Capitulo 25

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NO SOY DUEÑO DE INUYASHA

GRACIAS A TODOS, POR LOS COMENTARIOS. ME DIRÁN SI EL CAFÉ ME INSPIRA O TAL VEZ EL SAKE?

CAPITULO 25

Llegaron a la habitación, los guardias se inclinaron y ellos ingresaron a la recámara, la vista los dejó sin aliento, más que todo al Daiyoukai que jamás había compartido tiempo de relajación con los humanos.

Miroku estaba sentado en la cama con Shippo y Rin que dormían uno de cada lado y Sango dormía abrazada de Rin, los abarcaba con los brazos, estaba muy alerta protegiendo.

La ternura sobrecogió al Señor del Oeste que se enorgullecía de su manada llena de seres humanos, no, no eran tan malos, ni miserables, ni sucios, ni traidores, ni molestos, eran solo eso, manada, un grupo de humanos necesitados de afecto, de dar y recibir afecto, la guerra contra Náraku era sin cuartel, y tomaba todo lo mejor de cada uno de ellos, hasta dejarlos casi sin nada. Nobles humanos que abatidos mantienen firme la esperanza de tiempos de paz.

Si, los momentos de ocio eran pocos pero habría que aprovecharlos mientras duren.

-"Miko"

-"Sí Sesshomaru Sama"

Ella se volteó a verlo, él la tenía de la mano, la jaló hacia él con torpeza y le estampó un beso que le dejó los labios casi morados, el sonido del chupetón retumbó en todo el dormitorio, Kagome estaba en shock sorprendida y Sesshomaru sonreía

-"Hasta mañana"

-"Hai, hasta mañana Lord Sesshomaru"

Los tomates envidiarían el color del rostro de la sacerdotisa, Miroku sonreía desde su improvisada butaca agradecido del inesperado show. Sango se despertaba por las risas del monje

-"Houshi? ¿Sucede algo?"

-"Sí, que creo que es hora de irse a descansar pero en nuestras recámaras"

Sango miró a su amiga y vio el tono de sus mejillas y sonrió imaginando a qué se podría deber.

-"Tajiya, quédate con la Miko y las crías, no se separen, hay peligro en el palacio. Son muchos youkai en un solo lugar"

-"Sí Mi Lord, así lo haré"

-"Miko..."

Él la veía con ojos brillantes, la deseaba, y estaba contento. Cuánto hacía que no se sentía así? Sólo Kami tenía tanta memoria.

-"Que descanses Sesshomaru"

Él asintió y miró a Rin que dormía tranquilamente, le acarició la cabeza, dio la vuelta y se dirigió a la puerta, se giró hacia ellos de nuevo

-"Monje, sígueme"

-"Sí Sesshomaru Sama"

Ambos salieron del dormitorio, si bien no era más allá de las diez el día había sido demasiado complicado, se había hecho largo. Regresaban por los mismos pasillos por los que acababa de pasar rumbo al dormitorio de la Miko, de regreso al estudio, necesitaba hablar con el monje, no podía esperar. Miroku estaba hipnotizado por la belleza de las esculturas luminosas de piedra luna nunca había visto nada igual. Eran hermosas.

-"Cómo es que brillan las esculturas?"

-"Están esculpidas en piedra luna"

-"Ah. Son maravillosas"

-"Hn."

Por Kami que no sabe decir otra cosa que "Hn" el monje estaba intrigado acerca del motivo por el cual el señor cardinal occidental lo llevaba de nuevo parecía que al estudio, no estaba seguro pero pensaba que iban hacia allí.

MIKO DE MI CORAZÓN (Original).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora