Capitulo 91

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NO SOY DUEÑO DE INUYASHA

GRACIAS POR ESTAR ALLÍ.

HEY NO ME ALCANZAN LAS PALABRAS PARA AGRADECER LOS COMENTARIOS, TAN ESPECIALES

ABRAZO DESDE MI CORAZÓN.

CAPITULO 91

Y así fue, Hiten estaba bien al tanto de los progresos del pasado a medida que aparecían más y más pergaminos, relatando lo maravillosa que la vida era en el tiempo donde residía la mitad de su familia, el origen de los mismos era incierto, pero no importaba, si aparecían en su gaveta, seguro los había heredado de sus ancestros. Maravillosas noticias llegaban a él todo el tiempo. Un gobierno extraordinario, mejoras a todo nivel, y algunos "INVENTOS" innovadores también hacían la vida del Sengoku mucho más llevadera.

Sabía del emparejamiento de Inuyasha, el nacimiento de unas gemelas de Miroku y Sango y de la felicidad de su hija con un nuevo embarazo a sus treinta y siete años, imaginaba lo maravilloso que sería su nuevo nieto con características de tigre. Sabía de lo poderoso que era Yashamaru. Estaba muy feliz y le había gustado mucho su nombre y pensó que no había ninguno mejor para el pequeño Daiyoukai. Suspiraba mientras veía mecerse al Goshinboku. La vida para ellos no era del todo mala, dentro de su soledad, Souta parecía estar bastante tranquilo. Extrañamente había comenzado a ver características youkai en algunas personas en la ciudad y cada vez eran más evidentes. Curiosamente, no estaba asombrado ya que en su corazón sentía como si siempre hubiesen estado allí, solo que invisibles a sus ojos, físicos y espirituales. Pero ahora, parecían convivir en perfecta armonía con los humanos. Y eso había sido después de esa extraña explosión en el pozo devorador de huesos hace dos días...Qué extraño...se sentía como si hubiese sido hace tanto tiempo...

**************************************************flash back**************************************************************

Souta visitaba el pozo a menudo, pero al parecer había dejado de funcionar. No había ni movimientos, ni brillo, ni sonidos, nada, silencio y quietud hasta una tarde en que comenzaron a escucharse ruidos profundos y las chispas se asomaban del pozo hacia afuera haciendo temblar los cimientos de la casa Higurashi. El joven sacerdote se encontraba meditando con su abuelo en la explanada cuando la gran explosión sucedió. El techo del cobertizo voló en mil pedazos, regándose por todo el terreno, una luz cegadora salió desde el fondo del pozo, los árboles cayeron, las baldosas volaron, todo estaba cubierto de escombros y el pozo y el cobertizo se desplomaron en seco. Ambos hombres corrieron hacia el pozo, una muy brillante luz los cegó y luego...Despertaron en sus habitaciones y la vida comenzó a transcurrir normalmente, sólo que se sentía diferente y no sabían por qué.

Minutos antes en el pasado tres machos, dos youkai y un mestizo miraban el Sengoku Jidai por última vez y saltaban dentro del pozo.

La luz celeste los envolvió pero los arrastró en un agujero de gusano a través del universo y las estrellas, en una caída vertiginosa que los arrastraba, les estiraba la piel. Las náuseas y la sensación de caer y caer en un tobogán sin fin los desesperaba.

-"Yashamaru, mantente lo más cerca que puedas!"

-"¿Qué sucede, qué es esto?"

-"El pozo, tal vez fue algo que hicimos..."

Los tres iban deslizándose violentamente, con vaivenes de velocidad y saltos entremedio, imágenes de la creación del mundo frente a sus ojos, la evolución de los humanos y la evolución de los youkai, frente a los incrédulos ojos de los machos, la vida se abría paso desde un antepasado en común, madre de las dos razas, pariendo una cría humana y una cría con aspecto animal, hermanos de la misma sangre. Al final de todo Youkai y ningen eran una misma cosa. Los corazones de los machos youkai estrujados a más no poder, mientras la vertiginosa caída los llevaba solo Kami sabía dónde, los recuerdos se les entremezclaban con los sueños y las ilusiones. Las imágenes de sus pérdidas y tristezas en el aire como pantallas gigantes relatando las vidas de todos ellos a cada uno en su mente, la caída erosionaba las tristezas y las penas abriéndole paso a nuevas sensaciones, a la calma la paz, el amor y la alegría, los recuerdos frescos de una vida plena con una mujer maravillosa a su lado, descendencia, el tigre rodeado de sus hijos y su esposa, felices en palacio, Yashamaru, su crianza y crecimiento rodeado del amor de sus padres, de su tío y la manada, de sus hermanos... El tremendo sonido y el choque contra algo que no alcanzaron a ver. La sensación de flotar en el aire, sin pensar en nada como si estuvieran de nuevo en el vientre de sus madres, flotando, en posición fetal, con los párpados cerrados, a punto de nacer.

**************************************************Fin flash back***********************************************************

-"Sesshomaru, Sesshomaru despierta...Ya es tarde, ya es de día"

Abrir los ojos jamás le había costado tanto...Quién le hablaba, quién lo acariciaba con esas manos tan cálidas

-"Hn?"

Los ojos tardaron en enfocarse pero finalmente lo hicieron,

"De quién es esa voz?"

"Shimaru? Bestia estás hablándome?"

La luz del sol le calentaba la cara

-"Vamos, que ya están todos esperándote para desayunar"

La vio, sus ojos brillantes y su rostro sonriente, pálida, saludable...Viva. No sabía por qué pero al parecer su corazón no esperaba verla, no allí, nunca más. Maldita pesadilla, seguramente fue la causante de esa sensación tan había sido eso, una pesadilla...O no?

-"Ka-Kagome"

-"Mmmm. ¡Qué remolón estás hoy mi amor!, anda que tengo hambre y debo despertar a Yashamaru, aquí te dejo la ropa"

Y dándole un beso comenzó a retirarse hacia la salida de la habitación. No podía ser. Si acaso fuera un sueño no despertaría hasta abrazarla, besarla y hacerla suya, como innumerables veces antes. Pero...eran sueños o realidad? Ya no lo sabía. Recordaba a la manada, y también a los nuevos integrantes. Qué sensación más extraña. Soñar con tristezas...Tan reales...No pensaría más en eso, tenía una mujer que amar y eso sería ahora.

Sin demorar un segundo más se levantó la agarró de la mano y la arrojó a la cama, cubriéndola con su cuerpo, no entendía la necesidad de arrancarle la ropa, de apresurarse a tomarla y no dejarla ir nunca más. Acaso un sueño podría perturbarlo tanto? No importaba, ahora ya no importaba. Él ahora era feliz, ya nada le impediría sonreír, y disfrutar de la vida, nunca más. Estaba hecho, sin saberlo, el viaje en el pozo los trasladó al mundo como debió haber sido siempre, con Kagome e Inuyasha estando vivos, la manada crecida con todos esos nuevos integrantes, la vida diferente, llena de esperanzas. Sonriendo se apresuró a desvestir a su hermosa mujer, y a degustarla lentamente, como a él le gustaba, como él sabía que a ella le gustaba, minuto a minuto, la vida se desarrollaba, nueva, fresca, natural, nada podía ser mejor.

MIKO DE MI CORAZÓN (Original).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora