❤❤☹

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Me gustaría aprender una canción. — Jun elevó la mirada hasta encontrarse con los ojos castaños de Minghao. Torció lo labios y se encogió en hombros. Y antes de que pudiera preguntar el chico lo interrumpió:— Quizás aprendería más rápido de este modo.

Quizás. Jun suspiró empujando el libro que había estado leyendo y se dejó deslizar sobre el asiento, con los ojos puestos en Minghao. Golpeó la mesa un par de veces con los dedos mordiéndose el labio, pensando en las pocas canciones que conocía. Eran pocas. Pero, de cualquier manera ¿Por qué Minghao tenía que pedírselo a él? Aunque no fue una petición directa del todo.

—Creo que puedo enseñarte una, pero si cantas mal desecharé la idea.

Puedo cantar.

—¿cantas bien?

Me gusta hacerlo.

—No respondes mi pregunta.

Minghao sonrió con la mirada al suelo. El corazón de Jun latió con fuerza, casi queriéndose salir de su pecho. No soltó ni una palabra, suspirando una vez más en el día.

Puedo cantar algo para ti.— La voz fue delgada, deslizándose lento por los rincones de la biblioteca.

—¿Para mi?

Minghao se encogió en hombros.

Eres el único que puede oírme.

Algo dentro de Jun se movió con cierta emoción, una sonrisa naciendo desde muy profundo. Él era el único capaz de escuchar y entender a Minghao, eso era cierto. El chico estaba lejos de su ciudad natal, lejos de sus amigos, lejos de entender las palabras que todos dicen, Minghao estaba varado y perdido. Jun era lo único que conocía entonces.

Minghao era suyo, porque no había nadie que lo reclamase, porque el chico no se iría, porque Jun lo encontró antes que otros. Era suyo. ¿verdad?

—Entonces canta. 

...

Se supone que yo estoy en Hiatus... 

Íntimo [JunHao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora