Capitulo 103

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NO SOY DUEÑO DE INUYASHA

EL COMIENZO DEL FINAL... ABRAZOS MIL...

CAPITULO 103

El entrenamiento en la plaza de armas era más que intenso, Sesshomaru estaba fascinado con el poder que demostraba tener Kagome y su dominio sobre el. Yashamaru crecía divinamente rodeado de amor y muchos cuidados y mimos por parte de todos los miembros de la manada. A excepción de Inu Kimi.

Ella veía ir y venir el codiciado bulto envuelto y no hacía más que desear verlo y hundir su nariz en su pequeño cuello, para grabar su esencia en su memoria para siempre, pero estaba en período de prueba y no podía desafiar a su alfa, si quería permanecer en palacio y formar parte definitivamente de la manada, el regalo de la vida le había sido concedido y no deseaba desperdiciarlo.

Cuando la perla ingresó al infierno, los muertos que se encontraban en el, cobraron vida, ella si bien no había sido de lo más agradable en vida no estaba allí por castigo divino, sino porque era la guardiana del Meidou, y estar en el infierno era su destino, no para sufrir sino para resguardar las almas que entraban y permitirles su ingreso. Al encontrarse con un cuerpo sólido y descubrir lo que la Shikkon estaba logrando con los cuerpos de millones de muertos, decidió salir y tratar de proteger lo que quedara en el Oeste de sus tierras y palacio después de Náraku.

De su hijo estaba tranquila, ella sabía la manera en que Inu no Taisho lo había criado, y sabía que la pureza de sus sangres unidas habían dado a luz un Daiyoukai natural, poderoso e invencible, estaba segura de que lo iba a encontrar en algún momento, pero del palacio y las tierras...tenía sus dudas. Grande fue la sorpresa al encontrar, todo mejorado, armonioso, alegre y ordenado, inclusive a Inuyasha junto a Sesshomaru, gobernando en acuerdo y pacíficamente.

La presencia de los humanos en la manada sí había sido una sorpresa. Rin era un caso especial, aunque jamás comprendió la razón, pero la aceptó. Los demás...era un misterio. Y aún así, Sesshomaru se había emparejado con una humana, Miko, ni más ni menos que la mujer que había sido de Inuyasha, y tenían un cachorro mestizo. La no comprensión de sus pensamientos se perdía en su mente cuando Yashamaru aparecía en brazos de alguno de la manada.

Se encontró con que no le importaba realmente nada, si era pura sangre, mestizo o humano, ella deseaba conocerlo y verlo crecer. Ella había sido la encargada de revelar el youki de Sesshomaru, aún cuando era niño, ya se irguió como Daiyoukai por encima de todos los candidatos reales al trono de Occidente y deseaba ser la que revelara el verdadero poder del cachorro y así demostrar su valía. La piedra Meidou de su medallón colocada en la frente de un youkai, revela su verdadera esencia y poder, ella había sido quien ayudara a Inu no Taisho a elegir sus guardias y soldados. Los mejores y más poderosos estaban en las filas de Occidente, y eso no era por casualidad, sino, con la ayuda del poder de la Ishi no Meidou y la aguda percepción del General perro.

De nuevo ante el cachorro envuelto ella suspiraba.

Kagome sudaba a baldes y luchaba contra Danaka. Ambos se atacaban sin guardarse nada. Noriko estaba bastante mortificada, dos de sus amores luchaban peligrosamente. Sesshomaru se deleitaba con el poder y energía de su mujer. La lucha contra el tora, su rostro enrojecido y sudado. La potencia de su Reiki y los recuerdos de la noche anterior, una vez más, alteraban el buen calce de su hakama y lo hacían hervir de deseo.

Los demás entrenaban duramente hasta sangrar. Inuyasha y Kouga, Miroku con su báculo enfrentaba a Kibò, que tampoco tenía piedad de él. Sango y Rin se fortalecían en el uso de la katana... El Lord Inu, supervisaba los enfrentamientos, no permitiría que se volvieran demasiado sangrientos. De reojo observaba a su madre con la mirada que iba y venía al cachorro, imaginaba que su instinto Inu la torturaba, pensaba para su interior, que se lo merecía. Algún día le permitiría acercarse, pero ella debería ganarse ese derecho, y hasta ahora no había hecho nada para merecerlo. Desde que llegó no había hecho nada para reivindicarse frente a la manada. Si bien tampoco los atacaba y menos aún los insultaba, pero la inacción no era bien vista por el Señor del Oeste y si de testarudos hablaban, él llevaba las de ganar.

-"Muy bien, el entrenamiento ha finalizado, pueden retirarse hasta mañana"

Todos se saludaron muy cordialmente, y se iban caminando juntos hacia el interior del palacio. El emparejamiento de Inuyasha se acercaba y estaban muy emocionados por ello.

Los preparativos estaban a cargo de Rin, ya que ella era la Señora del Norte y pareja del Lord Ookami, nadie sabía mejor acerca de las uniones Ookami que Kouga y ella. Las demás mujeres la ayudaban en lo que se les solicitaba, todas deseaban participar, Kagome muy de a poco se acercaba a Inuyasha, aunque no demasiado. La cautela que ella demostraba, marcaba que las cosas no regresarían a ser como antes, pero el hecho de que hablaban y compartían ideas, y la participación de Inuyasha como padrino de Yashamaru, hablaba de una relación de confort y equilibrio familiar.

En el estudio de Sesshomaru reunidos, luego de un buen y merecido baño se encontraban los machos de la manada.

-"Mi par del futuro argumenta que si nos equivocamos en nuestras acciones, modificaremos su realidad drásticamente, pero nos desean éxitos sin fín y continuarán enviando suministros."

-"Eso es algo bastante confuso"

-"¿Qué cosa?"

-"El hecho de que estamos todos en el futuro manteniendo correspondencia con nosotros mismos en este tiempo, para alguien de mente débil sería para enloquecer"

-"Eso es un problema típico de los lobos, el desequilibrio mental"

-"Y los mestizos babosos, nos encuentran más que atractivos...Por eso te emparejarás con una Ookami y tus hijos también tendrán sangre de lobo"

-"Es realmente molesto presenciar sus discusiones."

-"Hn."

Sesshomaru servía unas copas de sake y le alcanzaba una especialmente a Miroku

-"Monje, ¿qué sabes de hembras youkai?"

La comisura de la boca de Sesshomaru se levantaba casi imperceptiblemente, pero lo suficiente para que el sacerdote lo notara y Miroku supo de inmediato las intenciones del Lord Inu.

Atormentar a Inuyasha.

MIKO DE MI CORAZÓN (Original).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora