- Te echo mucho de menos - dije sonriendo.
- Yo también, Alice - respondió a través de la línea - no me acostumbro todavía a no verte por aquí - su voz se escuchó melancólica.
- Ni yo, Jared.
- Mi hermana dice que estás diferente, ¿puedo saber a qué se debe?
- Tu hermana lo que es, es una chivata - dije y mi mejor amigo se rió.
Atravesé el pasillo de la sección de camisetas para llegar hasta la zona de vestidos de invierno y empecé a husmear en todas las perchas que estaban colgadas.
- ¿Entonces es cierto? - preguntó emocionado - ¿Quién es el culpable de tu sonrisa? - rápidamente la imagen del chico de los tatuajes se cruzó en mi mente.
- Vale, vale, sí.
- ¿Sí, qué? Alice, ¡por dios! Sé más específica - dijo quejándose.
- Digamos que mi corazón ahora tiene otro motivo para latir - sonreí de nuevo.
- Te has puesto hasta profunda - rió - ¿cómo es y cuál es su nombre?
- Creo que ya lo conoces.
- ¿Ah sí? No le pongo cara.
- Ajá, lo conociste cuando viniste con mi prima Vanessa a visitarnos.
- ¿No me digas que es el tío ese de la chica rubísima?
- Sé más exacto - dije usando su mismo tono de voz.
- El tatuado y antipático - contestó y ambos empezamos a reír por la breve pero acertada descripción de Louis, aunque lo de "antipático" ya no tanto - ¿Es él, Alice?
- Has acertado - contesté poniendo en su sitio la percha que había sacado.
- Increíble.
- Lo sé.
- Por la manera en la que estuvimos bromeando pensé que había algo, pero no imaginé que fuese a llegar a este punto.
- Pues fíjate...
- ¿Él siente lo mismo por ti?
- Bueno, no es que nos hayamos jurado amor eterno.
- Sabes a lo que me refiero...
- De momento creo que sí, pero ya veremos qué es lo que pasará.
- Ya sabes lo que siempre te digo.
- Que no me confíe.
- Y que seas tú misma.
- Eso siempre.
- Esa es la actitud. Bueno jolie tengo que dejarte, voy a comprar algo de comida para sobrevivir este mes - dijo con dramatismo y me carcajeé un poco.
- De acuerdo, ¿hablamos otro día?
- Claro, cuando tú quieras.
- Cuídate - respondí antes de colgar mi teléfono.
Volví a meter el móvil en mi bolso y caminé un poco más por la tienda mirando cada prenda que se interponía en mi camino. No muy lejos de donde me ubicaba se encontraba una pila de ropa interior y lencería y, sin dudarlo, me acerqué a ellas.
Asombrada miré todos los modelos de lencería de seda y de encaje que había, decantándome por un conjunto de dos piezas de seda de color blanco roto, pero era demasiado caro así que lo dejé en su sitio y cogí otro, esta vez de encaje color negro, como el color característico de mi chico favorito.... Inmediatamente pensé en su reacción y al imaginarlo mordí mi labio inferior. Sin duda, quería vivirlo en carne y hueso.
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Los polos opuestos se atraen
Fiksi RemajaSegunda temporada de "Te conocí en París". Alice comienza una nueva vida lejos de Francia y del que pensó que era el gran amor de su vida. Tras trasladarse a su nueva residencia, lucha cada día por superar el engaño de Philip, aunque esta tarea será...