Capítulo 13

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Entré en el bufete de abogados de Francesca Belgrano, veinte minutos después salir de casa. Y conmigo entre mis brazos, iban las pruebas que necesitaba para meter a Manuel, a Guadalupe, a Gabriel y también (aunque me doliese en el alma) a Estefan. Lo seguía amando, pero tenía a haber algo para que al final pagase el daño que él me hizo. Y fue servir a mis hermanos después de entrar en el centro psiquiátrico.

Francesca me recibió cinco minutos después de sentarme y cuando volví a sentarme en el despacho en breve, ella me preguntó:

―¿In questo modo tutti tra il marito e, quando ci siamo incontrati?

―Tutti rilassati, Grazie ―le respondí.

―¿Qué te trae por aquí?

―He venido a traerte estas cosas para que puedas decirme cuando proceder a denunciar a mis hermanos y a Estefan Medellín.

―¿Dónde están esas pruebas?

―Aquí ―le respondí―. Eso es un video y aquí están los documentos que me entregó el abogado de mi padre antes que me metiesen en un centro psiquiátrico.

―Déjame que vea ese video.

Le entregué las pruebas y después respiré hondo, mientras que observaba como Francesca ponía el cd en su ordenador portátil y en breve reproducía el video. Eso me hizo volver al pasado que tanto me aterraba volver y el que tanto me atormentaba.

Me llamo Inés Barquero y estoy grabando este video porque hace poco fui amenazada por uno de mis medios hermanos porque he sido nombrada la única heredera de la fortuna de su padre. O debería de decir, nuestro padre. Que en paz este. No sé si ha sido una amenaza o una amenaza de muerte. Lo único que sé es que no estoy a salvo mientras que soy la única dueña de algo que han querido desde toda su vida.

Confieso que no he querido esta herencia desde que supe que era su mayor heredera. Pero cuando supe que mis hermanos podrían desperdiciar la fortuna y las empresas de mi padre por alguien cercano a ellos, quise aceptar. Pero antes de firmar cualquier documento que acredite que soy la dueña de toda esa fortuna, quería grabar que he sido amenazada de muerte por Manuel Barquero.

Por si muero o me ocurre algo, dejó en buenas manos documentos y pruebas con las que poder culpar a mi asesino. Pero también quedo pruebas de que, si no llego a estar en esta vida, que la fortuna que acabo de heredar, se la quedé mi madre a proposición de que una vez al año, pueda donar un poco de ese dinero a organizaciones benéficas.

Estefan mi amor, te quiero si llegas a ver este video en el caso que yo esté muerta. Y recuerda que no debes de aferrarte a un recuerdo que puede desvanecerse tarde o temprano. Disfruta de tu vida en el caso en que yo no esté.

Ella cerró el ordenador portátil y quitándose las gafas de leer, me dijo:

―No sé qué decirte, Katherine. O Inés. Pero analizaré esos documentos y contactaré con el abogado de tu padre. Te prometo que en cuanto tenga noticias de ese abogado, redactaré con un juez una orden para que puedas llevarles a juicio.

―Gracias. En cualquier caso, tienes el teléfono de mi marito y el mío. Mañana salgo de viaje y no sé el tiempo en el que tarde en regresar.

―¿Dónde va a ser ese viaje?

―A España.

―Vuelves a ese país.

―Sí. Pero solo por asuntos de trabajo.

―Vale. Te llamare. Pero en el caso de que estés en España te escribiré un e-mail antes.

―Va bene.

Para Ti Es Mi Voluntad (Química Entre Nosotros I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora