Sebastian se quedo en el hotel con Nathalia, ahora me encuentro con Grell en la propiedad del Barón, mas específicamente en el cobertizo.
-Estos es...
-Excitante- dijo mientras se movía como gusano.
-negué- oye... Eso es...- me acerque- una muñeca.
-Parecé que la hizo él.
Toque la muñeca, el tacto era extrañamente satisfactorio, le di un par de golpes y como esperaba era hueca...No se porque me hizo recordar a Ranmao y a los del circo que menciono Sebastian, a las víctimas les faltaban las ultimas costillas ahora que recuerdo.
-Angélica, mira esto. -Dijo mostrándome un libro negro.
-me acerqué- al parecer quiere hacer una clase de rito... Llevemonos el libro.
Grell asintió y lo guardó, seguí explorando aquel lugar, los frascos con órganos tenían la foto de sus dueños, de las víctimas, observe con detenimiento estos, tanto que un ardor se produjo en mis ojos, tenia varias herramientas quirúrgicas en un estante y a lado una mesa con cadenas yacía manchada con sangre ya seca.
-Así que es aquí y él mismo se encarga de extraer el órgano...
El un ruido proveniente de la entrada hizo que me diera cuenta que habíamos pasado demasiado tiempo en el lugar, Grell me jalo para que nos ocultáramos, el Barón entro con Rosa inconsciente cargándola como un costal, la puso sobre la mesa y le colocó las cadenas.
-Nathalia era la mejor candidata...pero tu pequeña no estas tan mal.
Río mientras observaba en donde estaban las herramientas quirúrgicas, un leve gemido se escucho seguido de un movimiento de Rosa, ella estaba reaccionando, mire a Grell, el solamente asintió para salir de escondite.
-¿Quien eres?, ¿Que haces aquí?
Grell saco su guardaña haciendo que el Barón retrocediera, salí del escondite y me coloque a un lado de Grell.
-El perro del rey...
-oh valla alguien que me reconoce -saque el arma que Sebastian me dio- pero es hora de acabar con este juego.
Trató de escapar pero en cuanto se dio la vuelta le disparé en la cabeza haciendo que este cayera.
-Grell puedes liberarla por favor.
Asintió y libero a Rosa, la moví para intentar despertarla, se levanto exaltada, al verme se me abalanzo, la cargué para esconder su rostro en mi hombro no podía permitir que la pequeña viera en cuerpo.
"Sebastian ya voy de regreso"
"Entendido Señorita"
Salí junto a Grell de aquel cobertizo que comenzaba a ser consumido por el fuego que por mi había sido provocado, Grell nos saco de aquella propiedad y regresamos al hotel.
-¡Nathalia!
Rosa corrió hacia ella, teniendo un reencuentro emotivo.
-Bienvenida de nuevo mi Señorita.
-¡Kya!.. Sebaschan que amorosa bienvenida me has dado mi Romeo- Grell
Sebastian solo lo fulminó con la mirada, el pethouse fue dejado como lo encontramos, pague la cuenta del hospedaje, subimos al carruaje para ir a dejar a las pequeñas en sus respectivos hogares. En cuanto a mi oferta, fue rechazada, después de eso volvimos a Londres y los días pasaron tranquilos.
Mi puntería mejoraban con cada disparó, la cacería era de ayuda ya que le trataba de dar a algo en movimiento.
- White gracias por la ayuda.
Dije mientras bajaba de él para recoger al conejo y al gorrión a los cuales acerté para después ponerlos donde tenia a mis demás presas.
-Buen trabajo Señorita.
-Gracias Sebastian, yo me encargo de White.
-Entendido.
Regrese caminando junto a mi caballo al establo, Tanaka se encontraba en el lugar, les estaba dando heno a los caballos de mis padres, metí a White en su respectivo lugar, este de inmediato comenzó con su merienda.
-Tanaka... Con todo respetó creó que debería jubilarse antes de que...
-Señorita el deber de un mayordomo de la familia Phantomhive es proteger con su vida a los miembros de está.
- Pero... -suspire- entiendo, no tienes permitido morir antes que tus amos es una...
El ambiente se volvió pesado repentinamente tres sujetos de ojos rojos entraron al establo, Tanaka se puso en frente de mi para protegerme.
~ Sebastian ~
Preparaba la comida con las presas de la Señorita, pero repentinamente un olor a demonio llego a la mansión.
"Sebas..."
La voz forzada de la Señorita invadió mi cabeza, puse a fuego lento la comida y salí de inmediato rumbo a los establos, a mitad de camino identifique el olor del alma de la Señorita junto al olor de la sangré aumenté mi velocidad creyendo que estuviera herida, pero nunca imagine que al llegar encontraría a tres demonios peleando con un cuarto...
-¿Señorita?
Ni siquiera se percató de mi presencia, sus ojos se volvieron rojos y una inmensa aura demoníaca la rodeaba, pero el olor de su alma no se había alterado, acabo con sus atacantes segundos después de que llegué, volteo a verme y señalo el establo antes de que se desmayara repentinamente, la atrapé de inmediato.
-Señorita...
Cargué a la Señorita, no lograba descifrar lo ocurrido, al revisar el establo encontré el cuerpo del Señor Tanaka, se encontraba con un agujero en el pecho, cumplió con su deber hasta en final... Ya veo porque la Señorita me había pedido que lo convenciera de su jubilación.
Regrese con la Señorita en brazos, les dije lo ocurrido a los demás, Víctor, Fredd, Bard y Finnian, se encargaran del cuerpo y de la limpieza; Meyrin, Luliana y Grell fueron a la ciudad con Undertaker para que haga las preparaciones, todos se encontraban devastados por la noticia, si ellos están así, no logro imaginar la reacción de la Señorita cuando despierte, después de todo ella presenció el hecho.
Los días pasaron, se llevo a cabo la ceremonia de despedida para el señor Tanaka, pero la Señorita sigue sin despertar.
-Señorita si no despierta se enfriara su té favorito.
Dije mientras abría las cortinas, aun así no recibí respuesta alguna, simplemente la observé.
Ya han venido doctores a revisarla pero ninguno a descifrado que le ocurre, al parecer simplemente se encuentra durmiendo.
-Señorita, debe despertar está preocupando a sus subordinados y sus responsabilidades se están retrasando.
He revisado la bitácora cien veces pero al joven Ward no le paso nada parecido, Grell y Undertaker están haciendo el favor de investigar lo ocurrido.
-Se...Sebastian...-fruncio el ceño.
-¿Si?, Señorita.
Se relajo de nuevo, era lo mismo cada día, al parecer revivía aquel momento, tks... No debí dejarla sola, no le hubiera pasado esto.
-Espero que despierte pronto My lady.
Fue lo único que dije antes de retirarme de su habitación para continuar con mis deberes correspondientes.
ESTÁS LEYENDO
SOLO ES UN MAYORDOMO
Hayran KurguSecuela: SOLO ES UN DEMONIO Mi padre Ciel y mi madre Elizabeth, conozco la historia de mi padre con nuestro mayordomo Sebastian, mi padre por "amor" convirtió a mi madre también en demonio eso debido a que yo la estaba matando antes del parto, mi n...