Capitulo 87

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NO SOY DUEÑO DE INUYASHA

NO ME REGAÑEN TANTO, YO SE QUE EN EL FONDO ME APRECIAN AUNQUE SEA UN POCO. ALLÍ VOY

ABRAZO.

CAPITULO 87

Al despertar todos muy cansados y algunos adoloridos, las actividades de pareja les habían dejado algunas secuelas bastante notables. Luego de desayunar con los visitantes en el salón, salieron a entrenar. Por supuesto Sesshomaru excusó a la Dama del Oeste debido a un fuerte resfriado, cosa que los youkai conocían, como una enfermedad muy frecuente de los humanos y realmente molesta. Le enviaban sus respetos y deseos de pronta recuperación. Las puertas de la habitación real estaban fuertemente custodiadas, Kagome se encontraba junto al sanador Kenkò y la ardilla youkai Ken.

-"Así es que Mi Lord dijo que me encontraron en el futuro, es así?"

Mientras revisaba a la Señora, el sanador preguntaba muy satisfecho ante las respuestas

-"Hai lo hicimos, tienes el más grande hospital que jamás haya visto...Y atiendes a la comunidad youkai así como a los humanos"

-"Oh! Hay youkai en su tiempo mi Lady! ¡Eso me hace feliz! Es un verdadero alivio...Respire... Otra vez...Tosa...Ha comido algo hoy?"

-"Sólo fruta, lo demás me cae pesado..."

-"La puntada que usted me cuenta que sintió, es un aviso del próximo nacimiento del cachorro. Usted debe alimentarse con proteínas ya que necesitará fuerzas para expulsarlo y sobrevivir, como ya hemos dicho, no sabemos nada de nacimientos de hijos de Daiyoukai y Miko. Debemos reforzar todo lo que se pueda, Si le cae pasado el alimento, siempre podemos recurrir a papillas y bebidas preparadas con los mismos elementos. No se preocupe, estaremos a su lado Mi Lady"

-"Gracias Kenkò... Mmmm. El cachorro está bien?"

-"Sus youki y reiki están en equilibrio y su corazón martilla muy fuerte, es grande para su tiempo de gestación, pero creo que todo está bien"

-"Oh! Gracias!"

-"Si necesitas algo más por favor hágamelo saber"

-"Sí, hasta luego Kenkò"

En la puerta se cruzó de nuevo con la ardilla que traía telas hermosas y adornos. Un gran costurero y una ayudante muy bonita que se parecía a Shippo, era un youkai armiño blanca hermosa

-"Con permiso mi Lady, esta es mi ayudante Amai"

-"Hola Amai, cómo estás?"

-"Muy bien Mi Señora, muy honrada de poder ayudarte"

Enseguida se pusieron con manos a la obra, había que crear todo un guardarropa nuevo para la Dama de Occidente, para esconder el vientre de los ojos curiosos, ya que no podía permanecer oculta de los demás hasta que naciera el bebé. Nadie sabía cuándo. Para ello Ken había diseñado una especie de estola de piel, similar al moko moko de Sesshomaru. Envuelto a su alrededor, ocultaba bastante satisfactoriamente el embarazo y cualquier modificación resultante de su condición. Ocultar el aroma de la preñez sería otra cosa. Los kimonos eran hermosos, amplios, luminosos y muy cómodos y junto a la estola se veían realmente bien. El rostro de la Miko sólo tenía una diferencia, los labios bastante hinchados aparentemente debido a las hormonas, pero con maquillaje pálido, todo quedaba oculto. Ya cerca del mediodía, todo estaba listo. Medidas tomadas, telas marcadas y colores probados sobre la piel. Al atardecer seguramente los primeros kimonos estarían terminados. Ken y Amai se retiraron y Kagome quedó junto a su madre a solas por unos momentos.

-"Cómo fueron los entrenamientos mama?"

-"Muy bien, tanto poder y fuerza, no me acostumbro todavía a la potencia de pelea que tienen estos seres."

-"Seres?"

-"Jaja, sí los youkai, son increíbles. Cada día que pasa siento que los admiro más"

Las dos se reían y tomaban un poco de té. Pronto le traerían el almuerzo a Kagome y Noriko no deseaba que se sintiera sola.

-"Mamá, el otro día sentí una puntada terriblemente dolorosa en mi bajo vientre, Kenkò dice que se acerca el nacimiento"

-"Lo sé, Akira San me dijo que las hembras youkai antes de parir suelen tener avisos en sus cuerpos y se ponen muy irritables y necesitadas de atención. Tú has ido perdiendo un poco la calma en los últimos días hija. Danaka está muy pendiente de ti y de Sesshomaru, ya sabes"

-"No sabía que me vigilaba a mi"

-"Eres su hija ahora, por supuesto que te cuidará y a Souta"

Kagome sintió calidez en su corazón. Cuánto tiempo hacía que no sentía el amor, o el interés de un padre en ella.

-"Su hija...Suena tan...extraño"

Noriko abrazó a Kagome, le dijo que no temiera, que la maternidad siempre era algo bueno. Que siempre supo que ella era más fuerte de lo que imaginó jamás y que tenía la seguridad de que iba a ser muy feliz. Que TODOS iban a ser my felices. Kagome lloró, lloró suavemente, casi en silencio en brazos de su madre que la consolaba acariciándola y diciéndole palabras afectuosas.

-"Tengo tanto miedo, mamá. Mi bebé, mis hijos, mi pareja, mi familia, maldito! Náraku es un maldito!"

En esos momentos ingresaba Danaka. Se mantuvo a un lado de las hembras, muy silencioso, esperando por su esposa a reconocerlo. Le partía el corazón sentir la tristeza de la Señora del Oeste, tan fuerte, tan poderosa, tan genuina, ahora tan insegura y desvalida. La mirada verde fija en sus hembras, Kagome aún no llevaba su sangre, pero si, la impresión de su aura, que de a poco la rodeaba protectoramente. Maldito Náraku, él no pondría sus sucias manos sobre su manada, ni sobre su casa Occidental. Sesshomaru ahora era también su hijo político además de su señor. Nadie tocaría lo que era suyo por derecho, por honor, por afecto.

Sesshomaru entraba en su dormitorio y se encontraba con el espectáculo de su pareja apoyada en su madre, llorando y su amigo, casi padre y protector, observando la escena. Nunca imaginó ver al enorme tora caminar con tanto sigilo y cuidado, el Inu se detenía detrás de su General. Veía con asombro la manera del macho de abrazar a Noriko y estirar la mano con suma cautela, apenas corriendo sus garras por los cabellos de Kagome. Lo oía ronronear como lo felinos en confianza.

-"Mi Lady...No llores. Todo estará bien"

Kagome agarraba suavemente la mano del general, se desgarraba en lágrimas en los brazos de su madre y su ahora padre, un tora solitario que no sabía lo que era tener una familia propia, él siempre tuvo a Sesshomaru, lo cuidó y protegió, lo entrenó y lo vio crecer, el Inu era lo más parecido a un hijo que él había tenido en sus largos años . Ahora tenía una pareja, tenía dos hijos más y un cachorro por venir que sería su nieto. Sesshomaru supo que Kagome necesitaba en este momento el amor de su madre y Danaka intentaba tomar un poco el lugar de padre. Les concedería la privacidad necesaria para ellos. Si no hubiese sido por Danaka, la muerte de Inu no Taisho hubiera causado daños irreparables en el Oeste y en la vida del Lord heredero. Estaba más que agradecido con su general por apoyarlo paternalmente y no permitir que la tristeza y la soledad se hicieran cargo de él en su juventud

El Señor del Oeste sintió el golpe de familiaridad en el pecho. Las palabras del tigre se parecían a las que él mismo le susurraba a su cachorro para que se calme en las noches. Ahora Danaka era padre, de a poco, casi sin darse cuenta, el instinto lo llamaba a proteger y consolar. La leve sonrisa en el Daiyoukai, que silenciosamente hizo su retirada sin ser escuchado. Este era un momento muy privado, él había sido testigo ya era tiempo de fortalecer la familia, la manada, círculo dentro de círculo hasta formar un misma cosa, una misma fuerza, una misma familia, la familia del Oeste...

MIKO DE MI CORAZÓN (Original).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora