Nos encontrábamos en el jeep negro en camino a la Academia de Ballet, para dejar a Alessia y a Hanna. Yo en el asiento de copiloto junto a Nathaniel mientras que Hanna y Alessia estaban en el asiento trasero. Las chicas tenían, como era típico meses antes de de alguna presentación, un casting para la producción de navidad.
–Hanna va audicionar para Clara. Y yo para la reina de azúcar –dijo Alessia con entusiasmo– Obtendremos los papeles, seguro.
Clara era el personaje principal y el Hada de Azúcar era otra de las solistas.
–Ambas vamos a audicionar para todo, Sia –corrigió Hanna– Seria genial que obtuviéramos personajes más principales. Pero también están las danzas, el Arlequín y Colúmbina...
Alessia frunció el ceño en desacuerdo.
–Sí, pero yo quiero ser el Hada de Azúcar –sonrió– Y todo está en la confianza. Además eres la mejor, claro que obtendrás el papel de Clara.
–No soy la mejor –negó la cabeza Hanna, avergonzada– Mackenzie es muy buena.
Sia le tomo la cara a Hanna y se la comenzó apretujar, ignorando los quejidos de la pelinegra.
–Mackenzie es una perra...
–Lenguaje... –reprendió suavemente Nathaniel.
–Mackenzie es un perro de sexo femenino –corrigió rápidamente sin tomarle mucha importancia. No pude evitar carcajearme– Y sus piruetas siempre le salen torcidas. Tú serás Clara.
Hanna y Sia continuaron con su discusión mientras Nathaniel tenía un rostro de sincero desconcierto. Mirandome fugazmente mientras manejaba admitió en voz baja.
–No estoy entendiendo nada.yo
Lo mire con fingida sorpresa.
–Oh, algo de lo que no sabes –me burle– Lo agregare a la lista.
–Piccolo... –Nate sonrió divertido y con su mano libre me comenzó hacerme cosquillas al costado.
Reí y me retorcí, buscando alejarme de su mano.
–Ya ya. Es la producción de Navidad, El Cascanueces. Siempre hacen audiciones para los personajes. Lo veras mejor en la presentación –tome su mano con las mías, para detener las cosquillas– Y Mackenzie es una perra –susurre con burla.
Nathaniel me miro reprobatoriamente mientras se estacionaba frente a la academia. Solté la mano del rubio rápidamente cuando este se giró hacia los asientos traseros, para hablar con las chicas.
–Le mie principesse, mucha suerte. Sé que obtendrán los papeles que quieren.
–Gambatte ¡WOW! – sacudí mis brazos al techo.
Sia y Hanna salieron del jeep con sus bolsos mientras se despedían y se encaminaban hacia la entrada. Aunque Sia regañaba a mi gemela por no tener confianza, ella también se notaba algo nerviosa. Me conmovió verlas. Vivir en el mundo de la danza podía ser hermoso, pero también significaba vivir una vida de eterna competencia. Nate dio marcha al auto y salimos del estacionamiento.
–¿Qué te provoca para merendar en la tarde? –pregunto el mayor, mientras tomaba mi mano apoyada encima de mi pierna– Me da pereza salir después.
El plan de nosotros hoy era estudiar. Oh bueno, yo estudiaría. Tenía un examen de matemáticas el lunes, y como el mayor había prometido, me ayudaría a estudiar.
–¿No buscaras a las chicas?
–Las buscara Alessandro –aclaro– Cenaran en casa y en la noche los llevare.
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La Sorpresa Dell'amore
DiversosThomas Collins, amante de los videojuegos, el chocolate, el anime y del dibujo. Está a punto de comenzar su último año en el instituto. Con una familia genial y buenos amigos, todo se desarrollaba de manera cordial para él... o eso pensaba. Pero cua...