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No había nadie en el pasillo, nadie que los viera caminar tomados de la mano en medio de la escuela. Quizás por eso Jun no soltó a Minghao o e apartó de él, manteniendo su fría mano envuelta entre sus dedos. Realmente era el toque más dulce que sintió, una combinación de calidez y temor que se extendía por su cuerpo, muy diferente al asco y repudio que sentía por el toque de su profesora. Lo miró de reojo solo para descubrir cuál era la expresión del menor.

Minghao estaba sonrojado.

—Dime lo que sea en coreano.— Pidió Jun para aprovechar el trayecto, el niño giró de inmediato con una cara de sorpresa. —Lo que puedas decir. No te preocupes si te equivocas, yo te corregiré.

¿Puedo saber dónde está el baño?

—¿ah? ¿no lo sabes?— Preguntó de una manera muy infantil, guardándose la risa a medias que apenas y había asomado por sus labios. —¿Por qué esa frase en especial?

Es muy necesitada.

—¿y qué hay de presentarte? ¿Eso no es necesario?

No me presentó a veces.

—Presento.— Corrigió Jun de inmediato. —Tienes que aprender a presentarte primero. Comenzaremos con lo básico mañana.

Gracias.

Jun apenas sonrió soltando su mano justo antes de llegar a la puerta del aula, la empujo sin mucho interés y entró de la misma manera, encontrando a su pequeño grupo de amigos siendo regañados por el profesor Choi, frente a los demás ¿tan tarde había llegado que no pudo evitar ese vergonzoso momento? El profesor volteó hacia la puerta, encarando a Jun y al niño para despues hacerles una señal de que entraran.

—Al parecer no son los únicos a quienes no les interesa mi clase.— Habló Choi con molestia, Jun tomando asiento e indicándole a Minghao donde ponerse. —¿Qué lo hace llegar tan tarde?

—Me han dado a un estudiante.— Respondió Jun con tranquilidad. —Ya que es un estudiante de intercambio Chino me ha pedido que lo ayude a integrarse. Se me hizo un poco tarde porque estaba asesorándolo en la biblioteca.

Choi miró al oyente por unos largos segundos mientras que este se encogía un poco sobre sus hombros, intentando ocultarse detrás de Jun. Hubo un largo silencio, porque nadie hablaba en las clases del profesor Choi, aunque él no estuviera, se concentraban tanto en su trabajo que no había espacio para risas. Los amigos de JunHui miraban por sobre sus hombros, intentando curiosear la extraña escena del niño nuevo junto a él.

—No me molestan los oyentes mientras sean solo eso: oyentes ¿ha quedado claro?— El profesor habló lento, él siempre daba sus instrucciones así, despejando cualquier malentendido de su voz. Minghao asintió. —Bien, Ya he perdido mucho tiempo de clase, regrese a sentarse.

Los cuatros chicos corrieron a sus lugares, siendo un poco ruidosos pero no lo suficiente como para colmar más la paciencia de Choi, Minghao los observó curioso y Jun dio un pequeño golpe sobre el pupitre dándole la clara directa al chico de que no fuera como un niño de cuatro años que no puede apartar la mirada.

La clase terminó cuarenta minutos despues, todos los alumnos respirando por fin aliviados cuando el profesor dejó el aula, la mayoría tomó sus cosas y se fue entre su pequeño conjunto de amigos, menos Jun quien seguía explicándole unas cuantas cosas a Minghao, aunque dudaba que este entendiera algo de lo que decía. Escuchó el pequeño bullicio de las únicas cuatro personas aparte de ellos que se acercaban rápidamente.

—¿¡porque no nos defendiste!?— Hoshi gritó. —¡Solo tienes un trabajo Wen JunHui!

—En realidad tengo dos, uno entre semana y otro los sábados y domingos— Sonrió frente a ellos, recostándose un poco en el pupitre dejando de lado al niño que seguía en la misma oración que de hace dos minutos. —No quiero un tercero donde no me pagan.

—¿Quieres más dinero que el que te dan por estudiar?— Le preguntó Wonwoo, tomando el diccionario de Minghao sin preguntar. — ¿Quién es tu estudiante?

Oh...Me llamo Xu Minghao.— El chico se presentó correctamente.

—Uy... Que feo habla.— Murmuró Woozi.

—Él está aprendiendo.— Jun tomó el libro de las manos de Wonwoo y lo regreso a Minghao, siendo que este era su único soporte por el momento. —No entiende casi nada de coreano y apenas puede presentarse. No entiende cuando hablar rápido así que si quieren decirle algo háganlo lento.

—Ho~la~— Comenzó Hoshi extendiendo cada vocal. —Me~ Lla~mo~ Ho~shi~ Ho~Sh~I~

—Eres un tonto.— Mingyu simplemente soltó. —Mi nombre es Mingyu.

Minghao solo sonrió regresando toda su atención a Jun de inmediato, casi ocultándose detrás de él. Un curioso sentimiento le recorrió la espalda, uno que no despreciaba como el que sentía cada vez que su maestra lo llamaba despues de clases, este era un poco diferente, como si él pudiera tomar las riendas y decidir sin tener que seguir ls palabras de alguien más como órdenes.

Sonrió solo para Minghao esa vez, algo sincero y sin ser forzado o por amabilidad, él ni siquiera se mintió a si mismo cuando reconoció esa emoción llena de ternura que cubrió su cuerpo cuando notó al niño sonreír abiertamente, como si Jun le hubiera dado permiso para hacerlo.

Le agradaba Minghao despues de todo. 

Íntimo [JunHao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora