Oh. Por. Dios.
Esto no podía estar pasando.
El alcohol fue procesado en dos segundos por mi sistema y la sobriedad hizo que el pánico fuera más palpable.
Mire a Nate con ojos descolocados y él me devolvió la mirada con preocupación. Se acercó y dejo mis zapatos en el piso para que yo pudiera calzarlos y dijo con voz suave que me vistiera rápido.
–N-Nate –tartamudee con voz ahogada.
–Tranquilo –dijo él, acariciando mi mejilla con su mano y mirándome con decisión– Yo lo arreglare.
"Toc Toc"
–¿H-Hola?
Me coloque mi ropa interior y mi pantalón a la velocidad de la luz. Solo deslice los pies dentro de mis zapatos porque no me había quitado mis medias de arcoíris durante nuestro encuentro. Cuando estuve listo, Nate y yo nos encaminamos a la puerta del baño que volvió a sonar seguido de la voz.
–¿Ya puedo sa...?
Nathaniel abrió la puerta antes de que terminara de hablar.
La persona dentro dio un gran brinco de sorpresa y se tapó los ojos. Tenía unos grandes auriculares que prendían en azul y un traje gris algo arrugado, como si lo hubiera retorcido numerosas veces con sus manos.
–Bastiaan –jadee.
–A-Abajo hay muchas personas y la música sonaba muy fuerte, entonces subí las escaleras y me metí en esta habitación. En el baño hay mejor insonorización así que me metí ahí. Estaba escuchando música con mis auriculares pero cuando termino la canción pude escuchar la puerta cerrándose. No quería que se molestaran conmigo por estar en el baño por lo que salí con la intención de disculparme y los vi haciendo cosas, así que me asuste y volví a cerrar la puerta y espere a que terminaran.
–Hey –intento llamar Nathaniel.
–Mi mamá siempre me dice que cuando alguien está haciendo esas cosas no debo molestar y debo encender mis audífonos durante una hora. Así que espere una hora y como no había más ruidos pensé que ya habían terminado, pero no quería abrir la puerta por si aún estaban haciendo esas cosas y se molestaran conmigo por interrumpirlos.
–No estamos molestos –me apresure a decir– Y-Y puedes quitar tus manos, ya estamos vestidos.
Bastiaan se quitó las manos de la cara con lentitud, como para comprobar que lo que decíamos era cierto pero de igual manera no nos miró fijamente, y salió con lentitud del baño.
–¿No están molestos?
–No –respondió Nate– Solo te pediremos que no digas a nadie lo que viste.
–Está bien.
Asintió una sola vez y se apresuró a la puerta y salió.
Me quede mirando a la puerta un par de segundos antes de seguirlo.
–Creo que debemos h-hablarlo mejor con él –dije abriendo la puerta.
–Thomas –dijo Nate. Me detuve y lo voltee a mirar– No lo presiones mucho... creo que puede tener algo especial.
–¿No vendrás?
–Tengo que limpiar –dijo moviendo su mano señalando la habitación y sonrió de lado– No podemos dejar las sabanas de mis padres sucias.
Oh Dios.
Cerré la puerta detrás de mí, rojo hasta las orejas, y me dispuse a bajar las escaleras cuando escuche el sonido de otra puerta cerrándose. Era la habitación al fondo del pasillo. Camine hacia ahí y al abrirla vi una cama en forma de auto de carreras rojo y azul y un montón de juguetes y peluches. La habitación de Dante. La luz estaba apagada y no había aparentemente nadie. Camine hasta la puerta del baño y la abrí.
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La Sorpresa Dell'amore
De TodoThomas Collins, amante de los videojuegos, el chocolate, el anime y del dibujo. Está a punto de comenzar su último año en el instituto. Con una familia genial y buenos amigos, todo se desarrollaba de manera cordial para él... o eso pensaba. Pero cua...