Capítulo XXIII - Nostalgia.

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Narra Diego

Hoy regresaré a Toluca, me siento feliz por estos días aquí conviviendo con Temo y viéndolo feliz... él ha pasado por muchos golpes duros en la vida, se merece esta felicidad que está atravesando ahora. Asimismo, me siento triste porque me alejaré de él de nuevo. Aunque siempre se lo he dicho, yo lo quiero como si fuera mi hermano. No estaré exento de información sobre él, puesto que platicamos prácticamente todos los días, además ahora tengo dos nuevos amigos, Alexa y Aristóteles son increíbles chavos que cuidarán de Temo mientras estoy en Toluca.


Temo: Ya tienes todo listo... – dijo melancólico

Yo: Sí... no estés triste Cuauhtémoc, pasamos unos días increíbles – dije tomándolo del hombro.

Temo: No te vayas – dijo triste mientras se lanzaba a abrazarme – Ya me acostumbré a oír tus tarugadas siempre.

Yo: Las seguirás oyendo... yo siempre estaré metiendo mi nariz donde no me llaman.


Temo me ayudó a sacar mis valijas fuera del departamento con su carita triste. En las escaleras lo detuve y le dije que nos sentemos un momento.


Yo: Ven Temo...

Temo: ¿Qué pasa?... ¿te sientes bien?

Yo: Sí, solo quería que recordemos viejos tiempos antes de que me vaya... – dije sonriéndole – ¿Recuerdas cuando no me habías dicho nada sobre tus gustos?... El día que me enteré.

Temo: Puff... cómo no hacerlo... fue demasiado vergonzoso – dijo entre risas


Flashback

(Año y medio antes, Casa de Diego)


Yo: No voy a dejar que me ganes Temo – dije mientras apretaba con furia los botones

Temo: Siempre he sido mejor que tú en este juego – dijo mientras reía

Yo: Ya casi... ya casi... ¡No!

Temo: ¡Bum! – Dijo alzando los brazos – necesito descansar los dedos... iré por algo a la cocina ¿quieres algo?

Yo: No gracias, sírvete lo que quieras.


Temo es mi mejor amigo casi desde que tengo memoria, él es casi un Navarro más y yo para su Papá soy un López más. Lo conozco como la palma de mi mano, y sé que de un tiempo a acá está muy misterioso... Mientras Temo se fue a la cocina, su celular vibró por una notificación y cayó al suelo. Lo recogí y me di cuenta que era de una app llamada Grindr...


Temo: ¡¿Q-qué haces con mi celular?! – dijo eufórico y nervioso

Yo: S-se cayó cuando vibró por la notificación de la app...


Cuando dije eso Temo se puso rojo, eso le pasa cuando se pone muy nervioso. Yo sabía por comentarios en la escuela que esa app era Tinder para personas gay, además nunca he estado tan ignorante sobre estos temas, mis papás tuvieron la charla especial conmigo hace tiempo y para ellos lo importante era que me entera de su propia boca. Y sabía muy bien que no era una app que un chavo de casi 15 años deba tener en su celular. En mi cabeza sabía lo que le estaba pasando a mi mejor amigo... y no podía quedarme de brazos cruzados.

El Corazón Nunca se Equivoca - Aristemo (T1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora