La habitación en la que entramos era una especie de laboratorio de un científico loco. Había grandes mesas con numerosos tubos y frascos con líquidos de diferentes colores; algunos burbujeantes gracias al pequeño mecheros y tripoides que le daba calor, también en una de las paredes había unas muy grande computadoras que se veía algo antiguas, que emitía muchos soniditos. Habían muchos estantes llenos de libros y grandes bodegas de almacenamientos, también numerosos afiches pegados en las paredes. La habitación no estaba sola, en ella se encontraba una chica vestida con el ya conocido uniforme de empleados, pero con una bata blanca de medico encima y en lugar del sombrero de copa traía unos grandes lentes cuadrados de pasta negra, también traía su largo pelo castaño oscuro con las puntas pintadas de un fuerte color verde que estaba peinado con dos altas coletas.
-¡Bienvenidos chiquillos! -dijo la chica casi gritando- Yo soy la doctora Ebullición. Para poder continuar deben encontrar los pasos de algún experimento en la habitación y realizarlo correctamente. Tienen veinte minutos, si no pueden logarlo antes de que termine el tiempo perderán. Por favor, colóquense los elementos de protección y ¡Buena suerte!
***
El reto de la doctora Ebullición término con todos buscando instrucciones e ingredientes. Yo insistía hacer un experimento sencillo con leche y colores que una vez hice en primaria, pero Robert insistía que ese no debía ser el que eligiéramos porque era muy aburrido, he intento hacer uno por su propia cuenta, terminando con las cejas algo quemadas. Al final hicimos mi idea y termino bastante bonito, con lo cual pudimos pasar a la siguiente habitación.
Esta era mucho más grande que la anterior y se veía algo más vistosa si cabe. Había una gran mesa cuadrada de madera y más adelante una gran piscina de plástico llena de globos de diferentes colores. En las paredes se encontraban unos estantes con un montón de vasos transparentes, y ya casi al fondo de la habitación se encontraban varios neumáticos pintados y un par de enormes blocks de hojas en unos caballetes. La habitación desprendía un aura muy infantil y el par de empleados en esta habitación no ayudaban, ya que vestían con ropas bastantes infantiles.
Nos explicaron que debíamos hacer dos "cuerpos", montándose dos de nosotros, cada uno, encima de los otros dos. El de abajo solo utilizaría las piernas y el de arriba solo los brazos. Nos dieron rodilleras y cascos como protección, y mientras nos lo colocábamos nos iban explicando la dinámica.
-Cada cuerpo debe realizar todas las actividades, hasta que ambos no terminen no podrán pasar a la siguiente habitación. Primero deben hacer una pirámide de siete pisos con los vasos -comenzó a explicar el empleado, que era algo bajito y relleno pero con una sonrisa bastante bonita. Traía puesto un overol con parches de aviones en el- Cuando la terminen deben explotar los globos como mejor puedan, deben reventarlos hasta que encuentren una imagen para luego pasar por los neumáticos y llegar hacia los caballetes, luego dibujaran y pintaran en los lienzos la imagen que se hayan encontrado en el globo. Este tiene que ser lo suficientemente convincente para poder pasar, no solo dibujar cualquier garabato.
-Recuerden que el compañero que está arriba no puede bajar, sino perderán -aclaro ahora la chica, que tenía una energía muy parecida a la "doctora Ebullición" y un overol con parches de caramelos -Tienen diez minutos para terminar todas las actividades porque si no...
-Perderemos -dijimos todos al unísono.
-Exacto -la chica sonrió un poco más- Por favor elijan a su pareja para dar inicio.
Robert se inclinó automáticamente ofreciéndole su espalda a Rose, pero esta le miro crítica y se cruzó de brazos.
-¿Por qué debo ir contigo? -pregunto la pelirroja, y luego señalo a Nathaniel- Yo quiero ir con él.
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La Sorpresa Dell'amore
AléatoireThomas Collins, amante de los videojuegos, el chocolate, el anime y del dibujo. Está a punto de comenzar su último año en el instituto. Con una familia genial y buenos amigos, todo se desarrollaba de manera cordial para él... o eso pensaba. Pero cua...