≽˖՞💫 ۫ ۫։ຼ ۪۪۫۫ changbin ama sentirse pequeño
sobre el enorme cuerpo de su amor.
❛⤹ﾐ── Hyunjin x Changbin oneshots. (minsung también)
❛⤹ﾐ── top¡! hyunjin / bttm¡! changbin
❛⤹ﾐ── clasificación ᴍᴀᴛᴜʀᴇ: "su historia contiene
...
Changbin aún tenía la cabeza entre las manos y su cuerpo tirado sobre el sillón descansando después de haber sufrido de una noche de amor con Hyunjin.
Hwang se había pasado un poco con la intensidad, y esa noche como ninguna otra anteriormente, Changbin había terminado más agotado de lo normal.
Los músculos en la mitad de su cuerpo aún le dolían y sus caderas no daban para un movimiento más. Aunque Changbin era terco, tanto como para ignorar el dolor y aún así gatear hasta las piernas de su novio y sentarse sobre ellas, jadeando ante el dolor de su trasero.
—Jinnie, Jinnie —llamó Changbin, apoyando el mentón sobre el pecho ajeno—, ¿te has dado cuenta que aún soy virgen?
Hyunjin se ahogó con su saliva pero no pudo decir nada cuando el ruido en la cocina los sobresaltó a ambos. Hyunjin cargó a Changbin y lo llevó hasta allí, preocupados por la persona que se había tropezado y tirado todos los platos de la mesada al suelo.
—¿¡Por qué tan temprano en la mañana está todo el mundo hablando sobre eso!? —gritó Chan.
Hyunjin sentó con cuidado a su novio en la mesada, abriéndole las piernas para colocarse entre ellas y así mirar a Bang Chan limpiar. No iban a ayudar.
Los brazos de Changbin rodearon a Hyunjin, apoyando la mitad de su cara en el pecho de su novio, prestando especial atención a las palabras que el líder había dicho.
—¿Quién más está hablando de su virginidad?
—Binnie, tú no eres virgen. —Chris se ahogó con sus palabras—. Digo, a veces no eres especialmente silencioso y duermes en la habitación que está justo al lado de la mía... Estas paredes son algo delgadas.
Changbin abrió sus ojos marrones tanto que podrían saltar de su cuerpo.
—¡¿Soy ruidoso?!
Chan parpadeó repetidamente, confuso ante la mirada curiosa y llena de brillo de Seo. El muchachito no parecía afectado por la misma vergüenza que surcaba todo el rostro rojizo del chico entre sus piernas.
—¡Channie! —insistió Changbin, haciéndole ojitos al líder.
—¡Sí, demasiado! —constestó Chan de súbito, tapándose los oídos para evitar escuchar otra pregunta incómoda.
—Channie hyung, hyung, hyung —Seo se arrastró hasta golpear uno de los brazos del líder para que le prestase atención.
Una vez hubo conseguido que Chan se destapara los oídos, sonrió en grande volviendo a su sitio y abrazando el cuello de su novio, Seo abultó sus labios brillosos al igual que sus ojos.
—¿Quién más estaba hablando sobre eso?
Chan suspiró, dejando todos los pedazos rotos de cerámica en una caja de cartón, apartándola para tirarla más tarde.
—Sung —murmuró Chan, rascándose el puente de la nariz—. Sung y Minho estaban hablando sobre eso. Y sin querer, sin tener la intención... Escuché que anoche Jiji perdió la virginidad con Minho. Ya sabes, por delante.
—Pervertido —susurró Hyunjin.
Changbin saltó en su sitio ante la estupefacción, ignorando las primeras palabras de su novio en toda la mañana.
—¡¿En serio?! —Changbin apretó sus manos sobre la ropa de su novio—. ¡Tengo que correr a que me lo cuente! No lo puedo creer, por fin convenció a Minho... ¡Jinnie, Jinnie, bájame, no, digo, llévame, llévame!
Chan inhaló una gran cantidad de aire ante las palabras que acababa de oír.
—Binnie, ¿a eso te referías con que sigues siendo virgen?
Changbin dejó de insistir con que tenía que bajarse de los brazos de su novio cuando Chan llamó su atención.
—Huh, sí —de súbito el rostro del más bajito enrojeció—. Jinnie y yo nunca...
—Bin. —Hyunjin le interrumpió—. No necesitamos hablar sobre eso.
Changbin abultó sus labios y ladeó la cabeza hacia su novio.
—Pero... Jinnie.
—No —la respuesta fue contundente—. No pasará, no insistas.
Changbin infló las mejillas y frunció el ceño, alejando los brazos del cuello de su novio.
—¿Por qué no?
—No estamos teniendo esta conversación delante de Chan hyung. —Interrumpió Hyunjin, alejándose de las piernas de Changbin y poniéndose de mal humor de repente.
—¿Por qué no? —Changbin insistió, negándose a bajar de la mesada debido al dolor en sus caderas—. Hyunjin...
—Porque no, y no insistas —respondió Hyunjin, con dureza—. No sucederá, y menos contigo.
—¡Eres un injusto! —Changbin saltó de la mesada y huyó hacia las habitaciones.
Los ojos brillosos de Changbin no pasaron desapercibidos para Hyunjin, no era el mismo brillo de antes, sino el de las lágrimas.
—¿Él estaba cojeando?
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