Capítulo 23

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~Angelica~

El inicio del día fue normal, excepto porque me vestí como varón, esto debido a que vigilaré al Barón Stone, pero en caso de que se percate de mi presencia no puedo permitir que sepa quien soy antes de tiempo, después del desayuno fuimos al Royal Liver Building haciéndonos pasar por trabajadores.

Aunque no me cuadraba el hecho que trabaje aquí, un lugar de asistencia a familiares de fallecidos que generaban ingresos, generalmente dueños de empresas, de acuerdo a mi investigación su familia es dueña de varios viñedos y su ingreso es considerable, es posible que haya tenido problemas o simplemente quiso independizarse.

Grell se quedo vigilándolo, mientras yo y Sebastian tratábamos de conseguir sus papeles e información de empleado.

-Lo lamento jóvenes no puedo entregarles lo que me piden- contesto la encargada de los documentos.

-Lady nos haría un favor, que se lo pagaré de inmediato. -tomo cuidadosamente un mechón de su cabello.

La chica ya estaba contra la pared, su sonrojo se hizo notable, por la seducción de parte de mi mayordomo.

-Señor...por favor comprenda.

-Que le parece hablar en su oficina mientras que mi compañero va por el documento.

-Bu...bueno... Yo... -me miro y entregó una llave- repisa uno documento cincuenta.

Simplemente observe como Sebastian entraba con ella -Tks...- entre a la puerta de un lado donde se encontraba los documentos de los empleados, la gran cantidad de archivos y repisas era impresionante, me acerque a las repisas, estaban enumeradas, me encontraba entre las ultimas, por lo que camine por el pasillo que se hacia entre las estas, al llegar al fondo note que estos últimos no estaban en orden numérico, era raro que las primeras repisas estuvieran desordenadas, empecé con mi búsqueda tengo poco mas de una hora antes de que el Barón termine su horario.

~Sebastian ~

- El Barón Stone... Ahg...desde que llego... Busca información especifica... - gimió.

-¿sabe para que?

-Para un proyecto... ahg...- jadeaba- el..quiere...conseguí a un... ser perfecto...

Así que un ser perfecto, eso es imposible... más bien improbable, solo conozco a un ser que ha logrado cubrir todas las etiquetas de lo considerado perfecto.

-¿Sabe algo más?

-N...no...

Ya había llegado a su clímax, y ya no tenía información útil, por lo que ya no era necesario continuar.

"Señorita he terminado"

"De acuerdo, te veo fuera"

Salí de la oficina casi de inmediato, pude ver a la Señorita recargada a lado de la puerta y cruzada de brazos, pero además su aura...no su alma desprendía un olor mas apetitoso de lo normal.

~Angelica~

Sebastian salio seguido de la encargada a la cual le entregue la llave de inmediato, camine junto a Sebastian de regreso con Grell, pero hay algo que me molesta, algo que no debería molestarme... Tks... Le entregue a Sebastian el documento, llegamos con Grell a tiempo pues el Barón ya estaba retirándose, al salir lo seguimos caminando, pues este no se fue en carruaje.

Gracias a Sebastian lo pude seguir desde los tejados, lo seguimos hasta un barrio relativamente pobre, en la calle un grupo de infantes se encontraban jugando, frente a una casa un tanto grande, quizás...una hacienda u orfanato, lugar al cual entro el Barón, una vez este dentro bajamos en el callejón a lado nuestro.

-Sebastian ve.

-Yes, My lady.

Realizó una reverencia antes de retirarse para infiltrarse, mientras que Grell y yo hablábamos con los niños.

- Wow...miren que bonita -un pequeño se nos acercó.

-Que buen gusto tienes, pero eres muy pequeño Death- Grell realizó su pose típica.

-Señor usted es muy extraño.

Reí ligeramente tanto por el comentario y la extraña expresión del pequeño.

-¿Disculpa conoces a Nathalia?

- oh si, pero se fue ayer con su madre.

-Ya veo... ¿Sabes donde vive?

-yo no pero Rosa si.

-¿podría hablar con ella?

El pequeño solo asintió y se fue con el resto de infantes, su inocencia hace que esto se haga mas fácil por el momento, una niña de aproximadamente unos ocho años se acerco a nosotros.

-¿por que quieres ver a la hermana mayor?

-me coloqué a su altura- Viste el señor que entro ¿cierto?, es posible que este la quiera matar y nosotros queremos protegerla, pero necesitamos encontrarla antes.

La pequeña abrió los ojos por el asombro, fue con el resto del grupo de niños, al parecer pidió que fueran adentro pues estos entraron a la casa y la pequeña simplemente me jalo de la mano... dándome a entender que me llevaría.

-Grell espera a Sebastian.

-Angelica, pero...

-Es una orden.

El shinigami solo asintió para posteriormente volver al callejón.

~Sebastian~

Me encuentro en la habitación de a lado del pequeño recibidor oculto en las sombras, al parecer la niña no se encuentra en el lugar.

-Lo lamento pero Nathalia no esta en adopción.

-Entonces... Quiero hablar con la pequeña.

-Señor entienda, ella no se encuentra aquí hoy.

-¿Donde esta?

-no lo se y aunque lo supiera no le diría.

Dicho esto el Barón salio molesto del lugar, yo salí por donde entre, para volver al callejón, en cuanto llegue me percate de la ausencia de la Señorita.

-¿Donde esta la Señorita?, Grell.

- Se fue, me pidió que te esperará... Sebaschan... Ahora que estamos solos...

-Señor Grell vigile al Barón yo iré a donde la Señorita.

Me retire del lugar y empecé a seguir el rastro de la Señorita, el cual se dirigía a un barrio poco fiable, después de un minuto logre alcanzarla, se encuentra en compañía de una niña.

-Señorita.

La pequeña se sobresaltó y abrazo la pierna de mi Señorita.

-Rosa no te preocupes él es... mi mejor amigo - la infante asintió- Sebastian algo que reportar.

-El Barrón se retiro molesto al enterarse que la niña no se encontraba, el señor Grell lo sigue vigilando.

-Ya veo, ella es Rosa, amiga de Nathalia, me esta llevando a casa de la ya mencionada.

Miro a la infante, la cual tomo la mano de la Señorita para después dar un leve jalón indicando que debía seguir, por lo que la comenzamos a seguir.

Debido a la actitud de defensa que ha tomado la Señorita me dice que ella también se percato de que un grupo de individuos nos esta siguiendo, continuamos caminando al rededor de medio minuto y comenzaron a rodearnos.

SOLO ES UN MAYORDOMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora