Capítulo 5

86 15 0
                                    

El conde Willian Culpepper dueño de Company Culpepper, gracias a Sebastian pude saber que trato de hacerse socio de mi padre hace unos diez años en mi sexto cumpleaños, no lo logro, en el bajo mundo solía comprar jóvenes con ojos raros, ninguno sobrevivía lo suficiente. Al parecer su obsesión hacia los ojos raros cambio hacia los ojos azules de hijos de familia con titulo, pero ¿por qué?.

—Sebastian, ¿cuanto contacto tuve con él? - Pregunte tras escuchar y leer la información.

—No mucho, simplemente se les presento a usted y a su padre de parte de los  Briggs, luego de eso usted se fue con los demás invitados para agradecer su asistencia.

—¿Notaste algo extraño?

—Durante toda la velada no dejo de mirarla y pregunto por su ojo parchado, en un principio no me parecio tan extraño, pero viendolo ahora.

—Ya tengo a mi sospechoso, solo necesito saber que usa para la deshidratacion... - Revise un poco las hojas en caso de que algo se me haya pasado, hasta que note ll que me faltaba —Sebastian consigue una lista de sus productos tanto de su compañía como los que vende en el bajo mundo.

—Aquí tiene - Me entrego un sobre casi de inmediato.

—¿Como es que supiste? - Pregunte al tomarlo.

—Era lo único que no había revisado, asi que me tome la libertad de prepararlo - Sonrió —Si me disculpa, debo retirarme Señorita.

—Esta bien, gracias por la información.

Sebastian se retiro, ¿por qué le pregunte?, bueno, eso fue porque no recuerdo algunas cosas de mi niñez y en la mayoría de las fiestas o eventos me las pasaba pegada a Sebastian por el simple hecho de no interrumpir a mis padres, de hecho no recuerdo una fiesta a la que no hayamos ido sin Sebastian, ahora que lo digo así... tal vez a él le haya resultado molesto ese comportamiento de mi parte, bueno, regresando al caso, en sus productos de la compañía no hay nada extraño, aunque en cuanto a sus ventas en el bajo mundo tiene un nuevo producto, una droga comestible que causa sed en exceso en un adulto, incluso esta manifestado cierta resequedad en la piel notable unos minutos después del consumo, pero si aumentamos la dosis  y si es un infante o adolescente quien la consume, ya sea a la fuerza o no, sus efectos serán mayores, tal vez incluso serian mortífagos en alguna version mas concentrada; tendría que extirpar los ojos antes de que los cuerpos se sequen, si es que los colecciona.

Bien, con todos los factores obtenidos, mi teoría es la siguiente sobre su modus operandi; los droga para dejarlos inconscientes, lo más seguro que quien se encarga de sacar los ojos debe estar en su mansión y ser un médico experto, este segundo sujeto hace su trabajo con lo de los ojos, cuando las victimas despiertan aun estando bajo el efecto de la droga, el conde le da dosis exageradas de su nuevo producto o la variante concentrada de la misma, provocando que el cuerpo se seque en cuestión de minutos o tal vez segundos,  dejando sufrir a su victima durante el proceso, teniendo en cuenta en como se encontraron las demas víctimas; una vez tiene lo que quiere se deshace del cuerpo en algun callejón de la ciudad.

Lo sé, es un tanto descabellado y debo comprobarlo, pero la conexiones de las victimas son las siguientes, todos desaparecieron durante una fiesta realizada con su familia, el tipo de estas no es relevante; a estas fiestas quien asistió a todas como un invitado debido a ser un socio de la familia fue el Conde Culpepper, todos tenían ojos azules, el conde esta obsesionado con los ojos, sus cuerpos tuvieron una deshidratacion espontanea, sus estómagos estaban dañados y vaya sorpresa, el conde vende drogas comestibles que causan sed con una dosis o mas bien una leve deshidratacion en adultos, ademas que lo mas posible es que esta dañen el sistema digestivo tras su consumo.

Ahora lo único que necesito es ir a la boca del lobo, exactamente ir a su mansión de imprevisto y con un juego de palabras hacerlo confesar, haré que caiga como el insecto humano que es.

—¡Sebastian! - Le llame en cuanto tenia todas las piezas del caso en su lugar.

—¿Que desea? - llego casi de inmediato.

—Prepara el carruaje iremos a la mansión Culpepper acabemos con esto hoy y volvamos a la mansión principal de una vez - Sonreí.

—Etendido.

Unos minutos después ya nos encontrábamos rumbo a la mansión Culpepper, hoy terminaría con esto y finalmente le daría una respuesta a la reina demostrando mi capacidad para ser "El Perro Guardian".

SOLO ES UN MAYORDOMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora