❤🙂☹☹

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"Maestra 1"

"chica 2"

"compañera 1"

"compañera 2"

"Chica 1"

"Mingyu"

"3"

"Hoshi"

"Wonwoo"

"5"

"11"

"Jihoon"

¿Quiénes eran 5 y 11? Contactos perdidos en su celular que ya ni recordaba que tenía. Quizás fueron chicas que le mandaron mensajes importantes que él no leyó, de cualquier modo no le interesaba así que tan simple como era los borró sin mortificarse. Suspiró lanzando el aparato sobre la mesa mientras su miraba llegaba hasta el gran diccionario.

Llevaban tan solo diez minutos ahí; en un examen para averiguar el rendimiento de Minghao. Si tan solo el examen fuera difícil Jun comprendería el nerviosismo del chico o sus intentos por encontrar las respuestas en algún otro lado que no fuera en la hoja frente a él, pero no, era solo un par de preguntas que se suponía ya debería saber. Casi se burla del muchacho. Casi.

—¿Cómo vas?

Bien...

—Puedo ayudarte— Jun sonrió de lado asomándose para ver las respuestas del chico. La hoja seguía en blanco. —Han pasado diez minutos...

¿solo diez?— La mueca de Minghao fue bastante clara. —Se sienten como treinta...

—¿tu lo sientes como treinta? — Jun suspiró. —Eres demasiado tonto.

No soy tonto...

—Llevas diez minutos con un examen en blanco. Si no eres tonto voy a suponer que quieres perder el tiempo.— La mirada del chico bajó. —O quizas...— Su sonrisa se volvió a ladear, jun acercándose algo interesado hasta el delgado cuerpo de Minghao, lo suficiente cerca como para susurrarle. —Solo quieras estar conmigo y por eso no respondes el examen.

¿Por qué haría eso?— Un tono rosado en la piel del chico sorprendió un poco a Jun.

—Porque te gusto, porque quieres una excusa para mantenerme aquí metido por horas...

Solo han sido 10 minutos.

Jun se encogió en hombros para volver a caer sobre su silla, notando como el cuerpo de Minghao se relajaba.

—¿Responderás el examen o lo dejarás en blanco?— Minghao dejó caer su cabeza contra la mesa, sobre el examen. —Nos quedaremos aquí hasta que lo respondas.

Su celular sonó.

"Chica 3" ¿Quién era ella? Respondió.

"¡Junnie!"

—¿Qué?

"¡Tenemos que hacer un trabajo juntos!" Minghao alzó la mirada, con sus preciosos ojos curioseando en la plática. "La maestra de filosofía nos colocó juntos porque ambos faltamos a clases, así que... el trabajo es para mañana y debemos vernos hoy... ¿podrás?"

Jun torció los labios, concentrándose en el examen vacío del menor.

"Tardaré solo un momento en terminar lo que hago."

"oh...bien, al final de clases te estaré esperando. ¡Podemos hacerlo en mi casa! Creo que..." hubo un pequeño largo silencio. "Mis padres no estarán"

La mirada de Minghao pareció cambiar por completo, pero jun no estaba seguro. Sonrió un poco.

—Bien, será en tu casa entonces. Espérame fuera, saldré en unos minutos.

Colgó.

Dijiste que nos quedaríamos aquí hasta que terminara el examen. —Minghao se apresuró a decir.

—¿Qué tanto puedes tardar? Ya llevas pensando diez minutos.

Realmente pasaron cuatro largas horas. Pesadas y aburridas horas en las que el chico solo golpeó su cabeza una y otra vez sobre la hoja. Tomó una vez el lápiz y despues volvió a dejarlo abandonado mientras que Jun se dedicaba a leer uno de los tantos libros de la biblioteca, custodiando en cada momento al diccionario, asegurándose de que Minghao ni siquiera lo viera de soslayo.

Su celular volvió a sonar pero no respondió.

Tu celular suena— Murmuró Minghao. —Contesta.

—Van a reclamarme por dejarla esperado. Si quieres ayudar termina el examen.

¿Estas molesto?— Jun lo encaró algo confuso. —Por estar conmigo... y no con ella.

—Estoy molesto porque llevo cuatro horas aquí sin hacer nada.— Minghao regresó su mirada al examen. —¿realmente no sabes nada?

Su celular volvió a sonar, tantas veces repetidas que respondió.

"Junnie... es tarde"

—un asunto se extendió por cuatro horas.— Hizo énfasis en el número.

"Tengo que irme, por favor, llámame cuando termines."

Jun solo colgó.

Yo también tengo celular...— Minghao murmuró apenado. —Puedes darme tu número...

Jun lo pensó varios segundos. Él realmente daba su número a cualquiera que lo pidiese, despues de todo era a él a quien le marcaban, siendo que nunca pedía el número telefónico de nadie, no lo necesitaba. Suspiró profundo.

—Dame tu número. — Minghao asintió. —Pero antes tienes que terminar el examen...

Y pasaron por lo menos otras dos horas...

"5"

"6"

"7"

"8"...

"Xu Minghao" 


....

Llovió~ y fue sábado... 

Íntimo [JunHao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora