Capitulo 110

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NO SOY DUEÑO DE INUYASHA

LA SANGRE LLAMA...

CAPITULO 110

La bestia de Shikkon, regurgitaba la cabeza de Náraku, el ácido de su maldad era demasiado hasta para ella, sin embargo intentaba posicionarla sobre los hombros por así llamarlos de la masa informe en que se había convertido. Iba a tener esa cabeza, con sus pensamientos, su cerebro, sus recuerdos y ni hablar sus rencores...

Los demás esbirros de Náraku muertos y vivos intentaban alejarse de la bestia infernal. Ya habían tenido demasiado del hanyou para volver a caer en sus engaños.

A la entidad bestial no le importaba, el infierno estaba lleno de almas que clamaban venganza contra los Taisho y la sacerdotisa de Shikkon. Ningún daño le acaecería a Kagome, hasta que ya no la necesite, pero Sesshomaru, Inuyasha y la manada se habían convertido en un obstáculo a esquivar.

Inuyasha caminaba hacia el balcón. Se paró sosteniendo una copa de sake en su mano. Pensaba mientras veía la luna llena, enorme que ya se escondía detrás de los cerros.

-"La vida no puede ser mejor"

Mirando hacia la cama, se veía el cuerpo desnudo de su pareja, la hermosa loba Kibò. La sangre y adornaba la habitación y el reguero de plumas y telas rasgadas hacían parecer un campo de batalla la habitación de los recién emparejados. La lucha había sido cruenta y un tanto sangrienta, pero la hembra descansaba relajada y muy satisfecha de haberse apareado con un macho al que respetar, fuerte, y poderoso, como el linaje Taisho. La marca de su cuello aún en carne viva, la saliva de Inuyasha no era curativa como la de su hermano, así es que sanaría por sus propios medios, lo cual no quitaba que un par de sesiones de lamidas y arrumacos no ayudaran en el proceso. Lo más sorprendente del apareamiento era el vínculo que se abrió entre ellos una vez que Kibò le dio su marca a Inuyasha, estaba maravillado de las sensaciones que era capaz de percibir a través de él, hacer el amor con su pareja luego de activo el vínculo había sido lo mejor, leyéndose como libros abiertos, habían logrado la unión más satisfactoria casi al final de la ceremonia. Era feliz, por fin, el mestizo de Occidente, sentía paz en su alma.

La mañana llegó para los románticos y el desayuno esperaba para un nuevo día de entrenamiento, Sesshomaru y Kagome estaban sentados en sus lugares, sus rostros visiblemente rozagantes y felices, el Lord cardinal, colocaba una cereza en la boca de su hembra, provocando la sonrisa y el sonrojo del personal que servía la mesa y los invitados. Por demás estaba pensar de que sería una muestra de debilidad, mientras la cereza se depositaba lentamente en los labios de la Señora del Oeste, el Señor elevaba su aura de tal forma que los asistentes al desayuno tenían dificultades para tragar, respirar, incluso hablar. No dejaba lugar a la duda de la potencia que tenía, y advertía que a pesar de demostrar cierta afinidad con su pareja, nada escapaba a su escrutinio y era sin lugar a dudas una amenaza con todas las letras. Los youkai atendían sus propios desayunos, viendo de reojo de vez en cuando al Lord, sabían muy bien de que por más cariñoso que fuera con la sacerdotisa era un verdadero peligro para los demás, así como lo era ella.

Los humanos necesitan afecto ya se sabe y eso era todo. El Daiyoukai cumplía con su deber de pareja y eso no lo hacía ver débil, sino, versátil, inteligente, práctico y muy astuto. Sesshomaru se sentía satisfecho con el aroma de admiración y temor que flotaba en el ambiente.

Danaka controlaba desde muy temprano en su puesto cerca del Lord, sus ojos y sentidos felinos desplegados atentos a cualquier disturbio o movimiento fuera de lo normal.

Mientras todo transcurría dulce y peligrosamente, la pareja de humanos y Noriko ingresaron al salón. Sango y Miroku reverenciaron a los Señores y se sentaron, Noriko hizo lo propio y caminó hacia su lugar mirando pícaramente a su marido que cumplía con su trabajo. El tigre la miro serio, pero le guiñó un ojo, ella sonrojada de inmediato, él pensaba para sí, que unirse a esta humana había sido la mejor decisión de su vida.

MIKO DE MI CORAZÓN (Original).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora