Íntimo [JunHao]

❤❤❤☹🙂

Jun se volvió a echar en su cama, solo que esta olía a sabanas limpias y estaba ordenada, al igual que su habitación, y su ropa, incluso parecía ser que los hongos habían decidido irse a vivir a otro lado –si es que alguna vez vivieron ahí- Todo como debería estar. Incluso él estaba limpio. Miró la hora en el reloj marcando las siete y media.

—¿aun tienes fuerzas para recostarte? ¿Qué tu cuerpo no se cansa?— La voz de Minghao apenas lo hizo levantar la cabeza, observándolo dejar de nuevo todo en orden.

—Claro, está tan cansado que estoy reposando ahora.— Respondió sin ánimos. Dio unos pequeños golpecitos en el colchón invitando a su pareja. —Ven.

Su pareja pareció dudarlo por largos segundos hasta que dio el primer paso hacia él, Jun sintió una pequeña oleada de cariño y extendió la mano para atrapar la de Minghao. Lo jaló hasta que cayera junto a él, su delgado cuerpo frio por fin sobre su vieja cama aunque no fuera la forma en la que Jun realmente hubiera querido.

Acarició la mejilla de Minghao, sus preciosos ojos castaños y sus mejillas vivas de color, su cabello un poco despeinado le trajo una inexplicable sonrisa. ¿Por qué le gustaba tanto? Jamás se sintió así con Seungkwan, ni siquiera cuando el muchacho se veía terriblemente bien, e incluso si llegaba a pensarlo Minghao no era ni de lejos más bonito que el chico rubio. ¿entonces porque?

Golpeó su frente contra la del menor en un gesto infantil, jugando un poco mientras que la suave sonrisa de Minghao seguía invadiéndolo. Tomó la mano delgada y la llevó hasta sus labios dejando un beso sobre ella para despues solo cerrar los ojos.

¿Qué haces Wen JunHui? Se preguntó. ¿no se suponía que Minghao era solo para satisfacción sexual? ¿no se suponía que el niño inocente era solo para ser usado y desechado? ¿Qué hacía dándole una utilidad distinta a algo que no era para eso? Dejó de jugar soltando la mano de Minghao y alzándose sobre él, colocándose en cima para... él ni siquiera sabía que estaba haciendo ahora.

Sus ojos se encajaron en el lindo rostro sonrojado de Minghao, los delicados labios entreabriéndose un poco con timidez.

Él no debía romperlo.

—Eres lindo.— Dijo con media sonrisa volviendo a golpear sus frentes juntas. —¿sabes que yo no he recibido halagos tuyos?

—Tu sabes que eres apuesto.— Murmuró el menor.

—Pero me gustaría escucharlo de ti. — Minghao se dio la vuelta dándole la espalda a Jun. —Dijiste que ibas a recompensar.

—Mentí.

—Las promesas deben cumplirse.— Jun se dejó caer sobre el chico, notando en serio su delgadez. —Eres demasiado delgado. Podrías romperte.

—¿yo soy el que está a punto de romperse?— Hubo un largo silencio entre ambos. —Eres malo.

—¿Por qué lo soy?

—Solo siento que lo eres.

No pudo ocultar su sonrisa y se inclinó un poco solo para susurrar cerca del rostro sonrojado de su pareja.

—¿y eso es un verdadero problema?