Íntimo [JunHao]

🙂☹

—Yo, tú, él, nosotros, ustedes, ellos.— Jun escribió sobre el cuaderno recitándolo en voz alta mientras que la mirada de su estudiante estaba encajada en su mano, quizás sin entender. —Debes aprender esto principalmente, despues aprenderás a formular preguntas.

—¿Puedo aprender primero a formular preguntas?— Minghao preguntó en chino. Jun se mantuvo en silencio un par de segundos hasta que sintió y cambió de hoja.

Era su tercera clase y Minghao apenas había aprendido a como presentarse y a decir un par de palabra sueltas como "diccionario" y "por favor" que eran necesarias para él. Jun tenía un montón de paciencia, no le molestaba perder clases si se suponía que sus faltas estarían justificadas, y confiaba lo suficiente en sí mismo como para poder pasar las asignaturas solo entregando el trabajo final.

—Que, como, cuando, donde, por que, cual, quien...— Dijo en voz alta anotándolas para el chico. —Cada que necesites preguntar algo estas palabras te ayudarán.

—¿puedes darme ejemplos?

Jun pensó durante vario segundos desviado su mirada a la mano delgada sobre el diccionario, apreciando la tersa piel del chico que ya había tenido oportunidad de tocar. Recorrió con curiosidad el antebrazo descubierto hasta que decidió detenerse, no era tiempo para ese tipo de distracciones.

—¿Qué sientes cuando me ves?— Preguntó. El niño dio un pequeño salto. —¿puedes responder a eso?

—Sientes...— Minghao parecía no entender la palabra.

—Sientes, de sentir, percibir o notar una sensación.— Aunque sería más fácil darle la traducción exacta Jun se tomó el tiempo de explicarlo lento. —Puedes sentir una caricia o un golpe.

—oh... Sentir.— Dijo el niño en chino a lo que el mayor asintió. —Yo siento...¿un buen amigo?

¿Ellos eran amigo? ¿a solo tres días de conocerse? Jun negó. Si, se tomaron de las manos como dos niños pequeños, pero eso fue porque Minghao malinterpretó una pregunta de Jun y la tomó como orden, pero solo eso. Pensando un poco más en ello se dio cuenta de lo obediente que resultaba el chico, una sonrisa apareció en su rostro al mirarlo a pesar de que el niño mantenía una expresión apenada al haber sido negado por el mayor.

—Tu sientes pena.— Habló Jun estirando su brazo hasta alcanzar la delgada de Minghao, acariciando su muñeca y antebrazo con un lento movimiento, la mirada del menor se elevó sorprendida, sonrojado hasta las orejas. —Y también sientes una caricia. Pero no puedes sentir un buen amigo.

Minghao no apartó su brazo así que Jun siguió acariciando su antebrazo. Si era todo lo que podía tocar ¿Por qué no disfrutarlo? Cuando decidió que había sido suficiente se reacomodó en la silla y tomó el cuaderno escribiendo algo más bajo la mirada del menor. ¿Lo haría sospechar si lo tocaba de nuevo? Despues de todos los chicos de quince años saben lo que es tener sexo, no dudaría si Minghao le dijera que había notado sus miradas lascivas antes. 

...

Actualizo cada que respiro.