Era lunes por la tarde y, a pesar de eso, me apetecía más que nunca ir a trabajar. Siempre iba ilusionada y con ganas de aprender, pero hoy era distinto. Quizás se debía a que quería centrarme en la cámara y no en los deprimentes días que había pasado.
- Por lo que veo, hoy tienes mejor aspecto que los anteriores días - habló Joel a la vez que se sentaba a mi lado en la mesa de descanso.
- Has dado en el clavo - sonreí y después mordisqueé una galleta de vainilla.
- Me alegra, aunque podrías decirme lo que tanto te carcomía si te hace sentir mejor.
- No te preocupes, ya lo he superado - mentí.- Ahora mismo lo que quiero es seguir con la sesión y no hablar más del tema - añadí levantándome del asiento. Mi compañero de trabajo tomó mi brazo antes de que diera un solo paso.
- Siento haberte molestado.
- No importa. Volvamos al trabajo.
Joel y yo nos acercamos a los trípodes para colocar las cámaras y revisar que todo estuviera en orden para la sesión de fotos que tendría lugar en los próximos minutos.
- Alice, Joel. Venid aquí - ordenó nuestra jefa y llegamos hasta ella.- Esta vez iremos por partes, chicos. Alice tú empezarás con la sesión de vestidos de novia y Joel, tú harás las de lencería, ¿de acuerdo? - ambos asentimos.- Pues manos a la obra - dijo ansiosa.- Kim y Henry preparad el escenario. Natty, los vestidos por tonalidades - ordenó por último dando palmadas de ánimo. Andrew la llamó y se reunió con él en un lateral de la sala.
Observé cómo el corpulento hombre que la llamó le dijo algo que hizo que la expresión de su cara cambiase drásticamente. Se veía nerviosa. Después comenzó a mirar a su alrededor, como si buscara una solución a un problema. De pronto se detuvo en mí, le susurró algo a Andrew y se acercó con él hasta dónde yo me encontraba.
- ¿Ocurre algo? - pregunté cuando los tuve delante.
- Alice, querida, ha habido un cambio de planes - comenzó a decir con nerviosismo.
- ¿Qué quieres decir? - pregunté confundida.
- Pues que vas a tener que ir a los vestuarios. Hoy no vas a ser fotógrafa sino modelo.
- ¿Cómo? N-no.
- No te lo pediría si no fuera estrictamente necesario, Alice. La modelo que contraté para la sesión de lencería no se ha presentado y hoy es el último día para lanzar la campaña.
- ¿Y no la puede hacer la de bodas? - pregunté con algo de desesperación.
- No, ella solo firmó para esa marca. No hay otra alternativa, por favor Alice - juntó las manos en forma de suplica. Solté un leve suspiró y miré a Megan apenada. Me dió algo de lástima porque si yo no aceptaba se jugaría su reputación además de magnífico puesto que ocupaba ahora mismo entre las agencias de fotografía de Inglaterra.
- Está bien - mi jefa sonrió emocionada y rodeó mi cuerpo con sus brazos.
- Te lo agradezco, Alice. Me has salvado.
- Pero no he sido modelo en mi vida, Megan.
- Tranquila, tú has fotografiado bastante desde que estás aquí y eras tú la que decías cómo debían ponerse. Ahora será al revés. Nada por lo que preocuparse - explicó brevemente.- Lo único que tienes que hacer es cambiarte y hacer que la cámara te adore, aunque eso es más sencillo de lo que parece. Eres preciosa y tienes un cuerpo muy bonito.
Asentí varias veces después de procesar toda la información que me había dado. A decir verdad estaba demasiado abrumada y muy tensa, pero al mismo tiempo bastante ansiosa por saber cómo saldría esta locura en la que estaba envuelta.
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Los polos opuestos se atraen
Novela JuvenilSegunda temporada de "Te conocí en París". Alice comienza una nueva vida lejos de Francia y del que pensó que era el gran amor de su vida. Tras trasladarse a su nueva residencia, lucha cada día por superar el engaño de Philip, aunque esta tarea será...