😀

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—¡Jun!— Salta de golpe ante la sorpresa, sus ojos enfocándose en los castaños de Minghao. —¿estás bien? Te dormiste en tan solo tres minutos...

Asiente mientras sacude su cabello para despejar su vista. Exactamente ¿en que día estaban? Es como si acabara despertar de un largo coma ¿Qué hizo hace apenas dos o tres horas? ¿Qué hizo ayer? Los golpes ligeramente distorsionados de sus recuerdos llegando poco a poco. Observa a su linda pareja por solo un par de segundos para despues llevar una mano hasta su mejilla y sentir el calor de esta.

La piel cálida de Minghao lo hace entrar en razón. Febrero. Cierto. Febrero.

¿Qué día? Ah, no importa.

—¿que estábamos haciendo?— pregunta intentando centrarse, su mirada llegando hasta las hojas regadas sobre la mesa. Un examen. —Oh, cierto... reprobaste.

—Ni siquiera he empezado.

—El orden de los factores no altera el producto, tu coreano es pésimo, no mejoró, de hecho, empeoraste.— Concluye mientras alza las anotaciones que Minghao hizo momentos antes. —Nada de esto está bien. Con estas anotaciones, y las que te apuntaste en el brazo a modo de trampa...— Minghao intenta esconder lo obvio bajo su manga. —Seguramente reprobaras.

El menor baja la cabeza apenado, sus lindas orejas volviéndose rojas. Suspira con cansancio, en realidad, el aprendizaje de Minghao iba cada vez peor, el chico ha olvidado todo en lo que trabajaron a causa del tiempo. Jun ya no le hablaba en coreano, y Minghao no intentaba ni siquiera entender a los demás, se habían sumido tanto entre ellos que interactuar con otros era solo un vago recuerdo.

A menos de que fueran la pequeña bola de amigos de Jun, solo que ellos preferían burlarse de Minghao antes que ayudarlo.

—No es mi culpa...— Murmura el niño.

—Tienes razón, es culpa del Coreano ¿Por qué no se deja entender?— Jun ni siquiera se detiene a ver la expresión de Minghao, se da la vuelta y empuja los papeles lejos.

—¡Jun!

—Solo olvídalo— Exhala. Minghao lo busca, se coloca frente a él y lo acorrala entre el asiento y el cuerpo delgado, en un intento por verse imponerse. Exhala una pequeña risa, ahora imagina a una pequeña mariposa aleteando alrededor de él, con el afán de intimidarlo. Incluso su expresión molesta es adorable. —¿Qué?— Minghao parece quedar sin palabras. —Supongo que puedo decir que comparto la culpa, Se que teniéndome solo para ti puede distraerte demasiado.

Minghao suspira dejando caer su cabeza contra el hombro de Jun. El niño se deshace exigiendo tacto, y Jun no puede negarse por mucho tiempo, envuelve a su pareja con los brazos y sonríe cuando el chico accede sentarse en sus piernas. Es tan simple comprenderlo, tan transparente de leer. Cierra los ojos y besa la cabeza de Minghao con cariño.

Es tan fácil leerte — Le susurra en coreano. —Pero a veces no te comprendo, eres solo un niño mimado que obtiene lo que desea... Me tienes a mi porque me querías, Ja, y yo pensaba que yo era caprichoso.

—No me hables en coreano, en serio ya no entiendo nada...

Yo solo quería cogerte, y ahora que te tengo sobre mis piernas solo puedo pensar en consentirte... ¿esto me hace distinto?

Distinto a ella. 

...


Me encanta que no entiendan los capítulos, me hace sentir como maestra colocando examen.

Íntimo [JunHao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora