Capitulo 4

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NO SOY DUEÑO DE INUYASHA

MUCHAS GRACIAS POR LOS COMENTARIOS INTENTARÉ IR ACTUALIZANDO LO MÁS RÁPIDO QUE PUEDA GRACIAS POR ESTAR ATENTOS A MI FIC

CAPITULO 4

"No puedo comprenderte Inuyasha... Te he dado mi confianza, mi amor incondicional, mi tiempo y afecto y casi mi...casi mi cuerpo por Kami en qué estaba pensando."

Cómo es posible? Acaso es mejor un cuerpo frío de arcilla y huesos!

Mientras caía de rodillas con las manos en la cara trataba de ocultar las lágrimas que no dejaban de brotar, Kagome no podía con su tristeza, recordaba la última vez que vino a su casa con Inuyasha lo mucho que habían hablado, y disfrutado de la compañía del otro. El afecto que se habían demostrado siempre y aquella vez que se habían quedado solos en la casa, se habían permitido explorar un poco sus cuerpos en un intento de satisfacer su curiosidad, aligerar la tensión generada por la búsqueda infructuosa a veces de los fragmentos, la necesidad del toque cálido de una mano tierna. En los últimos enfrentamientos con Náraku, habían perdido tres fragmentos, eso causó una gran tirantez en el inutachi. Los acontecimientos se sucedían día con día, a pesar del valor de los miembros de la manada y el afecto que fluía naturalmente entre ellos, también había mucha tensión sexual. Todos eran jóvenes, tenían una pareja en potencia y sus gustos ya definidos, Sango y Miroku, Inuyasha y ella. Era natural. Qué era lo que había cambiado todo...simple y secillamente Kikio.

Flash back

La tarde caía serenamente sobre el bosque de Inuyasha, el grupo acampaba al norte en las orillas de un arroyo manso de aguas cristalinas, Shippo jugaba con Sango y ella miraba satisfecha cómo su dulce hijo corría a gran velocidad y la tajiya intentaba darle alcance para desquitarse de las cosquillas de las que había sido víctima minutos atrás.

En ese instante unos sonidos de pasos pesados resonaban en dirección al bosque, todos se tensaron y tomaron sus armas preparándose para la embestida del "youkai o lo que fuera" pero grande fue la sorpresa al ver a Inuyasha aparecer de repente agitado y cargando un bulto en sus espaldas.

-"Necesito ayuda" dijo recostando el "paquete" envuelto en pieles en el suelo.

-¿Qué sucedió Inu?

Todos corrieron a socorrerlo, mientras él, lentamente iba quitando las pieles apareció un rostro que dejó al grupo sin habla, inconciente y ensangrentada yacía la sacerdotisa de arcilla KIKIO.

-"La encontré al pie del monte Azuza, a unos kilómetros de aquí, al parecer Náraku la alcanzó con uno de sus tentáculos, ayúdala Kagome por favor."

Kagome asintió, y enseguida la colocaron cerca del fuego en la bolsa de dormir extra que siempre llevaban en caso de necesidad, para cuando se lavaban las otras bolsas o algunas veces Rin se quedaba con ellos hasta que Sesshomaru viniera a buscarla, Ella se negaba a dejar sola a la niña una vez que la encontraba, y el Daiyoukai parecía estar bien con eso así es que se había transformado casi en una costumbre, unirse al grupo temporariamente mientras la pequeña interactuaba con ellos, a pesar de las quejas incesantes del mestizo. Una vez que Kikio descansaba, Inuyasha se sentaba a su lado y solo se movía cuando Kagome lo llamaba para cenar. A medida que La miko de arcilla mejoraba, inuyasha se alejaba de Kagome cada vez más. Las serpientes cazadoras de almas iban y venían todo el tiempo a "alimentar" a Kikio, ante la mirada del grupo, que esperaba que la sacerdotisa mejorara para continuar la búsqueda. De apoco y progresivamente El híbrido iba cambiando su trato para con el grupo de amigos al que comenzó a tratar como a su manada, pasaba varias horas del día conversando con la miko no muerta, descuidando otras de sus funciones las que se habían repartido entre Miroku, Sango y La joven del futuro. Hora tras hora, día tras día de alguna manera Kikio se había colado entre ellos como un virus corrosivo y había carcomido los cimientos de su hermosa amistad transformando el inutachi en un grupo heterogéneo de opiniones encontradas y debilitándolo sin que ellos se dieran cuenta.

Fin del flash back

-"Ahora deben estar muy felices ya que no soy más un estorbo entre ellos."

Lentamente se iba incorporando sacudiendo las hojas secas de sus rodillas...

-Miko.

********** Con Sesshomaru***********

Le había ordenado a Jaken que ayudara a Rin a preparar las cosas para su viaje, tenía que pasar por la choza de Kaede a buscar los collares dentro de un día pero decidió ir antes para hacerle más preguntas a la anciana, quería aprender todo lo que pudiera acerca de ese extraño mundo antes de llegar con la miko del futuro. El poderoso Daiyoukai sentía una ansiedad que lo incomodaba, no podía calmar la urgencia de llegar al pozo.

-Y Rin que no se apresura... No debí leer el libro de la miko, lo llama ¿diario? no le encuentro utilidad había dicho, hasta que se atrevió y leyó las primeras páginas del dichoso diario y se encontró absorto en los relatos de la joven acerca de sus días junto al mestizo desquiciado y comprendió que el diario de Kagome le serviría de guía a través de sus páginas amarillentas, la miko parecía ser bastante ordenada en sus ideas cuando no estaba alterada por alguna falta de su voluble medio hermano. Mientras esperaba a Rin sin quererlo las palabras de la joven miko vinieron a su mente...

"Querido Amigo, hoy regresamos de mi tiempo con Inuyasha al Edo antiguo, trajimos muchas cosas incluyéndote a ti. Todos parecen muy felices con sus regalos y eso me calienta el corazón, cómo quisiera que todo esto de los fragmentos de la perla y Náraku terminara. Estoy muy contenta sabes? las cosas con Inu parecen estar mejor que nunca, la idea de escribir nuestras vivencias para contárselas a nuestros hijos me ilusiona mucho. Miro a Inuyasha cuando él no me ve, Trato de imaginar lo bellos que serán nuestro pequeños niños o como los llama él cachorros? Ojalá tengan las orejas de su padre, la primera vez que lo vi, estaba clavado en el árbol sagrado, se veía tan sereno y hermoso, entonces vi sus orejas y no pude resistirme a tomarlas con los dedos y frotarlas fue muy tierno jajajaja. Los rasgos de los youkai Inu son fuertes, Inuyasha y Sesshomaru son hermosos ejemplares de la raza, ambos denotan su fortaleza. Me ilusiona ver sus ojitos dorados y escuchar su risitas... Crees que será posible para mi algún día ser tan feliz? hasta mañana. Kagome."

Y luego debajo continuaban los relatos de algunos enfrentamientos con Náraku y Kagura, las ilusiones que la miko tenía acerca de unir su vida con el hanyou, pero se sentía algo incómodo de que la mujer se hubiera atrevido a escribir acerca de él a pesar de que solo había escrito palabras de elogio.

Sesshomaru leyó unas cuantas hojas en las que ella relataba sucesos, sensaciones y varias cosas, él sólo se centraba en las partes que tuvieran que ver con las emociones y los sentimientos ya que esa faceta del humano escapa a su comprensión, y tiene mucho que ver con la propuesta que piensa hacerle a la miko futurista.

A lo largo de su lectura comprendió la capacidad de amor incondicional, de que era capaz Kagome, la fidelidad, la renuncia, el sacrificio, la entereza y la verdadera fortaleza de la exótica joven, y la valentía con la que había enfrentado los cambios de humor de Inuyasha, los fracasos en la recuperación de los fragmentos y aparentemente todo se debía a la llegada de la miko de arcilla a la manada.

-Ese hanyou de verdad está perdido. No puede pretender que un cadáver se haga cargo de su manada como hembra alfa, con sólo un golpe bien asestado, se partiría en mil pedazos. Y la joven... soporta y resiste, a su lado siempre, fiel a sus sentimientos."

Sentía un poco de culpa si eso fuera posible, había entrado en el mundo de la miko, sin permiso pero él es el Señor del Oeste acaso necesita permiso? No, él hace lo que quiere y cuando quiere verdad? Sabía por el diario que la joven no tenía problemas de razas colores, tamaños o diferencias, todas parecían ser aceptadas sin ningún tapujo, inclusive la mujer había escrito que él mismo era un ejemplar ¿hermoso? Miraba al cielo y percibía los aromas que traía la brisa, y los leía como a las páginas del diario de Kagome, mientras la bestia en su interior apoyaba su cabeza sobre la patas agachado y pensaba en los años que ha vivido, alrededor de ochocientos, jamás supo que alguna hembra youkai tuviera las cualidades de esa humana a la que siempre había considerado insignificante.

En esos momentos apareció Rin y con un grito de "Sesshomaru Sama!" lo sacó de su letargo, tomó a la niña, la subió sobre el dragón Ah Un, y partió en dirección a la aldea de la miko anciana, mientras volaba con la mirada fija en el horizonte pensaba en las páginas leídas del diario y la culpa de a poco se iba desvaneciendo...

MIKO DE MI CORAZÓN (Original).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora