❤❤☹☹☹

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Seguía haciendo frio, esta vez él tampoco podía resistirlo demasiado bien, sus manos no paraban de temblar y comenzaban a entumirse. El orgullo de Jun no podía ser arruinado por una simple ventana, porque eso era lo que les estaba causando tal sufrimiento; una de las grandes ventanas alzadas en la biblioteca. Estaban en lo alto, por lo que era difícil alcanzarla y bajarla.

Aunque Jun no se consideraba una persona baja él aun no podría alzarse tan alto como para llegar, apenas y la tocaría con la punta de los dedos estando de puntillas, y eso no era bueno para su orgullo. Incluso tomar una silla y subirse a ella era demasiada humillación para él. No lo haría porque sabía que no podía. No lo haría porque Mingyu si podía.

Mingyu era más alto, él simplemente podría alzarse un poco y cerrarla sin problemas, con una sonrisa tonta burlándose un poco de la llamada de auxilio. Aunque eran amigos el más alto solía burlarse de cualquier persona, no como un mal chico, sino más bien como un niño juguetón que no sabe cuándo detenerse en un claro gesto de inmadurez.

Maldito sea Mingyu. Maldita sea la ventana, y maldito sea el frio que se le colaba entre los huesos. En su larga lista de maldiciones escuchó suaves jadeos que temblaban, su vista viajó desde el techo hasta al chico delgado y chiquito que se abrazaba y exhalaba vaho de sus lindos labios. Jun aspiró apretando los dientes.

Minghao tenía mucho frio.

—Cierra la ventana si tienes frio.— Dijo reacomodando las hojas sobre la gran mesa. —Sube a una silla y...

—No me subiré a un silla.— Minghao fue bastante claro, con un coreano casi perfecto. —Yo simplemente me moveré de lugar...

—Toda la biblioteca está helando.

Entonces iré a clases...

—Oye, sé que no soy un profesor pero respeta un poco nuestro horario.— Minghao bajó la mirada hasta el suelo. Suspiró largamente alzando la vista hasta la ventana abierta. —Vamos.— Se colocó de pie. —Solo vamos a cerrarla. — El niño lo observó curioso por un largo segundo hasta que Jun torció los labios. —No vas a subirte a una silla, solo voy a alzarte para que puedas bajarla.

¿podrás cargarme?

—¿te has visto acaso? Apuesto a que un niño de primaria pesa más que tú... Un niño un poco gordo.

Minghao caminó hasta Jun, completamente dudoso de su seguridad.

No pareces exactamente fuerte...

—Voy a elevarte, no a lanzarte al techo... Aunque si resulta que puedo hacerlo no dudare si sigues hablando.

El chico exhaló una pequeña risa justo antes de encarar la pared, con Jun a su espalda. Solo sería un segundo para poder cerrar el vidrio de una vez por todas, un tacto superficial y normal, pero, entonces ¿Por qué el corazón de Jun latía con fuerza? Quizás porque en un abrir y cerrar de ojos estaba demasiado cerca del chico.

Hubo un silencio que predominó en la biblioteca, quizás este ya había estado antes, solo que no lo notaron. Jun sacudió su cabeza solo un poco y se agachó tomando la delgada cintura del chico, rodándola con sus brazos y alzándolo tan pronto como pudo. No se dio cuenta de si Minghao pesaba o no, tampoco escuchó el suave "Clic" de la ventana cerrándose, ni cuando el niño le dijo que estaba listo, se paralizó por algunos cuantos segundos con la frente pegada a la columna del chico.

Cuando se dio cuenta de todo esto lo dejó deslizarse hasta el suelo, sus brazos aun sobre la cintura del muchacho, sus labios justo en la parte posterior del cuello del chico. Ninguno se quejó.

Sin pensarlo dos veces Jun se hundió entre el cuello y el hombro de Minghao, descubriendo un suave aroma dulce en él. Cerró los ojos aferrándose al delgado cuerpo.

—Jun...

Jun besó su cuello. 

...

Actualizo cada que me lo piden~ Realmente lo hago muchas veces, cuando me piden las cosas me gusta ponerme a ello y darselas, es por eso que no suelo entrar en Hiatus, siempre termino escribiendo algo (de vez en cuando malo... muchas de vez en cuando) 

Íntimo [JunHao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora