Íntimo [JunHao]

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Su celular sonó despertándolo ¿Cuánto tiempo había vuelto a dormir? Sentía que en cualquier momento se transformaría e u koala o un panda. Lo buscó entre el suelo recordando lo ordenado que estaba, así que buscó en la mesita de noche y ahí lo encontró con la pantalla encendida reluciendo el nombre de Hoshi. Lo tomó y solo oprimió el botón para colgar. Dos segundos despues Hoshi llamaba de nuevo, esta vez contesto.

—Estoy dormido.— Dijo sin interés.

—Estoy en tu puerta, ábreme.

—¿quieres que te abra?— Preguntó Jun casi soltando una risa por el pequeño doble sentido. Hubo silencio de la otra línea.

—Bien, voy a entrar sin permiso.

Escuchó la puerta principal ser abierta y saltó de la cama de inmediato, seguramente Minghao seguiría ahí, o tal vez no, de cualquier forma, llegó hasta la sala principal encontrándose con su pareja aun durmiendo sobre el mismo sillón en el que lo había dejado, y a Hoshi picándole el pómulo como si quisiera despertarlo. Caminó hasta ellos y tomó la mano de su amigo empujándola lejos.

—Está dormido.

—Si, ya lo veo, lo que no entiendo es porque está dormido en tu casa...— Hoshi se agachó curioso buscando los ojos de Minghao. —Él es bastante bonito.

El estómago de Jun se apretó.

—¿Qué quieres?

Hoshi levantó la mano mostrando las bolsas con empaques adentro. Hoshi lo estaba invitando a comer. Jun suspiró mirando a Minghao pensando que quizás debería de despertarlo y mandarlo de regreso a casa, o quizás él salir y dejarlo solo nuevamente.

—Podemos invitarlo.— Hoshi señaló a Minghao.

—Está dormido.

—Hey, bonito, despierta.— Su amigo no esperó ni dos segundos para comenzar a zarandear un poco a Minghao para despertarlo, el lindo chico comenzando a abrir los ojos por la pequeña sorpresa. —A comer.

—¿comer?— Oh, cierto, Minghao había estado hablando todo ese tiempo en chino, era normal que resintiera el cambio de idioma tan pronto al despertar.

—Si, debes tener hambre, apuesto a que Jun no te ha alimentado para nada. Vamos, bonito.

¿bonito? Jun torció los labios. Hoshi tomó de la mano a su pareja y lo encaminó hasta la habitación pasando de largo a Jun, Minghao fue obediente y no se quejó aunque si volteó un par de veces en busca de alguna explicación o ayuda.