El Corazón Nunca se Equivoca - Aristemo (T1)

Capítulo XXXVIII - Feliz Cumpleaños Temo.

Narra Ari

(Unos días después, Noche, casa Córcega)

Yo: Ya me voy ma, necesito que recuerdes cada detalle que te dije.

Polita: 6am, voy a la puerta, no toco, espero que abras, te pasó los regalos.

Yo: Por eso te amo – dije mientras le apretaba los cachetes – No quiero que sospeche nada, lo conozco, va a querer despertarme a media noche para... *piensa bien lo que dirás Aristóteles*... que le desee su feliz cumpleaños.

Polita: Claro, tú hazte el dormido y ni lo peles, así la sorpresa será mejor.

Yo: Obvio si ma, y mucho más con la fiesta. Hazme acuerdo en la mañana verificar todo con mi tía Blanca.

Mañana Temo cumple 17, será el primer cumpleaños que pasaremos como novios... el primero de muchos más. Esta noche dormiré con él, así que planifiqué unas sorpresas para el día de mañana, mamá me ayudará temprano para darle una sorpresita con unos regalos. Y en la tarde, mientras ellos recogen a Diego, quien viene a Toluca por el cumple de Temo y pasará unos días aquí porque su escuela estaba en huelga (algo trágico pero para él era de ensueño) yo me encargaré de hacerle una fiesta sorpresa en su casa.

Yo: *toco la puerta* Hola Julio

Julio: Qué onda cuñado, Temo te está esperando en su cuarto.

Lupita: Sí, aunque anda algo triste por lo de su cumple mañana...

Yo: ¿Cómo así?

Julio: Lo que pasa es que mi carnal siempre se achicopala porque nunca ha estado con él su mami Laurita en su cumple...

Lupita: Y mucho menos ahora sin mi mami Rebeca...

El corazón se me hizo chiquito al oír eso... por lo que oigo Temo nunca ha tenido un cumpleaños en el que se sienta pleno, y lo entiendo muy bien... yo no sé qué haría sin mi mamá. Su cumpleaños también es un aniversario más de la muerte de su madre. Debo estar con él mañana más que nunca.

Julio: Ve con él, le avisaremos a Papancho que llegaste

Yo: Oigan cuñados... ¿no deberían ya estar dormidos?

Lupita: Es viernes Ari, no hay hora de dormir.

Reí un poco con la astuta respuesta de mi cuñada, al entrar al cuarto de Temo, este estaba viendo una vieja foto de Laurita. Cuando se percató que llegué con mi almohada, la dejó a un lado y trató de modificar su carita triste.

Temo: Hey guapo, ven tenemos que dormir. Mañana es un día especial.

Yo: Sí amor, no puedo creer que Diego venga a pasar unos días acá – dije haciéndome el desentendido.

Noté cierto gesto de enojo en su mirada, pero seguí el consejo de mamá y le cambié el tema.

Yo: ¿Está todo bien? Vi que tenías la foto de tu mamá cuando entré.

Temo: Sí... es solo que me puse algo nostálgico – dijo llorando un poco.

Yo: Ven – dije tomándolo del brazo para acomodarnos en la cama para dormir – ¿Sabes que te amo, verdad? Ella y Rebeca están aquí en tu corazón y jamás, jamás van a abandonarte.