Íntimo [JunHao]

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La sonrisa burlona de una dama siempre es en silencio, o al menos es lo que Jeonghan piensa, eso le dice que ha ganado. Cuando una mujer sonríe es porque sabe que ha logrado su objetivo, la calma, es ese punto culmine de quizás un laborioso plan. Es la sonrisa que la linda maestra tiene en su rostro mientras que Jeonghan empaca sus cosas.

Oh, ella realmente es linda. Tan linda como para abrirse paso en el mundo laboral de la forma más degradante. No es talento, no es esfuerzo ni estudio, es algo tan simple como la belleza. Bueno, aunque Jeonghan tampoco es el más limpio en cuanto a métodos para subir, él siempre considera que quien sabe mover sus cartas se merece lo que obtiene. Ahora es una clara muestra de que se equivoca.

No le duele ser despedido, para nada, tampoco le duele tener que dejar de ver a sus compañeros, él solo puede pensar en que todo estará bien. La vieja bruja que consiguió sacarlo no ha ganado, ella ni siquiera está cerca de hacerlo, y es tan fácil descifrarlo.

—¿Sabes?— pregunta en voz alta mientras acomoda sus cosas. —Hay algo más importante que mi trabajo. Yo no lo hago asi, por alguna razón mis prioridades se acomodan solas.— Carga la pequeña caja y se la entrega al alumno frente a él, a quien le ha estado ayudando a empacar. —Lo entenderás cuando seas más grande.

—¿Más grande?

—Si, en un futuro, cuando seas adulto.

—Entiendo.

—¿sabes a lo que quiero llegar?— El alumno niega. Jeonghan respira profundo y observa el escritorio con detenimiento, piensa en mil y un cosas que su cabeza no logra acomodar. —No ha terminado... Algo ocurre.

El más joven aprieta los labios en una delgada línea, Jeonghan gira hacia él y sonríe. ¿acaso estaban dudando de él? Es común que lo hagan, despues de todo nunca ha sido el más confiable, de hecho, siempre ha buscado la manera de cumplir su objetivo aun cuando no fuera de la manera más justa.

Y ya que su queridísima excompañera estaba jugando sucio ¿Por qué él debe de parar a medio camino? No es un juego, es por eso que no hay reglas que romper, simplemente es seguir el camino hasta el final.