Capitulo 96

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NO SOY DUEÑO DE INUYASHA

GRACIAS POR ESTAR ALLÍ.

LOS SILENCIOS IMPERTURBABLES NO SIEMPRE TRAEN COSAS INDESEABLES

CAPITULO 96

-"Este Sesshomaru no imagina de qué hablas madre"

-"Sí lo sabes, tu pareja, la perra que se hace llamar la Dama del oeste!"

-"Perra? No estabas feliz de mi emparejamiento? Acaso no te complacía saber que Este tenía una hembra a su lado...Madre?"

-"No juegues conmigo Sesshomaru! Quiero conocerla dónde está!"

-"Se reunirá con nosotros en cualquier momento. Te recomiendo que te sientes y comas algo"

Ella lentamente se acomodó los cabellos y respirando agitada se fue a sentar a la izquierda de su hijo, en el lugar de la Dama de Occidente. Seguramente intentaba hacerlo enojar desafiándolo, Sesshomaru no dijo nada. Inu Kimi lo observó desconfiada, pero se mantuvo en su lugar, feliz de haberse salido con la suya, pero la ira la había cegado cuando entró al salón, luego de tomar un sorbo de agua levantó la mirada y se encontró sentada a la mesa con un montón de seres humanos, algunos youkai y un hanyou malhumorado al que ella despreciaba.

-"Qué...qué es esto...Sesshomaru?"

-"Esto, madre, es mi manada. Manada, esta es mi madre Lady Inu Kimi, ex Dama del Oeste"

La hembra se quedó atragantada, ex Dama del Oeste?, se sentía muy humillada, su hijo la hacía quedar como una hembra débil y obsoleta.

Todos saludaron muy cortésmente. El gruñido bajo de la Inu, retumbaba por todo el salón. Sesshomaru hizo un ademán y los sirvientes comenzaron a traer los alimentos del banquete, o por lo menos los que faltaban de servir.

Para no ser menos, ella tomó el primer bocado, nadie se movió de sus lugares, todos se mantenían en silencio, apenas susurrando asuntos triviales, la hembra tragaba ira mezclada con la comida, tomó un segundo bocado y nada. La manada de vez en cuando, observaba a Sesshomaru pero nadie tocó los palillos, ni bebió una sola gota de nada. Fue hasta que el Señor del Oeste acercó el vaso a la boca y tomó un sorbo de sake, haciendo un leve sonido al tragar, que todos comenzaron a servirse, y a comer con suma educación y calma.

Sesshomaru comenzó a hacerles preguntas acerca de las labores de todos ellos, para interiorizarse de los progresos en la reconstrucción del Oeste, todos respondían muy educadamente y a un volumen bajo para no aturdirlo. Inu Kimi estaba que la llevaban los demonios, no soportaba la presencia de ellos en la misma mesa, no los toleraba, sin embargo, parecía que su hijo se había propuesto cubrir las necesidades del Oeste. Quisiera o no, Sesshomaru había actuado correctamente al rodearse de todos ellos. Ella venía para pedirle justamente eso, que se uniera a la manada de Inuyasha y sus humanos honorables, pero una vez más, como siempre había sido, su hijo se le había adelantado. Ella no dejaba de asombrarse de la comodidad con la que Sesshomaru estaba, con tanto ningen por doquier. Además ellos le respondían ciegamente y con un respeto muy evidente, eso era notable...

Luego, al escuchar a Inuyasha reír de un comentario de Sesshomaru, ella vio la interacción de los medio hermanos y se sintió celosa. Celosa de que el mestizo le había quitado a su pareja, ya que había muerto por defenderlo a él y a Izayoi. Celosa de la forma en que su hijo lo miraba, casi con afecto, todos esos siglos habían sido sólo ellos dos, nadie más, a pesar de que no se llevaran del todo bien, compartieron muchos momentos. Pero ahora estaba el hanyou, lo detestaba, era tan parecido a Inu no Taisho, que le dolía verlo. Sus ojos eran más grandes que los de Sesshomaru, su nariz más recta, sus marcas, invisibles para los ojos humanos, eran azules y eran sólo una de cada lado, como las de su padre... Sus modales se habían refinado, hablaba con propiedad, estaba muy ricamente vestido, tenía el cabello en una cola alta, se le parecía tanto... era un príncipe, su youki era aplastante, había cambiado mucho desde la última vez que lo vio. Oh! Cuánto lo aborrecía.

-"Y cómo es que tu hato de humanos le responde a Sesshomaru, mestizo? Acaso él te los ganó en un duelo?"

El silencio profundo y helado cayó como una cortina sobre el salón y sus comensales

-"Me habla a mí, Señora Kimi?"

-"Sí, eso es correcto o acaso ves algún otro mestizo por aquí, o en palacio?"

El gruñido espeluznante de Sesshomaru hacía eco del gruñido de Inuyasha. Sí, había otro mestizo, y ese era intocable...

-"No se refiera a mi beta de esa manera, madre, es deshonroso insultar a los miembros de la propia manada, aquí no hay mestizos, hanyou, youkai o humanos, aquí hay manada, familia, y esa es la única verdad"

-"Yo no perteneceré a donde pertenezca ese mestizo"

-"No hay problema, a partir de hoy, eres una hembra exiliada"

-"Yo? Exilia al hanyou detestable! Cómo puedes rechazar a tu propia madre?!"

-"Tú has muerto. Ya no tienes derecho a estar entre nosotros y menos insultar a mi manada. Y si mal no recuerdo, tú acabas de decir que no pertenecerás a donde esté Inuyasha, pues, él es mi beta, y no se irá de la manada de éste."

-"Cómo osas tratarme así?"

-"Si de verdad deseas permanecer en palacio, conocerás tu lugar y lo mantendrás, de otra manera, regresa a l infierno que es de donde viniste"

-"No te he criado tan irrespetuoso"

-"Usted, no me ha criado en absoluto, Danaka Sama aquí presente ha sido mi mentor, mi apoyo, mi formador, a él le debo lo que soy, no a usted."

-"Sesshomaru, cómo te atreves..."

-"Me atrevo porque es mi derecho como alfa de esta manada, soy el regente de las tierras del Oeste, y mi palabra es ley. Si usted, madre quiere permanecer aquí, se dirigirá a la manada con el máximo respeto. Así como ellos la respetan a usted. De la misma manera una vez que conozca a la Señora del Oeste, tendrá sumo cuidado en la manera de referirse a ella o regresará al inframundo con la cabeza bajo el brazo"

La hembra no podía creer lo que estaba viviendo, acaso estaba teniendo una pesadilla? Podía su hijo haber cambiado tanto? Pero en el fondo había venido para ayudar, para ponerlo sobre aviso. Cosas muy malas se estaban gestando en el inframundo y ella tenía que advertirle. En definitiva en algún momento debería regresar a su lugar de descanso eterno, aunque no sabía cuando, pero no sería muy inteligente de su parte desperdiciar su tiempo con peleas infructuosas y patéticas con su hijo. Sesshomaru se notaba, tenía todo bajo control, eso era bueno. Parte de la solución estaba en palacio, la manada del mestizo, bueno la ex manada de Inuyasha. Pero le faltaba la ficha más difícil...Sabía que Sesshomaru pondría el grito en el cielo, pero era algo que había que hacer, por el futuro del Oeste, por el futuro de Japón, por el futuro del mundo...

MIKO DE MI CORAZÓN (Original).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora