Capitulo 16

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NO SOY DUEÑO DE INUYASHA

GRACIAS POR LOS COMENTARIOS. NO TENGO PALABRAS PARA AGRADECER EL APOYO QUE ME BRINDAN, LEERLOS SE HA VUELTO UNA HERMOSA COSTUMBRE, UNA TAZA DE CAFÉ , LA VENTANA A MI IZQUIERDA Y SUS COMENTARIOS, NADA MEJOR. CAPÍTULO CORTO PERO NECESARIO, UN ABRAZO.

CAPITULO 16

Desesperado, esa palabra no era suficiente para describir el estado del Daiyoukai, jadeaba y arrastraba sus colmillos por el borde del cuello de la Miko, lamía y aspiraba y rastrillaba los colmillos otra vez, en su interior la bestia se revolcaba en el suelo rasguñándose el pecho ensangrentándose la blanca piel, Sesshomaru se debatía entre el honor y los instintos su cuerpo temblaba y el corazón palpitaba violentamente...Ella giró la cara y llevó la boca hacia la del Lord, comenzando a besarlo con dulzura, intentaba transmitirle que estaba bien, lo que fuera que sucediera estaba bien, Sesshomaru devolvía el beso con pasión, succionaba y lamía los labios de Kagome con extrema avaricia y con su lengua invadía la boca y la garganta de la joven que gemía en su boca y lo tomaba de sus cabellos atrayéndolo hacia ella. Sin quererlo se separaron por un segundo...

-"Miko..."

-"No. No lo digas, si me pides que me detenga no serás mejor que Inuyasha. Habrás conocido mi cuerpo y me habrás rechazado igual que lo hizo él"

¿Eso era lo que pensaba de él? Él no quería hacer las cosas por instinto o apresuradas, no quería que nada saliera mal, si ella era para él quería llenarla de lujos, de atenciones, quería cortejarla, quería enamorarla aunque no supiera cómo, quería amarla.

Para eso, tenían que estar seguros de sus sentimientos, hasta ayer la Miko sufría por Inuyasha, y él quería ser el único en su corazón, su alma, único en su vida, único en su cama...

Náraku, maldito Náraku y maldita la joya de Shikon, para entregarse a su sueño de amor debían desaparecer los dos, el hanyou monstruoso y la joya viciada.

Aún si desaparecieran debería enfrentar al concejo y a los lores, no importa ya nada le importa arrasaría con todo y con todos, si ella le diera su amor a él "Dame tu amor a mi" había dicho la bestia, y Sesshomaru lo repetía en su interior como un mantra...

-"¿Me amas sacerdotisa?"

-"...No quiero..."

Mientras tenía a Kagome de la barbilla y mordisqueaba sus mejillas, preguntaba con su voz ronca y penetrante, ella cerraba los ojos y disfrutaba de su tacto.

-"No quieres qué?"

-"Amarte, y morir luego en el destierro"

Sesshomaru sintió una punzada en la cicatriz de su pecho, sentía una gran tristeza al imaginar las cosas que había atravesado Kagome para tener un pensamiento como ese, el Lord youkai cesó en sus caricias, ella abrió los ojos y lo miró profundamente, sus ojos oscuros penetraron en el alma del Daiyoukai, y se clavaron en la bestia que la miraba arrodillada en su miseria, le había devuelto la vida y él no sabía cómo amarla. Se merecía todo, y él no tenía nada, sólo sabía que su cuerpo gritaba por ella, y sin ella, su sangre era tan espesa como el agua, no valía nada.

-"márcala, por favor, márcala, quiero beber su sangre, consumirme en su fuego, quiero sentirme vivo..."

-"La bestia clama por tu sangre, Miko y mi cuerpo arde de deseo por tu piel"

-"Sesshomaru, no me apartes de ti..."

Y diciendo eso la joven lo abrazó atrayéndolo hacia ella, él buscó la boca de la Miko y la invadió otra vez, Sesshomaru se iba enderezando hasta quedar sentado y la joven a horcajadas sobre él, ella lo miraba fijamente como si esperara el rechazo repentino del Daiyoukai que la tomó de la cara con ambas manos, la besó tiernamente y le dijo

MIKO DE MI CORAZÓN (Original).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora