Capítulo 42

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Tome un largo trago de una bebida que Alessandro me había insistido beber, el alcohol era fuerte y quemador, con un ligero toque dulce que no aliviaba nada. Era preferible tomarlo rápido para no concentrarme en el sabor. Cuando termine de tomar y baje mi cabeza un ligero mareo me movió y el sentimiento de ligereza se acentuó un poco más.

–Amigo, siempre te lo digo. Bebes demasiado rápido –me dijo Alessandro en forma de grito para que lo pudiera escuchar sobre la música– Por eso te pierdes rápido.

–Esa, amigo –grite yo devuelta, risueño– ¡Es la idea!

La fiesta ya había entrado en calor y yo también. Ya me había bebido dos cervezas, tres bebidas alcohólicas diferentes y tenía puesta una corona hecha con caras de Bob Esponja. No preguntes como ni porque, solo había sucedido.

–Alessito, vamos a bailar –dijo Lara, la novia de Alessandro. La cual no se en que momento había llegado, pero no se había despegado del brazo del rubio desde entonces.

–Está bien, bebé –le dijo Aless a la chica.

–Siiii, ve bebé Alessito –burle yo mientras se iban al centro del meollo de cuerpos danzantes dentro de la sala. Aless me mostro su dedo medio en alto antes de desaparecer.

Mire a mí alrededor y divise un montón de adolecentes rodeando los jardines y otros tantos en la piscina. Vi a Penny flotando sobre un salvavidas rosa mientras salpicaba agua a cualquiera que tuviera cerca, al otro lado estaba Izan, sentado en las camillas junto a su sequito de chicas.

Me apetecía entrar en la piscina pero quizás lo haría más tarde, por ahora bailaría. Me saque la chaqueta y la deje sobre la silla porque me daba algo de calor, tome otro trago de la bebida amarga y comencé a contonear mi cuerpo al ritmo de Jason Derulo. Tina y algunas otras personas se me comenzaron a unir y comenzamos a hacer pasos instruidos por mí: Limpia la ventana, conduce el auto, montado el caballo, pégate como el espagueti y otras tantas obras de arte.

De repente la música bajo hasta detenerse y alguien grito algo inteligible, todos empezaron a gritar, aplaudir y silbar. La curiosidad me embargo y fui corriendo al centro de toda la conmoción seguido por Tina.

Habían hecho un gran círculo humano dejando una especie de escenario en el centro, y dentro de este escenario había unas seis mujeres. Estaba Rebecca, otra la reconocí como una de las amigas de Noah, otra chica que no conocía llevaba un pantalón muy ajustado y el resto de las chicas iban en shorts tan cortos que dejaban ver un poco de sus nalgas.

–¿Qué está pasando? –pregunte a un chico algo gordito y desgarbado que estaba a mi lado, pero antes de que le diera tiempo de responder salió Troy al centro.

–¿Nadie más entrara al concurso de baile? Vamos, anímense –su voz gutural y risueña de gigante se extendía a la perfección por todo el salón–Los chicos también pueden participar.

Derrepente paso un chico a mi lado, abriéndose paso entre las personas gracias a sus largas piernas y brazos. Lo mire sorprendido desde mi posición ya que me sacaba más de una cabeza de altura, era quizás tan alto como Nathaniel.

Era un chico porque obviamente lo era, pero su apariencia me dejo sorprendido aun estando en mi estado de embriagues. Tenía unos shorts negro que le ceñían y acentuaban la cintura y le levantaban su redondo y pomposo trasero; un top naranja neón que dejaban ver su oscuro y delineado abdomen; su cabello era negro, liso, corto a los lados y parado como la punta de un cono de helado de yogur e iba muy maquillado de manera profesional.

Camino con pasos de diva con sus plataformas hacia el centro y se detuvo en una pose de modelaje y dijo:

–Este concurso es mío –su voz era forzadamente afinada y confiada– Y espero que mi premio sea ese caramelito rubio de ahí –señalo con su dedo hacia la multitud.

La Sorpresa Dell'amoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora