Who's NOT? ⸺hyunbin。2018

#10 Always by your side

ᶜʰᵃⁿᵍʲⁱⁿ

Eran al rededor de las tres y media de la madrugada la última vez que Changbin revisó la hora, había perdido la noción del tiempo después de algún rato. Estaba sentado en el estudio trabajando en una nueva canción para 3RACHA, no podía ni debía dormirse, aún cuando tenía que levantarse a las ocho. Sus párpados se caían, involuntariamente, no parecían querer quedarse arriba por mucho tiempo. Pensó seriamente en poner cinta en sus párpados, pero eso iba a ser doloroso teniendo en cuenta a sus pobres cejas. Changbin había despertado a las seis el día anterior, habiendo dormido sólo cuatro horas. Estaba agotado.

Su novio, Hyunjin, descansaba a un lado, medio dormitando y medio muerto, con la cabeza apoyada en sus palmas y los pies cruzados en algún lugar sin tocar el sillón. Changbin lo había estado mirando durante un rato, hastiado. Le había dicho hace horas que no tenía que quedarse con él, pero el sinvergüenza había traído una manta y café. Los había rodeado a ambos con ella después de haber bebido todo el líquido de las tazas, luego se había recostado en el sillón para mirarlo hacer su trabajo. Y pasadas dos horas, cuando Changbin había mirado otra vez, Hyunjin tenía los ojos cerrados, con la cabeza colgando y tiritando de frío. Compadeciéndose de él, Seo fue por una chaqueta para cubrirse, así le dejaba toda la manta a su disposición —pero por si acaso, Changbin trajo otra más de la habitación y la colocó sobre Hyunjin.

La canción en la que estaba trabajando hablaba del amor, algo un tanto raro, porque el trío de gallos nunca antes había estado enamorado, ninguno de ellos sabía qué eran aquellos sentimientos puros que se tenían hacia una persona anhelante. Excepto ahora. Ahora Seo Changbin, quien estaba perdidamente enamorado del tipo loco que estaba medio muerto a un costado suyo.

Hwang Hyunjin, quien había luchado contra el sueño por horas sólo para hacerle compañía, y aún cuando dormitaba y sabía que debía volver a su cama para estar más cómodo, él todavía decidía quedarse. A veces ocurría que el menor acariciaba su cabeza y le decía alguna palabra para inspirarlo, la sola voz o toque del más alto era una fuente enorme para el mayor. Ahora, cuando sólo estaba viéndolo...

También se sentía inundado de sentimientos, sonidos melifluos, sensaciones, sabores. Todo estaba allí, metiéndose debajo de su piel. Yendo hasta las entrañas y volviendo por su boca —a veces otros sitios, pero, huh, no es necesario mencionarlo.

Seo y Hwang compartían un corazón. Así se sentía cada vez que uno miraba a los ojos del otro. Encontraban la luz que necesitaban para sus caminos.

Changbin miró la hora. Cuatro y cuarto de la madrugada. Él estaba acabado, ojos ardiendo y cabeza estallando. Por suerte, Seo sabía lo que era estar enamorado, así que pudo terminar aquella canción como se lo había propuesto, y con un bostezo, se acercó al sillón y tanteó la cara de su novio.

—Hyun... Jinnie —susurró Changbin—. Vamos a la cama, vamos a dormir.

El mayor trató de hacer que el otro se levante, pero este sólo le sonrió y tomó su brazo para recostarlo sobre él.

—Vamos a dormir aquí.

Hyunjin sonrió y besó la cara de su novio en algún sitio —él no puede estar seguro dónde—, cargándolo y abrazándolo para dormir.

No importa la hora, ni el día, ni el clima, Hyunjin siempre querrá estar junto a Changbin.