SOLO ES UN MAYORDOMO

Capitulo 26

~Angelica~

Todo estaba oscuro, el cuerpo me dolía, el momento en el que el señor Tanaka era atravesado por uno de los demonios  y que a mi me atacaban me invadió por completo... Es mi culpa, no hice nada solo me quede parada como estúpida... ¿Estoy muerta?, ¿me comieron?, tks... No recuerdo que ocurrió después... ¿He?...es la voz de Sebastian...

"Veo que hoy tampoco planea despertar, Señorita"

¿Despertar?...¿estoy durmiendo?... Quiero hacerlo, debo hacerlo, por ahora soy la líder de la familia Phantomhive y no puedo darme el lujo de estar durmiendo, además quiero ver a los chicos y extrañamente deseaba ver a Sebastian.

-Sebastian...

-me miro- Señorita...-sonrio- me alegro que este despierta.

-Sebastian -baje corriendo y lo abrase por impulso- quería verte...-me separé- claro a ti y a los demás, pero me alegro de que seas el primero a quien vea...

-Señorita, ¿Como se siente?.

-Solo un leve dolor en el cuerpo, pero estoy bien... ¿Cual es la fecha de hoy?

- diecinueve de marzo de mil novecientos doce, estuvo inconsciente casi dos meses Señorita, le apetece desayunar.

-Por supuesto, pero me bañaré mientras tanto.

-Entendido.

Después de que se retirarse, fui a mi cuarto de baño para empezar a preparar la tina, me mire al espejo dándome cuenta de mi leve flacidez, me deshice de mis ropas para observar mejor, afortunadamente no era tan grave como imagine, mi estómago había reducido su volumen al iguana que mis senos y otros lugares donde se acumula la glucosa que no es utilizada, pero eso era todo los huesos no se me sobre saltaban por lo que solo necesito comer bien durante los siguientes días.

Con la tina ya lista, entré a esta disfrutando del olor a vainilla del jabón que puse en el agua antes de entrar... Al despertar no me sentí incomoda, ni olía mal... Sebastian debió de haberme bañado todo este tiempo.

-toco dos veces- Señorita, ¿me permite?

-Adelante.

Sebastian entro cerrando la puerta detrás suyo, se retiro el frac, los guantes, arremangó  las mangas de su camisa, tomo la esponja y empezó a tallar mi espalda con suavidad.

-¿algo que informar?, a parte del obvio fallecimiento del Señor Tanaka...

-El joven Alex regreso, ha estado quedándose en la mansión, los reportes de la compañía están en orden y hubo un caso enviado por el rey.

-¿Hubo?

-Lo resolví por usted.

-Ya veo... Sigo sin recordar que paso exactamente, creí que me encontraba muerta.

-Señorita, no se agobie por algo tan simple.

Solo lo mire y sonreí, no hay nada que pueda hacer para regresar en el tiempo... Debo ser fuerte, no por mi, ni por Sebastian, si no por los chicos. Sebastian termino de ducharme y de vestirme, le pedí fuera algo simple, y cómodo a la vez, era un vestido no muy pomposo, sin corsé, color azul opaco con algunos detalles en negro, si hubiera sido por mi me pondría un conjunto masculino porque es más cómoda pero no podía darme ese lujo debido a que tengo invitados.

-Si me permite, iré a ver como les esta yendo a Bard y a Víctor.

Asentí y él se retiro, así que les encargo a ellos el desayuno, parece que Sebastian les tiene más confianza después de todo, salí de mi habitación para caminar por los pasillos, sinceramente no sé qué hacer mi mente se encuentra en blanco.

-Angelica, veo que ya despertaste mi niña.

-Grell... -corrí a él y lo abrase - me alegro de verte.

- Es obvio que te alegrarías de ver a tal belleza death.

- me separé- si, una belleza mortal.

- Es bueno saber que alguien entiende mi estilo, harás que me enamore de ti.

Reí leve, no pensé que volvería a escuchar ese comentario, camine con Grell, pues le pedí que me  contará que ha pasado durante mi estado inconsciente, rumbo al comedor me encontré con los chicos lo cuales me sofocaron en un abrazó, Alex ya se encontraba en el comedor junto a Ashelia, el desayuno fue tranquilo, demasiado tranquilo, juro que si Sebastian no hubiera estado el ambiente se hubiera vuelto incómodo.

Alex se retiró no sin antes de mirar de forma amenazadora a Sebastian, causandome extrañes, algo me decía que ocurrió alguna situación sería entre ellos, decidí ignorarlo en estos momentos no tenia ganas de pensar en cosas complicadas, pasé el resto del día de forma tranquila, leyendo la mayor parte del tiempo, aunque me extrañe de que Sebastian pasara más tiempo a mi lado de lo normal.

Me era extraño no ver al Señor Tanaka por la mansión, sé bien que la mayoría del tiempo no hablaba pero siempre estaba su presencia, ahora de alguna forma la mansión se sentía vacía.

Sebastian me dijo que no me culpara, pero si hubiera hecho algo... En estos momentos estaría bebiendo su típica bebida tranquilamente  en uno de los pasillos...

-Señorita...¿se encuentra bien?

-¿he?

Me saco de mis pensamientos haciendo que me diera cuenta de que mi rostro se encontraba húmedo, mis sentimientos traicioneros lograron que rompiera en llanto.

-Señorita, tranquila - se colocó a mi altura frente mío.

-Sebastian... Yo...

Simplemente lo abracé, odiaba que me viera de esta forma, débil y frágil, me cargo y llevo a mi habitación, estuvo conmigo, durante todo mi derrumbe e inestabilidad sentimental, me sentía como la existencia mas vulgar de la tierra, sin valor alguno y que  lo único que lograba hacer era poner a todas las personas... O más bien seres importantes para mi en peligro.

Para cuando me di cuenta ya me encontraba dormida, pero aun podía sentir el olor de Sebastian cargándome en brazos como a una pequeña niña... No se porque pero  de alguna forma siempre lograba que me calmará.