Íntimo [JunHao]

M

"perdón"

El osito de peluche que cargaba la nota parecía arrepentido, sus ojos grandes demostrando el sentimiento. Minghao le causa una pequeña risa el que Jun este mirando a otro lado mientras sostiene el peluche, casi como un niño disculpándose. Respira profundo y asiente en silencio aun sabiendo que los ojos de su pareja están enfocados entre los libros.

—Será mejor que me perdones porque el estúpido oso costó demasiado.— Habla Jun por fin girando a verlo.

—Está bien Jun, te perdono.

—Oh, demonios, mejor di que no.— Jun aprieta un poco el oso y este deforma su tierno rostro preocupado en una mueca de coraje, odio, y salvajismo... a Minghao realmente lo hace reír la forma tan repentina en la que cambió. —Valió la pena comprarlo...

—Es igual a ti— murmura tomando al oso y haciéndolo enojar. Jun apenas sonríe con la mirada baja, sus lindos ojos un poco opacos como siempre. Su cabello era un poco más largo ahora, pero no se veía mal, aunque nada en Jun se veía mal realmente.

Alza la mirada y sonríe para él, su corazón sintiéndose cálido en esos momentos.

¿Cómo es posible? Se pregunta al recordar como se sintió la noche anterior, aquella donde regresó llorando a casa y sintiéndose frio. Jun puede llevarlo lejos, puede lanzarlo o abrazarlo, hacerle sentir frio o calor, solo jun puede llevarlo hasta arriba para despues dejarlo caer, o viceversa. Es confuso, aun lo es, no sabe distinguir si es un buen día o uno malo con solo verlo.

Jun a veces es transparente, puede ver cuando está triste o alterado, otras veces no hay nada que lo descifre, ni siquiera una pregunta. Jun puede esconderse con facilidad y colocar un muro entre los dos, él se aleja como si fueran a dañarlo. A veces lo encuentra roto, y otras lo encuentra rompiéndolo. No sabe si una sonrisa significa algo bueno o una mentira, no sabe si una palabra puede significar mucho o será olvidada despues.

No entiende a Jun por completo, solo sabe que al extender la mano lo encontrará. Si Minghao abre los brazos Jun correrá hacia él. A veces piensa que él es quien acierta la situación, que aparece cuando Jun lo necesita, pero, una parte de él le deja claro que o importa el día o la hora, Jun siempre lo va a querer, siempre va a necesitarlo.

Siempre está lloviendo, asi que no importa que día lleves el paraguas; siempre le atinarás.

—Jun...—Murmura sabiendo que Jun lo escuchará.

—¿tu me compartirías?— Pregunta Jun de golpe interrumpiéndolo. Por un segundo no entiende a lo que se está refiriendo. —¿me compartirías con alguien más?

¿Compartirlo?

—No puedo compartirte, jun, no eres de mi propiedad. Ni de nadie.— Jun tuerce los labios, al parecer ahora es él quien tiene problemas para entenderlo.

—¿entonces no me quieres?

Ah, él estaba comenzando.

—Te quiero conmigo, junto a mí. Te quiero como a una pareja, pero eso no quiere decir que me pertenezcas. Nosotros compartimos nuestro tiempo, no a nosotros mismos.

¿Cómo explicárselo? Sabía donde acabaría todo, de hecho, se hubiera vuelto más fácil mentir y decir que no o si, pero no era lo correcto. Minghao sabe la fragilidad de Jun, pero no por eso debe faltarse a si mismo y solo darle gusto.

—Quieres decir que no eres mío.

—No soy tuyo.— Mala elección de palabras, la mirada de Jun no es buena. Comienza a entrar en pánico. —Ni de nadie, solo mio... Jun, quiero estar contigo aun sin pertenecerte, aun sin que tu me pertenezcas, quiero estar contigo sin necesidad de estarlo, sin que me ordenes o alguien lo haga. No eres mio, y eso es bueno...por que significa que tu también quieres estar aquí...conmigo.

Toma la mano de Jun con cuidado, respira profundo y reconoce que está mal tener miedo frente a él, no debería sentirse asi, debe de ser calmado y sincero. Cierra los ojos y sonríe llevando la mano de su pareja hasta sus labios. Eso es lo que Jun suele hacer con él, y quizás comprende un poco el porque.

—Eres un niño...tienes que seguir los estereotipos de la televisión y el romanticismo, no esta mierda políticamente correcta.— A pesar de que la voz de Jun intenta ser serie Minghao puede reconocer la calma en él. A veces Jun puede ser leído.

—Para mi es más romántico estar contigo porque quiero... no porque sienta que lo necesito para no morir.

Jun suspira besándole la mejilla.