Capítulo 3

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Al salir del edificio divise a los chicos y a Nathaniel, no muy lejos de mi posición. El mayor de todos estaba abrazando a Sia y a Hanna cariñosamente. Al acercarme, Nate levanto su mirada a mi dirección y no estuve preparado para lo que vino a continuación; Soltó a las chicas amablemente y se acercó a mí con rapidez. Me tomo de las mejillas, colocando su rostro muy cerca del mío y me miro de manera intensa.

-Mio povero Tommy, ¿Stai bene? -Pregunto con preocupación- ¿Estas bien? Fue un golpe bastante fuerte el que te diste esta mañana.

-E-eh, pues... y-yo -Tartamudee, colocándome como un fosforo- E-estoy bien.

-Oh, sono così felice -solto aliviado- Tenía miedo que te quedara alguna cicatriz, Piccolo.

-No fue para tanto Nate -me aparte de él- Siempre me ocurren cosas así -dije abochornado.

-Nathaniel, juro que conseguiré un rociador de agua, de esos que utilizan para entrenar perros, y lo utilizare en ti -dijo Alessandro rodando los ojos- Eres un peligro. A este paso terminaras en la cárcel por acoso.

-Vamos fratello, no exageres -soltó divertido el mayor. Las chicas reían por la situación.

-Creí que traerías a Dante -le dijo Alessia extrañada por no ver a su hermanito menor. Y era normal de suponer ya que irían a comer helado.

-Mamma no me ha dejado traerlo -dijo con profunda pena- Dice que lo mimo demasiado y le terminaría doliendo el estómago por todo el helado que le dejaría comer.

Nos subimos todos al jeep, con Nathaniel manejando y Alessandro de copiloto, en la parte de atrás nos sentamos mi hermana y yo con Alessia en medio. El viaje paso rápido mientras todos le contamos a Nathaniel como nos había ido en nuestro primer día, en su mayoría comentarios positivos. Nos detuvimos frente a "Ice Paradise A&C" una heladería bastante famosa que tiene muchas sucursales en lo ancho del país. Bajamos todos del auto y entramos al establecimiento. Habían varias personas, pero nada del otro mundo.

-Bien -dijo Nathan a Hanna y a mí- Per favore, elijan lo que quieran sin ningún tipo de reparo -y apunto a sus hermanos menores, que ya estaban pegados a la vidriera mirando los distintos tipos de sabores de helados- Porque esos dos ya lo están haciendo.

Le agradecimos sonriendo y nos acercamos al mostrador para elegir nuestros helados. Nathaniel, que estaba a mi lado, fue inmediatamente atendido por una guapa castaña de grandes senos.

-¡Hola! Bienvenido a Ice Paradise - le sonrió coquetamente la castaña- Mi nombre es Kaycee, ¿en qué puedo servirle?

-Grazie, signorina Kaycee -la chica se sonrojo ligeramente al escucharlo hablar en italiano y su sonrisa se ensancho. Nate sonrió de vuelta y luego me miro- Escoge tu primero piccolo, que después escogeré yo.

La chica endureció su sonrisa pero volteo a mi dirección, esperando mi orden.

-P-pues... umm -pensé un momento, sabía que Nate nos había dado pase libre a escoger todo el helado que quisiéramos, pero no quería abusar. Ya había estado una vez en esta tienda en una cita y me había ido sangrando. Sabía que era bastante cara- Un tradicional de tres sabores por fa...

-¿Pero qué dices piccolo? -exclamo el rubio, negando repetidamente con la cabeza y se volvió hacia Kaycee- Deme todos los sabores de helado que contenga algo de chocolate en él -pidió con seguridad, la chica abrió los ojos con sorpresa pero se puso a trabajar en el helado. Yo iba a replicar, pero se me adelanto- Recuerdo muy bien que eres un amante total del chocolate, hasta lo querías poner en las ensaladas para que te supieran mejor -rio recordando- Y dime, ¿eso ha cambiado?

La Sorpresa Dell'amoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora