Capítulo 9

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La batalla de miradas continuaba aun cuando la señorita nos llevo al salón donde otros invitados ya estaban presentes y en  convivencia, fue hasta que la sirvienta se retiro del salón que Sebastian relajó su mirada.

—¿Ocurrio algo? - Pregunte después de unos segundos.

-Su vista se dirigio a mi para sonreír y negar levemente mientras me respondia —Nada en especial Señorita, no se preocupe.

—Entiendo - Decidi no cuestionar, si no quería decirme era por algun motivo.

De todos los presentes los únicos que reconocía era a Lau y Ranmao, de los demás simplemente no recuerdo haberlos visto antes, me senté en una de las sillas colocadas cerca de uno de los ventanales de aquel salón.

—Le traeré algo de beber - Me informo con una reverencia, solo asentí antes de que se fuera.

Oh genial acabo con un maniático de los ojos y no puedo iniciar alguna conversación con alguien decente, la mayoría aquí son mayores, me siento un poco excluida, usualmente no se de los temas que le agradan a los adultos, además de que en rara ocasión me han dejado opinar realmente.

—Condesa ¿Esta bien? - Me saco de mis pensamientos haciéndome voltear al verlo.

-Me levante al percatarme de quién se trataba —Si, Joven Alex, solo pensaba un poco.

—Son demasiados adultos ¿cierto? - Menciono tras mirar en dirección al resto de sus invitados.

—¿Demasiados? - La confusión en mi voz no se hizo tardar.

—Si, la verdad es que solo quería una convivencia con jóvenes como usted y como yo - Comenzo a explicar con brevedad —Algo más sencillo, pero mis padres insistieron en hacer un baile.

—Deben tener sus razones - Respondi aquello que seria mas apropiado, no debía ni ponerme de acuerdo y ni en su contra —Los padres siempre buscan lo mejor para sus hijos.

Sebastian llego con dos bebidas justo después de que terminara de hablar y nos las entregó.

—Tiene razón - Concordo conmigo mientras tomaba la bebida —Gracias Señor...

—Sebastian Michaelis, Joven Alex, soy el mayordomo y tutor de la Señorita Angelica.

—Vaya... - Parecio que lo analizo un momento —Es muy elegante para ser solo un mayordomo, no esperaba menos de los Phantomhive.

—Se lo agradezco - Respondi al cumplido —Mi padre trata de que todos estén bien vestidos sin importar la ocasión, ademas de ser los mejores en sus áreas.

—No hay que agradecer Condesa, ahora, si me permiten debo ir con los demás invitados - Estrechamos manos y se retiró.

—Sebastian... - El mencionas que los padres hacen lo mejor para sus hijos había dirigido mis pensamientos a ellos —¿Como están mis padres?

—Bien señorita, no se preocupe - Respondio con seguridad tranqulizandome.

—Esta bien - Sonreí y volví a tomar asiento, no necesitaba mas respuesta que esa, después de todo se trata de Sebastian, si algo estuviera él sería llamado por mi Padre.

La fiesta inició oficialmente a las siete de la noche como al parecer se tenia planeado, aunque también comenzó a llover... extraño teniendo en cuenta lo bien que se habia visto el clima, hable con algunos socios de mi padre ya que me reconocieron, principalmente por Sebastian; después de un rato hablando logré identificar quienes eran, aunque más bien me dieron algunos breves informes verbales, lo cual agradezco por que Sebastian no me deja revisar los que llegan a la mansión, y en cuanto a él, se ofreció a ayudar a los sirvientes ya que al parecer tuvieron un contratiempo.

SOLO ES UN MAYORDOMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora