hablar ya que el llanto se apodero de ella.

-Asi que el maestro nos dejo- hablo Ban mientras se acercaba al cuerpo negro del cerdo

-No te perdonare esto Hawk ¿Quien limpiara las sobras?- comentaba ahora el rubio quien se unía a Ban.

De repente el cuerpo negro del Cerdo se movió y fue desapareciendo poco a poco la materia negra. Apareciendo ahora en tamaño muy diminuto.

-¿Que mierda te paso?- preguntaba sorprendido Ban.

-Ni idea- contesto el cerdo

Ban lo lanzo al aire mientras todos se alegraban de que siga vivo.

-Ese cerdo si que hace cosas temerarias- comento Meliodas.

Elizabeth lo abrazo hacia ella y nuevamente su magia apareció curando las heridas del rubio.

-Usted también señor Meliodas hace muchas cosas temerarias- hablo mientras algunas lágrimas caían.

Se agacho a la altura del rubio y lo abrazo fuertemente. Pero de nuevo su energía se agoto y se desmayó, pero gracias a que Meliodas la tenía abrazada no cayó al suelo.

Todos se acercaron preocupados, merlín estiro su mano a su rostro de la princesa examinandola de inmediato.

-Solo esta exhausta, un buen descanso y quedara bien- comento para el alivio de todos.

Meliodas se negó a que otro la llevara a su recámara y el cargándola en brazos la llevo hasta el palacio.

Cada caballero comenzo su tarea de restaurar Liones. Los dias pasaban y Liones comenzaba a mejorar. Pero elizabeth no despertaba.
El rubio comenzo a preocuparse entro a la habitación de la princesa y tomo su mano depositó un suave beso en ella.

-Elizabeth despierta pronto por favor, necesito que sigas a mi lado si no encuentras motivo para vivir. Vive por mí.

Elizabeth en sueños escucho las palabras de Meliodas, apretó fuertemente su mano del rubio y poco a poco abrió sus ojos.

-Señor Meliodas ¿Lo hice esperar mucho?- preguntó dulcemente mientras le sonreía amable.

Meliodas le devolvió la sonrisa y la abrazo delicadamente

-Lo importante es que ya despertaste querida Elizabeth.-

Ella se sentó lentamente en la cama mientras se despegaba del abrazo del rubio.

Platicaban de lo ocurrido en los dias que ella durmió y después se reunieron con los pecados capitales.

Todo estaba en paz ahora, pero nada es para siempre y aquella paz pronto terminaría.