Capitulo 114

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NO SOY DUEÑO DE INUYASHA

DESAFORTUNADAMENTE...

CAPITULO 114

El día había transcurrido sin dificultades. Por supuesto entrenando hasta desfallecer. Las hembras se habían retirado al arroyo para asearse y los machos algunos cazaban otros afilaban sus armas y otros estaban de guardia vigilando los alrededores. Los nervios eran generalizados, Shippo estaba junto a Miroku, habían tomado la primera guardia con el general del Sur.

-"Tengo miedo, Miroku"

El monje apoyó su mano en el hombro del joven kitsune

-"Serías un necio si no lo tuvieras"

-"Me avergüenza, sin embargo, yo seré Daiyoukai del Oeste hasta la mayoría de edad de Yashamaru y no me considero merecedor. Estas cosas me asustan terriblemente"

A pesar de estar convencido de ello, Shippo jamás demostró temor en batalla, ni en entrenamiento alguno, por más duro que fuera. Pero el hecho de sentirlo por dentro provocaba una inseguridad en él, que lo incomodaba y lo apenaba bastante

Sesshomaru e Inuyasha aparecieron en el campamento, seguidos por las hembras,

El enorme jabalí que traían alcanzaría para todos.

Eviscerado y sin el cuero lo despostaron y reservaron carne cruda en abundancia para los youkai, el gran trozo restante fue salado y lo dispusieron sobre el fuego, reservando las piernas para la comida de la noche, algún guisado con verduras y líquido. Debían mantenerse fuertes y bien alimentados. De vez en cuando, la comida ningen tenía cierta aceptación, ya que combinaba ingredientes que de otro modo los youkai no ingerirían, y resultaban beneficiosos para su buena salud. Para su buena suerte, Kaede era experta en guisados, y a todos les agradaba su sazón. Luego de la cena, a la hora del descanso, la luz del sol desaparecía detrás de los cerros, las miradas estaban en el hanyou, la luna nueva estaría en lo alto ésta noche. Kagome y Sesshomaru estaban sentados juntos, ambos mirando a Inuyasha que dormía abrazando a su pareja. Shippo y Danaka también lo miraban de vez en cuando. La preocupación era la misma, el cambio que sufría el mestizo en la luna nueva. Humano, no sería muy útil en la batalla y peor aún, su vida corría más riesgo que de costumbre. Todos recordaban cómo se habían sentido cuando en la batalla contra Náraku, Inuyasha murió. No querían por nada del mundo repetir la experiencia, Kagome también había muerto y a Sesshomaru se le erizaba la piel de sólo pensarlo. Ya completamente a oscuras la manada observando a Inuyasha que mantenía los ojos cerrados abrazado a la loba, comenzó a cambiar.

Sus cabellos otrora plateados eran negros y sus garras se retraían dejando ver uñas romas de una mano humana sin más que algunos callos, sus facciones eran muy agradables.

Todos lo habían visto cambiar muchas veces sin embargo, siempre era fascinante, sobre todo para Sesshomaru, él se sentía muy interesado en el mecanismo del cambio, Acaso Yashamaru cambiaría alguna vez? ¿Cómo se verá si lo hace?

Kagome sintiendo en su mente los pensamientos de su pareja como propios respondió sin querer

-"No creo que a Yashamaru le suceda lo mismo, no creo que cambie, o ya lo hubiésemos visto hacerlo no crees?"

-"Hn."

Esta noche los machos, no dormirían, pero se mantendrían pendientes. Los guardias dispuestos afuera, atentos al más mínimo movimiento de youki o del bosque.

Inuyasha sin abrir los ojos habló

-"Oi, ya dejen de verme como a un fenómeno, como si no me hubiesen visto antes"

MIKO DE MI CORAZÓN (Original).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora