Who's NOT? ⸺hyunbin。2018

#01 Tired

ᶜʰᵃⁿᵍʲⁱⁿ

Estoy cansado de esta mierda. Ni siquiera somos amigos.

Hyunjin estaba recostado en su cama, mirando el techo, contando la cantidad de tablones por tercera vez, al menos ya sabía que había un total de veintiséis, y que habían doscientas treinta manchas negras en la madera.

Hyunjin estaba aburrido, ya había gastado todas sus vidas en el juego del móvil y ya había doblado toda su ropa. La noche estaba fría y él, muy cansado para levantarse a ver si alguno de los miembros había llegado de las visitas a casa.

Todos se habían ido menos él y Felix, pero Felix había salido a pasear con Jisung cuando este volvió de su casa. Hyunjin se había quedado en el departamento, esperando a que Changbin y su peluche (que siempre olvida cómo se llama) llegasen y se recostasen con él para hacer la noche menos solitaria.

Pasaban de las doce cuando Hyunjin intuía que el par de menores ya habían vuelto y se encontrarían dormidos, pero él no quería dormirse. Hyunjin se quedaría despierto toda la noche si fuera necesario, para esperar a Changbin. Necesitaba que ese enano entrara y le tocara los labios con sus suaves deditos, le dejara un beso y se recostara a su lado dándole la espalda en un silencioso pedido para ser abrazado mientras sostenía a su peluche con fuerza.

Hyunjin necesitaba que Changbin le dijera algo, lo que fuera, que le llamara y le dijera que las últimas palabras que soltó eran una mentira. Que Seo Changbin no estaba cansado de Hwang Hyunjin, que aún lo quería. O que al menos aún toleraba la clase de relación que tenían.

Ya no importaba si no dormían juntos, ya no importaba si eran una pareja extraña que sólo se dedicaba al sexo. Todo eso quedaría atrás si Changbin llegaba y le decía que al menos quería seguir siendo su amigo. ¿Eso eran? Eran amigos, siempre lo supo y, eso sólo se distorsionó cuando sin querer, sin pensar, uno besó al otro y uno tocó al otro.

Hyunjin negaría que se arrepentía de haber consensuado aquella relación sin nombre, lo negaría si tan sólo Changbin siguiera con él. De alguna forma, de cualquier forma. Él quería que Changbin se quedara, no importaba cómo. Si Hyunjin tenía que suprimir todo el amor que sentía, lo haría, si tenía que mirar desde lejos cómo Changbin amaba a alguien más, lo haría. Él sólo lo quería de vuelta.

La puerta de la habitación se abrió cuando eran casi la una de la madrugada, la luz de la cocina alumbró gran parte de su oscura cueva de soledad y depresión.

—Aquí apesta a ermitaño —mencionó Changbin, despacio.

Hyunjin se sentó de súbito en su cama para ver a la persona que se encontraba parada enfrente suyo. El mismísimo Seo Changbin había vuelto y sorpresivamente lo había ido a visitar, con Gyu en brazos.

—B... Binnie —susurró Hyunjin.

—Calla tu boca. —La voz ronca de Changbin se apagó.

Los pasos del mayor eran silenciosos, así que cuando la puerta se cerró y Hyunjin lo perdió de vista, creyó que él se había ido nuevamente. Hasta que unas manos pequeñas y frías quitaron las mantas y un cuerpo delgado se coló en su cama.

Hyunjin estaba helado, Changbin estaba abrazándolo así como tanto había pedido al cielo hace un momento. Los, ahora no tan, delgados brazos del mayor rodeaban su cuerpo, y sus piernas cortas y frías abrazaban las suyas en un intento vano de fusionarse con él.

La respiración de Changbin no era normal, parecía cansado y estaba muy inestable. Su cuerpo temblaba, pero Hyunjin sabía que no era a causa del frío.

—Hablé con mis hermanas —Changbin comenzó a hablar luego de estar callado por minutos enteros—, ellas me hicieron comprender algunas cosas. Yo no estoy cansado de ti... Sólo estoy cansado del tipo de relación que tenemos..., ya no quiero que sigamos con esto. —Changbin se apagó en las últimas sílabas, pero Hyunjin pudo entenderlo—. Estoy enamorado de ti, por eso no quiero seguir siendo tu pelota antiestres...

Hyunjin quedó mudo, aguantó la respiración mientras un enorme agujero se instaló en su pecho, comiéndole las emociones, tragándose la felicidad momentánea.

—Perdón por arruinar esto. Yo no quería... —Las manos dejaron de sostener a Hyunjin y las piernas fueron apartándose lentamente.

Hyunjin atrapó la mano ajena antes de que él intentase salir de la cama. Al parecer, ambos estaban teniendo delirios similares y haberse quedado callados los había lastimado.

Hyunjin quería golpearse la cara contra un muro. A cambio, sonrió apenas, se dio la vuelta y mantuvo aquellas frías y pequeñas manos presas.

—Hyunjinnie... Ya no quiero —soltó Changbin, haciendo su voz más fina al final.

Estaba oscuro, pero el mayor pudo saber que Changbin estaba llorando. Le partía el corazón, jamás lo había visto vulnerable.

Hyunjin no hizo caso al pedido anterior, se acercó al rostro ajeno y dejó un pequeño beso sobre los labios finos.

—Vamos a abrazarnos y a decirnos que nos amamos durante toda la noche, Binnie. ¿Te gusta mi idea?

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