Capitulo 53

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NO SOY DUEÑO DE INUYASHA

HEY ME HAN EXTRAÑADO? ESPERO QUE SI, YO SI EXTRAÑÉ HABLAR CON USTEDES Y ESCRIBIR. GRACIAS POR LOS DESEOS DE BUENA SUERTE. AQUÍ, MI AGRADECIMIENTO... ETERNO.

CAPITULO 53

El príncipe Ookami, continuaba empujando muy lentamente, el aroma de la sangre virginal de Rin llegaba a sus fosas nasales, estaba un poco afligido, pero sabía que esto sucedería. Rin tenía sus mejillas mojadas con lágrimas, el sudor corría por su frente, Kouga besaba desesperado esos labios rozagantes, acariciaba los pechos de la joven y volvía a besarla, de a ratos anclaba la mirada en la de ella, mientras lentamente llegaba hasta el fondo de sus capacidades, colmando a la joven con su masculinidad, quedándose inmóvil, dejándola reponerse.

-"Rin, siento tu calor en mi cuerpo...estoy desesperado. Bésame..."

La joven Dama del Norte tomaba a su macho del cabello dulcemente, y lo besaba devorando los labios carnosos del lobo, haciéndole muy difícil mantener el control.

-"Quiero ser todo para ti, no deseo nada más que amarte..."

Las palabras sexys de Kouga hacían latir el corazón de Rin de una manera descontrolada, ella bajaba sus manos por los costados del torso del Ookami, acariciando los músculos, abarcando los glúteos del macho que se sobresaltó con agrado por el atrevimiento de su dulce esposa. Kouga le sonrió, ella sonreía de vuelta, se besaban y el lobo tonaba coraje y se animaba a moverse, lentamente, sensualmente, profundamente.

-"¿Cómo te sientes? ¿Esto te gusta?"

-"S-Si, me gusta, tú me gustas..."

-"Dime siempre lo que quieres y lo que no, yo quiero complacerte mi princesa"

Rin atraía a Kouga contra su sexo incitándolo a seguir, él respondía gustoso, la danza sexual se desarrollaba entre los gemidos y sonidos más excitantes... La urgencia los devoraba, los movimientos se aceleraban, la respiración entrecortada, los besos...híbridos entre mordidas y succiones, el cabello de Kouga, ahora suelto y pegado a la espalda sudada, se unían en profundidad, rasguñando, mordiendo, el lobo acelerando las embestidas, gruñendo en un ritual animal, apretando los dientes al sentir su semilla derramarse en el hirviente interior de Rin que convulsionaba en un orgasmo intenso, el primero de su vida... Se retorcían en deseo. Sin separarse aún, la necesidad presente más que antes. El apareamiento se extendía más allá de lo esperado. Kouga sobre Rin, besándola, recorriendo la boca, acariciando con la lengua, mordiendo los labios.

-"Aún te deseo...Rin..."

-"Yo también...mucho"

Suavemente se retiró del interior de la joven la dio vuelta apoyando su pecho en la espalda blanca y tersa de Rin, incorporándose para que ella quedara casi sentada sobre sus piernas, en seiza sobre él, besaba la marca, los hombros, hacía a un lado el cabello, besaba la boca. Rin hacía su cabeza hacia atrás, Kouga mordisqueaba el cuello levemente, ella gemía. Lentamente la colocó en sus rodillas y manos, penetrando a la joven desde atrás, succionaba la carne pálida de la espalda de su hembra, que jadeaba, con las garras rasguñaba levemente la piel, y lamía los pequeños hilitos de sangre, sintiendo el deseo crecer, comenzando la exótica danza. Jamás se había sentido tan completo, tan masculino, tan feliz... Su Dama, Rin, ella era todo...Él le daría todo, moviéndose como las ondas del mar, de a poco aumentando el ritmo, abrazando las formas femeninas, Rin no podía más que arrugar las pieles entre sus manos aferrándose, sosteniendo su placer, Kouga se erguía sobre su hombro, susurrándole palabras de amor en los oídos, ella gimiendo su nombre extasiada, la semilla golpeando el vientre, en un aullido desesperado. Los colmillos clavados en la tierna carne del cuello reafirmando la marca y completando el apareamiento, el youki fluyendo dentro de Rin provocando el clímax más poderoso. Kouga procedió a lamer la herida, manteniéndose juntos, se recostaron en las pieles, abrazados, agotados, enamorados.

-"Te amo, Kouga"

-"Y yo a ti princesa, más que a nada"

Entrelazados, el sueño los reclamaba, una semana de pasión los aguardaba, nada más importaba, los Señores del Norte, comenzaban su vida juntos. Nada más importaba...

**********************En el Oeste**************************************

Kagome se estiraba, desperezándose en la enorme cama vacía. ¿Vacía? Sí, vacía. El estómago le dio una vuelta, detestaba estar lejos de Sesshomaru, las alimañas ya habían abandonado palacio y ella pretendía movilizarse por "su casa" a gusto y placer, pero ¿Dónde estaba Sesshomaru? Se levantó lentamente con intención de ira a tomar un baño al onsen, cruzó toda la habitación desnuda, era muy temprano, apenas se vislumbraba un poco de luz afuera. Pasó frente a un espejo y se vio. El vientre estaba bastante visible. ¿Pero cómo podría ser? Llevaba tan solo un par de semanas de preñez, acaso era algo Inu? Sabía que Sesshomaru en su forma completa era enorme, pero Inuyasha no lo era, y si su hijo sería un Hanyou no debería cambiar de forma tan radicalmente. ¿Dónde estaba Sesshomaru? Kagome abrió la puerta shogi del onsen, entre la bruma del agua caliente estaba una forma grande y musculosa, unas rayas se veían en el fondo blanco, todo turbio.

-"Aquí estoy Miko, Por qué estás tan alterada, tu marca me está quemando..."

-"Es que no te vi cuando desperté y no me agradó, me sentí ofuscada, y mi vientre está más grande cada vez que lo veo"

Sesshomaru sonrió, mientras ella caminaba hacia él. La tomaba de las caderas y se acercaba para besarla

-"Saiai, no me canso de tu cuerpo, y de tu amor, siempre deseo más"

-"Eso dices pero pronto me veré como una Kuma panzona, mírame, soy enorme!"

El Daiyoukai hizo lo que ella le dijo, acarició su vientre y la besó entra la niebla espesa, mientras la atraía hacia él dispersó un poco el vapor y la observó detenidamente...Para tener unos días de gestación estaba realmente grande. Sesshomaru no tenía ni idea qué esperar de un embarazo, sólo sentía la energía de su hijo manar desde el vientre hacia él, potente y muy firme.

-"Es la primera vez que le presto atención a una hembra esperando, no sé qué decirte...Te ves un poco grande, pero...Iremos a ver al sanador y también a la anciana Miko."

-"Gracias, yo tampoco sé qué esperar de la gestación de un bebé hanyou, ojalá Izayoi estuviera aquí"

-"Dudo que ella pudiera ayudar, Kagome, los mestizos son poco comunes, distinto a lo que parece, cada cría presenta distintas características de sus padres, Inuyasha por ejemplo, se parece a Inu no Taisho, en el color de la piel, los ojos, el cabello la fortaleza, Jinenji es muy diferente a su padre, es realmente diferente, pero tiene el carácter de su madre, Shiori es igual a su madre pero conserva los ojos y el poder de su padre...Realmente no sabremos cómo será nuestro pequeño o pequeña hasta que nazca"

-"Será Hanyou"

-"Así será"

-"Y cómo te sientes al respecto?"

-"Ansioso como cualquier futuro padre"

-"¿No te molesta, ni un poco?"

-"Kagome, ya he tenido mi parte de idiota durante demasiado tiempo, permíteme disfrutar de mi familia libremente, junto a la mujer que amo que eres tú"

Sesshomaru la alzaba y rodeaba sus caderas con las piernas de Kagome.

-"Además tendremos al molesto mestizo de mi padre revoloteando a la cría, ya oíste lo que te dijo cuando estabas inconsciente"

-"Jajaja que él se encargaría de guiar y proteger al bebé, sí lo recuerdo"

Kagome besaba a Sesshomaru y tironeaba de sus cabellos excitándolo. La bestia se relamía, estaba lista para disfrutar de la sacerdotisa.

-"Kagome...No provoques al Señor del Oeste..."

Sesshomaru, sonreía juguetón.

-"O si no, ¿Qué?"

-"O si no...esto!"

MIKO DE MI CORAZÓN (Original).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora