La Sorpresa Dell'amore

Capítulo Especial de Aniversario (Parte 4)

Thomas se encontraba en un remolino de emociones que causaban disturbios en su interior.

¿Qué había pasado?

¿Qué diantres había pasado?

En un momento estaba arreglando libros y al otro el Duque lo había tomado por el rostro y lo había besado.

No entendía absolutamente nada y solo sentía confusión y miedo.

¿Sería castigado por lo sucedido? ¿Sería despedido?

Él no había querido hacer nada malo, pero sentía que lo había hecho así.

Ya era tarde y a esta hora él debería encontrarse en las habitaciones del Duque para ayudarlo a desvestirse y vestir para dormir, pero no encontraba el valor para hacerlo. La culpa lo carcomía por dentro porque ¡El Duque estaba casado! Y ambos eran hombres.

Él había escuchado rumores desde pequeño de los castigos y vergüenza que han pasado algunos hombres, en su mayoría jóvenes, que se les han descubierto ese tipo de relación con hombres mayores y de importancia. Eran siempre brutalmente castigados, porque que un hombre estuviera con otro hombre era totalmente abominable y fuera de todo lo moralmente bueno.

Había sido el Duque el que había hecho la acción, pero él era muy consciente de que no había hecho nada para detenerlo. Solo había cerrado los ojos y su mente se había vuelto totalmente en blanco cuando sus labios se tocaron.

—¿Qué hice? ¿Qué hice? ¿Qué hice...

—¿Thomas? ¡Thomas! Aquí estas. Gracias a los cielos. El abuelo te ha estado buscando por todos lados. Me ha dicho que el Duque ha preguntado por ti y él por qué no estabas en su habitación ¿En qué estabas pensan...? Espera, estas ¿Estas llorando?

Thomas no lo estaba pero seguro que así lo parecía. Su cabello se encontraba muy alborotado de todas las veces que había pasado sus manos por ahí y sus gafas se encontraban un poco torcidas. Se levantó con rapidez y se intentó acomodar un poco.

—N-No. ¿Ya es tan tarde? No me había dado cuenta. Yo me disculpare con el abuelo y el Duque —dijo mientras intentaba pasar por su lado hacia la puerta trasera de la cocina, pero su hermana lo detuvo.

—¿En serio te encuentras bien? Puedo decirles que te encuentras enfermo.

—No no. Me encuentro bien.

Ya en las habitaciones del Duque toco la puerta de la habitación principal y espero hasta escuchar la voz aterciopelada y señorial del Duque, cuando la escucho forzó a su mano a detener el pequeño temblor que la invadía y abrió.

El Duque se encontraba solo, pero ya estaba cambiado con sus ropas de cama a lo que seguramente lo había ayudado su abuelo. Estaba sentado sobre una de las butacas acolchadas y sostenía un libro cerrado sobre su regazo.

—Tu abuelo ha cumplido con tu tarea de la noche —certifico el Duque lo que él supuso en sus pensamientos— Me ha dicho que te dará un buen sermón en el momento en que te vea.

—E-Estoy seguro de que lo hará.

Silencio.

Ninguno de los dos sabía que decir ni cómo actuar. ¿Cuál sería la manera correcta de proceder?

Nathaniel se había encontrado bastante confiado hasta que intercambio esas palabras con el príncipe, el cual no había hecho más que alentarlo, pero que lo había dejado frio al adivinar sus deseos.

¿Qué pasaría si se esparciera? Sería bastante malo. No solo para él y su familia entera, sino también para Thomas, que estaba seguro su castigo seria cientos de veces peor.