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Tomó su celular a las diez y marcó sin pensarlo dos veces, si no lo hacía su cabeza comenzaría a fallar, o la soledad de su habitación se lo tragaria en un abrir y cerrar de ojos, es por eso que lanzó el orgullo por una ventana y buscó a Minghao con pocas esperanzas. Le respondieron segundos después.

"La Navidad no es algo que a mi me agrade" Dijo sin esperar. "Pero por alguna razón compre un estúpido regalo"

"¿Para mi? " La voz de Minghao sonaba tan calmada que tranquilizó a Jun.

"Yo... " Maldijo, ahora estaba titubeante.  "Nunca recibi un regalo antes de alguien que no fuera mi padre, tampoco regale nada... Nunca había comprado una caja de regalo... Solo... Olvidalo, soy un idiota" Colgó.

Llevó ambas manos a su rostro y se encogió ahí mismo queriendo desaparecer. Se hizo pequeño y se mordió el labio queriendo solo desaparecer de la faz de la tierra. Fue un idiota al llamar a Minghao, de hecho, fue un idiota al pefirle a Hoshi que comprara el regalo. Ahora estaba totalmente arrepentido de todo, avergonzado hasta la médula de si mismo. ¿En que pensaba? El solo girar hacia el obsequio lo hacía sonrojarse con repudio.

Lo odiaba demasiado.

Quizás unos veinte minutos después tocaron su puerta. Se levantó sin ánimos y desfiló por la sala con su mejor ropa, porque todos se vestían jodidamente bien ese día y él no quería quedarse atrás. Abrió la entrada principal sin ánimos jurando que sería una de sus vecinas pidiéndole el lugar del estacionamiento. Pero no, era Minghao.

Abrió los ojos con sorpresa y la sonrisa de su chico se asomó tímida por el lindo rostro, su cabello de un nuevo color y su ropa adorablemente formal. Su chico había Estado en alguna fiesta que abandonó por ir a un departamento feo y deprimente.

"Feliz Navidad " Dijo Minghao alzando las manos para tomar las mejillas de Jun. "Te ves bien... ¿Porque estas tan frío? "

Jun no respondió, en cambio lo tomó de las manos y lo jaló al interior del apartamento cerrando la puerta con el pie. Minghao en verdad se veía adorable, le sonrió y besó su frente con cariño.

"Eres un tonto" Le murmuró con los labios pegados a su frente.  "Debiste dejarme lloriqueando hoy"

"Quería verte... Y mi madrastra de cualquier modo no quería verme. Preferí estar contigo" A Jun no le interesó la explicación, el tener a Minghao ahi era suficiente. "Esta vez puedo quedarme cuanto quieras"

"Imposible, a menos de que estés dispuesto a quedarte para siempre" Besó sus labios.

Dios, ¿eso estaba saliendo de él? Golpear su cabeza contra el suelo era más común que decir aquello, parecía casi sacado de un cuento o una novela, tal vez de una película de comedia romántica. De cualquier modo a Minghao pareció gustarle porque abrazó a Jun con cariño fundiéndose en el beso. Ese era el momento perfecto para sentirse empalagoso por la situación, pero curiosamente estaba bien.

Minghao se separó con algo de dificultad y apuntó algo detrás de Jun. El mayor giró curioso hasta ver el objeto. Diablos.

"¿Ese es el regalo que compraste? "

"Si... Es mejor olvidarlo"

"¿Porque? ¿Es para alguien más? "

Los ojos de Minghao se clavaron en él, una mirada tan linda no podía ser ignorada. 

"Es para ti, pero no te gustará... Solo olvidalo"

"¿Como sabes que no me va a gustar? "

"Porque lo se... "

Él estaba un poco sonrojado.

"Dejame abrirlo" Murmuró Minghao regresando a los brazos de Jun hundiendo su rostro en él. "Te prometo que no reaccionare mal"

Jun se mordió el labio. Respiró profundo y recuperó algo de confianza.

"¿En serio quieres abrirlo? " Preguntó intentando no sonar mal. Minghao asintió. "Si lo haces... Tienes que usarlo al menos una vez"

Silencio.

"Bien"

Demonios.

Íntimo [JunHao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora