El Corazón Nunca se Equivoca - Aristemo (T1)

Capítulo XLVI - Nos tollebant.

Narra Ari

Llamando

Yo: Vamos Temo contesta...

Temo: <<Hola soy Temo López, si no te respondo es porque estoy algo ocupado, déjame tu mensaje. >> – suena el buzón.

Yo: Tendré que marcarle al rato...

Sra. Del Prado: ¿Aristóteles? Vaya tiempo sin verte – dijo abriendo la puerta

Yo: Buenas Sra. Del Prado... vine a ver a André.

André: ¿Aristóteles?... que sorpresa, pasa por favor.

Sra. Del Prado: Los dejo chicos.

Yo: André... Alexa estuvo aquí ¿verdad?

André: Sí... hace como una hora que se fue... iba a tu edificio... ¿estás bien Aristóteles? Estás muy nervioso.

Yo: Sabemos lo que Alexa descubrió... pero no sabemos dónde está ella.

Narra Diego

Yo: Sres., todo va a estar bien – dije viendo mi reloj puesto que Temo estaba demorando mucho – Alexa va a aparecer...

Sra. Hernández: Mi hija no es así – dijo llorando – Alexa no es de las que huyen.... Algo tiene que haberle pasado...

Sr Hernández: Tranquila cielo – dijo dándole un beso en la cabeza – Diego tiene razón... la vamos a encontrar...

Yo: Intenté tantas veces que ella me contara lo que le estaba pasando...

*Suena el celular de Diego*

Yo: Es mi novia...

Sr Hernández: Contesta hijo, tranquilo. Iré con mi esposa a servirnos un té... te traeremos uno.

Yo: *asentí y esperé que se fueran para contestar* Hola Lucía... lo siento... pero no es momento...

Lucía: Diego... ¿está todo bien?

Yo: No... nada está bien... secuestraron a una amiga acá y... – sollocé – no sabemos nada...

Lucía: ¡Dios Santo! Lo siento mucho amor... entonces creo que lo que te voy a decir te hará peor...

Yo: ¿Pasó algo serio allá en Toluca?

Lucía: Mi papá me pidió que te avisara... ¿recuerdas la foto que hace varias semanas le habías mandado a investigar?

Yo: Sí, sí – dije intrigado – la del tal Álvaro...

Lucía: Lo encontró... es un delincuente de poca monta, hace lo que sea por un precio.

Yo: ¡Santo Dios!

Lucía: Hay algo bueno... fue detenido, por eso logró encontrarlo.

Yo: ¿Qué?

Narra Temo

Yo: ¡¿Qué es esto?! – dije despertando todo confuso

Alexa: Temo, ay Dios que bueno que despertaste...

Yo: ¿Alexa? ¿Por qué estás amarrada? ¿Por qué estamos amarrados? ¿Qué está pasando? – dije desesperado