Capítulo XVIII - Loca Bienvenida.

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Narra Temo

No puedo despegarme de Ari incluso con toda la lluvia que nos está cayendo encima.


Ari: Es mejor que bajemos, no querrás enfermarte y no poder verme – dijo casi gritando por la lluvia

Yo: Está bien – también grité – voy por mi rosa.


Bajamos abrazados y mojados, ahí estaban nuestros papás. Polita, Audifaz y mi Papancho nos veían felices y no podían aguantar la risa al vernos empapados.


Pancho: Ay Temo, pareces un pollito mojado – dijo revolviéndome el cabello. 

Polita: Entren chamacos, les preparé un té caliente. Mañana tienen escuela y no quiero que se enfermen.


Mi papá y Audifaz se quedaron afuera...


Audifaz: Sabe Pancho... no le voy a mentir. Cuando Ari me contó, me asusté como no tiene idea... No quiero que sufra.

Pancho: Yo también, y lo comprendo Audifaz. Sé que es difícil para uno como padre ver que sus hijos están creciendo. Nos duele ver que ya no son más esos niñitos que dependían de nosotros y ahora son hombres que están empezando a vivir.

Audifaz: Me encanta ver a Aristóteles tan feliz. Me alegra que Temo se haya aparecido en su vida.

Pancho: ¿Ahora somos consuegros verdad Antifaz?


Ambos se rieron y nos vieron felices mientras nos secábamos y tomábamos el té.


Yo: Gracias mama-suegra. Ahora sí es oficial.

Polita: Y no sabes cuánto esperé para que me digas así – dijo emocionada.

Pancho: Bueno Temístocles, despídete que mañana tienen escuela y no se te olvide que en la tarde viene Diego y tenemos que ir a verlo al aeropuerto.

Yo: Cierto, me había olvidado de Diego – dije apenado – Bye amor.

Ari: Oye despídete bien, que no te de vergüenza.


Me acerqué y le di un tierno beso en los labios. Polita gritó de la emoción y me hizo ponerme rojo de nuevo... ¿Qué hay de divertido en ponerme de todos los colores siempre?


Pancho: Hasta mañana consuegros – dijo papá – ¿vas con nosotros mañana Aristóteles?

Ari: Sí Pancho.


Papá asintió y yo le mandé un beso volando a Ari. Cuando me fui a dormir, después de haberme puesto la pijama,  le escribí a Ari.


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Yo: Espero sueñes conmigo ❤🙊

Ari: ¿Quién te dijo que nunca lo hago? 😏

Yo: Jejeje me vas a hacer recordar lo que pasó hoy en los lockers...

Ari: Me declaro culpable...

Ari: Me encantó como me jalaste hacia ti...

Yo: Aristóteles Córcega... estás metiéndote en camisa de once varas...

El Corazón Nunca se Equivoca - Aristemo (T1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora