Los 10 mandamientos

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Uno de los demonios de mayor elite que fueron elegidos para formar ese grupo selecto personalmente por el rey estaba frente a ellos..

-Galland de la verdad- susurro Meliodas.
El rubio estaba frente a Elizabeth protegiéndola al igual que Merlín protegía a Arthur.

Este demonio de gran fuerza tenia a todos muy sorprendidos pues emanaba una increíble energía mágica.

-Absolutte cancel- hablo Merlín mientras chasqueaba los dedos y Diane comenzaba a crecer.

-Necesitamos toda la fuerza mágica que tengamos. Elizabeth es por esta razón que no quiero que sigas a mi lado. No quiero exponerte a mas peligro no quiero perderte.- comento Meliodas para Elizabeth quien seguía detrás de el.

-Señor Meliodas, yo quiero seguir a su lado, de algún modo quiero ayudarle.

-No, Elizabeth por favor no insistas.-

Meliodas corrió hasta Galland comenzando a atacarlo. Pero era obvio la diferencia de poderes entre el demonio y el rubio. Diane se unió a la batalla también pero muy poco lograban tocarlo.

Merlín coloco en un perfect cube a Elizabeth y Arthur mientras conseguía hablar con aquel mandamiento tratando de persuadirlo y hacer que se vaya. Pero no contaba con la maldición de Galland de la Verdad.. Pues aquel que mienta frente a el quedara petrificado completamente en piedra.

Galland reía victorioso derrotar a Meliodas y aquel grupo seria sencillo. Cuando los dejo a todos en el suelo incapaces de seguir peleando quiso darles el ultimo golpe para matarlos pero Gowther recupero su cuerpo y manipuló la mente de Galland haciéndolo creer que los mato a todos.

Merlin ya con su poder debilitado desapareció el perfect cube que tenia resguardados a Elizabeth y Arthur. Y traspaso su alma a su tesoro sagrado.

Elizabeth corrió hasta Meliodas quien estaba aun en el suelo tirado herido, lo tomo en sus brazos y con la ayuda de otro caballero de camelot llevaron a Meliodas y el cuerpo de Merlín petrificado adentro de Camelot.

*En el bosque del Rey Hada*

King despertó y miro a Ban junto a el.

-¿Que paso?- pregunto algo confundido

-Nada compañero. Todo esta bien ahora, pero yo debo seguir mi camino, si tu quieres quedarte aqui esta bien.- dicho eso tomó su bulto y comenzo a caminar lejos de las hadas.

-¡Ban! Si un demonio como el albion apareció significa que una gran guerra esta por comenzar. ¿No regresaras con los pecados capitales?

-Saludame al capitán de mi parte, yo aun tengo mucho que hacer solo.- contestó sin mirar a ver a king y continuó caminando.

*** Lejos de camelot ***

-Parece que nuestro ex camarada Meliodas sigue muy vivo y tranquilo.- comentó el demonio Galland cuando llego frente a los demás mandamientos.

-Si, era de esperarse- comento el ahora líder de los mandamientos, un pelinegro de cabellos negros algo alborotados.

-¿Que debemos hacer?- preguntó Dreyfus

-Necesitamos recuperar nuestras magias y asi poder destruir a cada Humano.- respondió de nuevo el líder

-Quiza deba ir a cazar algunas almas- comento una demonio de cabellos morados.

-Haz lo que gustes Mellascula- contesto otra de cabellos castaños alborotados.

Un mandamiento que se había mantenido callado debido al "reposo" analizaba bien la situación.

Cada demonio tiene un gran poder pero solo Meliodas podía acabar con todos, en el pasado lo apoyó y ahora lo apoyaría también.

-Aun tengo dudas de tu lealtad Gloxinia ¿Sabes?- le hablo la demonio de nombre mellascula.

-En el pasado ayudaste a Meliodas a fundar Stigma el grupo formado por ti,Drole esa diosa maldita Elizabeth y aquel humano. Tu y Drole no tenían ninguna intención de Unirse a los mandamientos pero debido a la presión que el rey puso en ustedes terminaron uniendose a nosotros. Pero saben que los que pueden retirar los mandamientos soy yo y Meliodas, si veo algún intento de Traición de parte de ustedes o cualquiera, no dudare en arrebatarles su mandamiento.- hablo Zeldris muy frío sin obtener respuesta alguna de Alguno de ellos.

*En camelot*

Un rubio sintió que algo cayó en su mejilla mojándolo, despertó para encontrarse con los ojos azules llorosos de su amada princesa.

-Hola Elizabeth- saludo tranquilo.

La princesa se abalanzó a los brazos del rubio, creyó que el no volvería a abrir los ojos.

-Tranquila Elizabeth no llores.- habló el rubio abrazándola y pasando su mano de arriba a abajo de su espalda tratando de calmarla.

Cuando Elizabeth se tranquilizó camino junto a Meliodas hasta donde estaban reunidos Arthur y los demás quienes ya estaban siendo atendidos por una enfermera.
Arthur lloraba ante la figura de piedra de Merlín.

-Te falle Merlín una vez mas no pude protegerte.- susurraba Arthur entre lágrimas.

-Creo que Merlín no piensa asi- comentó Meliodas mientras llegaba a la habitación junto a la princesa.

-¡Meliodas -dono! ¿Se encuentra mejor?- preguntó Arthur

-Si algo- contesto mientras masajeaba uno de los grandes pechos de su princesa.

-Es raro que Galland se haya marchado asi como si nada sin matarnos ¿Que sucedió?- pregunto Meliodas confundido.

-Yo manipule su mente- hablo el pecado de la lujuria.

-¿Gowther? ¿Ya estas mejor de aquella confusión tuya?

-Si! Uso este prototipo que me ayuda a calmar mi magia- contesto mostrando su mano que tenia un brazalete

-¿Prototipo? ¿Quien le puso ese nombre?-

-¡Fui yo!- habló Merlín desde su arma sagrada.

-¿!Merlin!?- se preguntaron todos al unísono.

-Si, logre pasar mi alma a mi arma sagrada pero sera problemático no tener un cuerpo. Por ahora debemos enfocarnos en los mandamientos. Nos enfrentamos a uno hace un par de horas. Y debemos ser precavidos. Tienen que conocer cada uno de los mandamientos y el poder que tienen. Afortunadamente para nosotros al parecer aun no recuperan toda su magia. Galland es poderoso pero hay mas poderosos que el. Zeldris de la piedad, Estarossa del amor, Derrieri de la pureza y mellascula de la fe, necesitamos todo el poder que tengamos eso los incluye a ustedes dos. Princesa Elizabeth y Arthur lamento involucrarlos pero ahora en estas circunstancias necesitamos todo el poder.

-Cuente conmigo señorita Merlin, haré mi mayor esfuerzo.- hablo la peliplata

-Yo no prometo ser lo que esperan pero daré lo mejor de mi- contestó Arthur.

-Señor Meliodas ¿Me acompaña a ver a Diane? Recibió un fuerte golpe en la cabeza durante la pelea y aun no sabemos como sigue- sugirió la peliplata hacia el rubio tomándole la mano.

Meliodas sin negar la petición de su amada ojiazul la siguió aun tomando su mano. Mientras caminaban hacia el lugar donde un guardia le había comentado a la princesa donde se encontraba la gigante.

-Señor Meliodas ¿Porque no le comentó a Merlín nada cuando dijo que debo hacerme mas fuerte?

-Que mas podría decirle, tiene razón necesitamos mucha magia ahora. Además si estas cerca de mi puedo progerte mejor Elizabeth, lamento haberte hablado asi aquel dia, es que en serio no quiero que te suceda algo malo. - comentó el rubio mientras la miraba directo a los ojos

Elizabeth sonrio alegremente, transmitiéndole la paz que siempre le hacia sentir con solo una sonrisa, desde hace mas de 3 mil años, cada facción cada sonrisa cada detalle de la ojiazul era idéntico a la primera Elizabeth que conoció. Si bien amó con locura a Liz, incluso iban a casarse, con ésta Elizabeth todo era diferente, el amor era el mismo, la misma intensidad pero  todo era mas fuerte mas puro, su instinto le decía que con ésta Elizabeth la maldición terminaría a su fin y entonces quizá en esta vida su amor por fin dará frutos...

Demonio y DiosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora